POV Ivón
Trago saliva nerviosa al escucharlo—¿y por qué me siento así?—pienso frunciendo el ceño.
Alzo los ojos hacía Andrew y me arrepiento de inmediato pues, él estaba mirando mis labios como si quisiera besarlos y roza con su dedo mi labio inferior observándome como si yo fuera de lo más interesante—¿qué le pasa?—pensé en mis adentros y lo veo relamerse los labios—yo...—logro articular y él sube su vista a mis ojos prestandome atención a lo que voy a decir y me sonrojo otra vez—tengo...tengo que cambiarme—digo y él se va a la esquina regresando a donde mí con la ropa en la mano y me lo pasa—gracias—me pongo de espaldas a Andrew y me pongo el vestido que es transparente porque, el chico este quiso que salieramos esa mañana y yo por rapidez me puse solo la gabardina encima con las medias—al menos la gabardina es calientita—termino de cambiarme y noto que Andrew está cambiandose también.
—Apaga la chimenea porque, hoy nos vamos de aquí —dice y yo pienso en hecharle el agua de la bañera para apagarlo y me acuerdo que el celular cayó dentro.
—Oh rayos—no se que hacer—ya no debe funcionar por el rato que duró—tomo la media húmeda y lo saco con cuidado con todo y audífonos. No lo pienso mucho y simplemente lo lanzo a la chimenea para que se queme con los audífonos porque, no sabía como arreglarlo y se podía armar un cortocircuito o algo y es mejor prevenir que lamentar así que, lo quemé luego, le lanzo el agua de la bañera tomando el agua con el caldero hasta terminar—ya podemos irnos—le digo a Andrew y él abre la puerta.
—Vámonos.
Salimos y era como las dos de la tarde por ahí en Escocia podría decir ya que, ni celular tengo para calcular la hora ni tengo mi reloj conmigo.
—¿Sabes el camino de vuelta?—le pregunto a Andrew.
—Claro que sí, solo esa vez era que estaba oscuro y herido bueno, aún lo estoy pero, mejor gracias a ti.
—Bien—caminamos por el espeso bosque por unos minutos u horas. Ya ni lo sé—¿ya estamos llegando?
—Sí—efectivamente asi era pues, vi de lejos la parte de arriba del castillo cuando alce los ojos.
—Oh, realmente conocías el camino—cuando nos estamos acercando veo a Cameron y este cuando me ve sonríe sin embargo, cuando observa que Andrew esta a mi lado hace una mueca.
—¡Tu pequeño...!—Andrew va rápidamente hacía él y lo agarra por el brazo fuertemente.
—¡Ah, duele hermano!—vocifera Camerom como un niño.
—Solo me causas problemas—lo agarra ahora por el cuello y yo me acerco a ellos dos antes que lo mate.
—Ya basta Andrew—los separo y Cameron me mira sonriendo agradecido.
—Quita esa sonrisa de estupido porque, estas frente a mi esposa no estes pensando otras cosas—le dice el pelirrojo al rubio y ahora soy yo la que sonríe.
De un momento a otro aparece Angus entre nosotros —que bueno que ya llegaste, este chico que estas viendo aquí—señala a Cameron—llegó un poco después que te fuiste.
—¿Cómo es que no me lo encontré por el camino?—pregunta Andrew como pensando en voz alta.
—Es que, tomé un atajo. Papá quiere verte—me mira a mí—vamos adentro para que comas algo—me agarra por la mano jalandome hacía adelante.
—Oye—digo sin entender que le pasa a este chico.
—¿Qué crees que estas haciendo con mi mujer?—Andrew nos separa y me toma él de la mano y me lleva adentro así agarrada y todos los que estaban afuera también, nos voltean a ver lo que hace que me sonroje—¿qué es lo que están viendo ustedes?—manifiesta el pelirrojo y noto que debe estar algo irritado.
—¿O tal vez se puso celoso...?—pienso en mis adentros—¿celoso?,no puede ser cierto. ¿Por qué lo estaría? No le encuentro sentido—termino mis pensamientos cuando llegamos a lo que yo llamo comedor.
—Toma asiento—le hago caso a Andrew y solo espero hasta que él vuelva con los dos platos en la mano.
Entonces, recuerdo que está herido—espera—me pongo de pie y le ayudo con los dos platos donde puso los vasos para que le sea más fácil de seguro y los coloco en la mesa.
—Gracias—se sienta y yo lo sigo.
Comienza a comer el pan blanco que traje en el plato con un vaso de lo que parece ser leche. Iba a empezar a comer también y recuerdo que debemo dar gracias antes y me siento mal porque, no lo había hecho los días pasados. Prosedo entonces, a cerrar los ojos y en voz muy baja con el plato frente a mí comienzo a hablar y luego dejo de hacerlo debido a que siento la mirada de alguien sobre mi persona. Abro los ojos y veo a Andrew con la mejilla llena de pan observandome fijamente—¿por qué cerraste los ojos como si...?—dice él con la boca llena y hasta dejó de masticar. Lo veo y me pareció a una ardilla muy bonita.
—Yo, estaba orando—le digo y lo veo tragarse la comida de una.
—Oh, a ver. Enseñame—pestañeo varias veces porque, no me esperaba su respuesta.
—Okey, lo hago de esta manera—me acomodo mejor en la silla para ver como le explico.
—Ujum—dice mirándome con toda su atención.
—Si quieres cierras los ojos—los cierra de una vez y yo sonrío—luego dices, gracias YAHWEH por estos alimentos—repite lo mismo y yo apoyo mi mejilla en la palma de mi mano observándolo—limpialos de toda contaminación y...
—Y...—¿pero, por qué lo encuentro tan tierno en este momento?
—Debo estar perdiendo la cordura—pienso.
—Debo estar perdiendo la cordura—me espanto por lo que dijo porque, al parecer lo pensé en voz alta.
—¡No!, es amén lo que sigue.
—¡Amén!—abre los ojos contento y mira a mi lado derecho de pronto poniéndose muy serio y yo volteo el rostro hacia esa dirección para ver que es lo que pasa.
—¡Santo!—pongo mi mano en mi pecho por el susto que me di al notar que hay un hombre ahí parado viéndonos seriamente a los dos.
—Andrew—dice el hombre como de forma amenazante de cabello canoso con ojos grises de tez blanca y viendo lo bien me parece que lo he visto antes—¿te dijo tu hermano que quería verte?
—Si, mi lord—manifiesta el pelirrojo y yo me pongo a comer el pan y a beberme toda la leche mientras los escucho.