Una Luz En La Oscuridad

ES ALGO ESIRITUAL

En ese instante, Guillermina ora para que a Rubén no le vaya a pasar nada para cuando vaya a recorrer la calle para llegar a la plaza, y Rubén a su modo, también ora en ese momento...

Rubén termina de orar, y le expresa a Guillermina:

— Voy hacer todo para traer comida.

— No te preocupes muchacho, yo aquí me defiendo con lo que encuentre.

— Bueno.

Rubén mira los balcones de todas las casas, y le dice a Guillermina:

— Ya sé cómo llegar hasta allá.

— ¿Cómo?

— Por los balcones.

De inmediato, Rubén sube al segundo piso de la casa y se va a pasar a otra casa. Cuando Guillermina le dice:

— ¡Ten cuidado hijo!

Rubén se da vuelta para mirarla, y le dice:

— Cuando me hablo así, sentí como si me estuviera hablando mi padre.

— Presta atención y agárrate bien mientras pasas estos balcones, ya sabes lo que te pasa si te caes.

— Si, entiendo.

Rubén se despide de la señora y pasa a la casa vecina por el primer balcón y ve que la otra casa tiene un poco el balcón separado, y salta hacia ese balcón. Cuando varias personas lo ven abajo e intentan subir por esa casa. Cuando Rubén les dice:

— ¿Es que ustedes no duermen ni se cansan?

En seguida, Rubén se pasa a otra casa y va avanzando hasta llegar cerca de la plaza, pero se encuentra con una casa que no tiene balcón, y dice:

— Oh, no... los dueños de esa casa tuvieron una mala idea de no hacerle balcón, ¿ahora que hago? No puedo quedarme aquí...

Pensando bastante en que hacer, Rubén se pone su mano derecha en la frente. Cuando escucha que varias personas entran a la casa que el esta, y toda esta gente sube al segundo piso. Cuando Rubén hace fuerza de los dos agarraderos de la puerta del balcón, para que no pase a donde el esta, y dice:

— Necesito una traca.

Rubén se pone a orar en voz baja. Cuando todas las personas quedan en el segundo piso, y antes de forcejear con Rubén, uno de ellos le dice:

— No tienes a donde escapar, solo tienes que negar a Jesús.

— Ya les he dicho, que no pierdan el tiempo, yo nunca voy a negar a mi Señor Jesucristo, así les duela, el murió por nosotros para perdón de nuestros pecados, eso es el verdadero amor.

De inmediato, toda la gente se pone extremadamente violenta y quieren a toda costa acabar con Rubén e intenta abrir la puerta que tiene Rubén sostenida, pero no pueden.

Rubén comienza a notar que la puerta repentinamente se ha sellado, como si tuviera algún candado o tranca invisible, y este suelta los dos agarraderos de la puerta, y esta se queda todavía sellada, y dice:

— Gracias señor.

De inmediato, Rubén aprovecha que todos están tratando de pasar el balcón, y se tira a la calle, y corre hacia la plaza y ve un negocio muy grande de internet, y va para ese lugar, pero ve que este tiene las puertas cerradas, y escala al segundo piso, y logra acceder por el segundo piso al ver una ventana abierta...

Rubén entra al negocio de internet, y va por las escaleras en busca de llamar a su pastor. Cuando es sostenido por dos hombres que lo ponen contra la pared, diciéndole:

— ¿Eres uno de ellos?

— No, no, yo estoy siendo perseguido por la gente.

Los dos hombres lo sueltan, y uno de ellos le dice a Rubén:

— ¿Cómo entraste aquí?

— La ventana de arriba está abierta.

— ¿Cómo?

Una mujer les dice a los dos hombres:

— Yo cerré esa ventana.

Rubén le expresa a la mujer:

— Pues estaba abierta, y me alegro de encontrar más personas que estén cuerdas.

Uno de los hombres le da la mano a Rubén, diciéndole:

— Yo soy el pastor Wesley.

— Mucho gusto, mi nombre es Rubén.

— Ella es mi esposa María, y él es Carlos, una de mis ovejas de la Iglesia.

Rubén se alegra de encontrar a un pastor, y le dice a Wesley:

— Precisamente, yo venía a buscar como llamar a mi pastor, para que me ayude y me oriente de esto que está pasando, pero ahora que lo encontré a usted. Yo soy nuevo creyente.

— Los teléfonos no están funcionando más, yo te puedo ayudar en todo lo que necesites, pero; antes que nada, habías dicho que algo como, que habías encontrado más personas.

— Si, antes de llegar aquí, me había encontrado a una señora, llamada Guillermina.

— Ah, qué bueno que este bien, ella va a nuestra Iglesia.

— Ya veo.

— Ahora sí, dime en que puedo orientarte. ¿Me dijiste que eres nuevo creyente?

— Si, yo soy nuevo creyente, quiero saber que está pasando, porque mi esposa la deje en un hotel, así como están muchas personas.

María le dice a Rubén:

— ¿Ella tenía un teléfono en la mano?

— Si.

Carlos y el pastor Wesley se miran. Cuando Carlos le dice a Rubén:

— Esto es espiritual.

Wesley también le expresa a Rubén:

— Utilizaron el teléfono para influenciar a las personas que no son creyentes con algo maligno. Mi esposa tenía el teléfono cuando paso eso, pero como ella es cristiana, eso no le hizo nada.

Rubén se acerca al pastor, y le pregunta:

— ¿Ustedes tienen idea de quien está detrás de todo esto?

— Es claro, el enemigo está detrás de todo esto, a través de personas inescrupulosas, que se han dejado de dominar por la maldad.

María le dice a Rubén:

— Antes de pasar lo del teléfono, aquí hubo un caso donde un policía quería arrestar si o si a dos jóvenes que salían de nuestra Iglesia, y junto con el pastor y todos los hermanos, intervenimos por nuestros dos hermanos, pero este hombre se enfureció con todos nosotros, así que de inmediato, todos nos pusimos a orar, y de un momento a otro, este hombre cambio, y dejo de acosar a los jóvenes, y se fue.

Rubén les dice a todos:

— Ah, en Panamá me paso algo parecido, yo soy abogado, y me toco a tender un séptimo caso, donde vi que el juez quería meter a la cárcel al pastor Bernardo, pero yo vi el odio en los ojos del juez, algo que no era normal, pero logré salir victorioso, porque demostré que mi cliente no había cometido ningún crimen, sino que querían incriminarlo, porque el buscaba de Dios.



#2139 en Otros
#67 en No ficción

En el texto hay: persecucion, dios, salvación y esperanza

Editado: 21.05.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.