Una Luz En La Oscuridad

LA SALVACIÓN ES INDIVIDUAL

Después de varios minutos que todos están orando, para que las personas vuelvan a la normalidad. Y terminan de orar. Cuando María se va hacia una ventana, y mira algunas personas que están afuera, y las ve como normal, y le dice a los demás.

— ¡Vengan!

Rubén y los demás, se acercan a la ventana. Cuando María le muestra a un hombre barriendo el andén de su negocio, y les dice a todos:

— Ese hombre se ve normal, y el que esta allá también.

De inmediato, el pastor Wesley, le expresa a su esposa esos:

— Nada ha cambiado, esos hombres siguen igual.

Rubén les dices:

— Se ven como normales.

María vuelve a mirar a la gente, y expresa:

— ¿Cómo vamos a saber que ya están bien sin exponernos a que nos ataquen?

Carlos le expresa a María:

— Tenemos que arriesgarnos en algún momento a salir, y comprobar de que las personas están bien.

Rubén se acuerda de Guillermina, y les dice a todos:

— No podemos dejar a la señora Guillermina, aun ella insistió en quedarse sola, yo voy a buscar la manera de sacarla de ahí. Por favor, busquemos la manera de traerla hasta aquí.

Wesley se acerca a Rubén, y pone sus dos manos en los hombros de él, diciéndole:

— Así es, nuestra hermana Guillermina es prioridad, y tenemos que hacer todo para traerla con nosotros.

En seguida, Carlos les dice a todos:

— Yo voy por ella.

Rubén siente acompañar a Carlos, y dice:

— Yo también voy, además, yo sé en qué casa esta.

Wesley les expresa a todos:

— Sin acelerarse muchachos, deben de esperar, a que la gente que esta así, descansen, porque ellos tienen que descansar, para que ustedes puedan pasar sin mayor peligro.

Rubén le expresa al pastor:

— Al arecer, ellos no descansan, yo pase toda una noche dentro de un vehículo asediado por ellos. Pero, de todas maneras, vamos a esperar.

María les dice a todos:

— Sentémonos, y pensemos en otra cosa que también es preocupante.

Todos la miran. Cuando Wesley le pregunta a su esposa:

— ¿Qué es más preocupante, que lo que está pasando y la traída de nuestra hermana?

María se pone aún más seria, y les dice a todos:

— Aquí no tenemos nada que comer, y nosotros llevamos aquí ya un día sin pasar alimentos, no podemos seguir así, también tenemos que ir a un supermercado, el más cercano que nos quede, y traer comida.

El pastor dice:

— Yo me voy a encargar de eso.

Rubén comienza a pensar en su esposa, y se queda callado. Cuando María le pregunta:

— ¿Qué te sucede?

— Pienso en mi esposa, tenía intenciones de llevarla a la Iglesia... tengo intenciones, yo no pierdo la esperanza de que la gente vuelva a la normalidad, pero tengo en ocasiones mis dudas.

— ¿Cuáles?

— De que pienso, que mi esposa reaccionaria no muy bien, el hecho de que yo sea cristiano, y que busque que ella busque de Dios.

De inmediato, Wesley le expresa a Rubén:

— La salación es individual, te voy a contar un testimonio, que, como nuevo creyente, necesitas escucharlo.

Rubén se acomoda, y le dice al pastor:

— Le escucho.

De inmediato, Wesley mira a Carlos, y luego le dice a Rubén:

— Este es un testimonio de una hermana de fe, que Carlos trajo a la Iglesia, y que ella nos contó hace unos meses, y luego te cotaré algo que me paso con una persona... bueno, la hermana que trajo Carlos era rebelde con sus padres, no les hacía caso, hacia lo que quería, y con eso digo que practicaba la brujería, y hacia maldad a la gente. El hermano Carlos le hablaba a ella de la salvación que está en nuestro señor Jesucristo, que hay un cielo y un infierno, pero ella no le prestaba atención, hasta que; en sus tantas maldades con la gente, se le devolvió un daño, que lanzo para acabar con una persona, y quedo en coma por cinco semanas, y vio todo el daño que le había hecho a todas las personas, y lloro mientras vía todo eso, y vio un lugar de fuego, un lugar donde ella iba a caer si no se arrepentía y buscaba de Dios.

Carlos le dice a Rubén:

— Cuando ella despertó, me fue a buscar, y se arrepintió de todo lo que hizo. Y busco de Dios.

Rubén les dice a todos:

— Es fuerte lo que ella vio.

María le expresa a Rubén:

— Si, gracias a dios ella se arrepintió a tiempo.

Wesley le dice a Rubén:

— Pero no fue así para esta otra persona, hace ya un año, yo me soñé que mi vecino del frente iba a tener un accidente, y vi el lugar preciso donde iba a pasar todo, yo oré por él, y después le dije todo lo que iba acontecer por ese lugar, pero me creyó de loco, y de estar echándole mala suerte.

Mientras María mira si ya no hay personas en la calle para poder salir, Rubén le pregunta a Wesley:

— ¿Y qué paso?

— ¿Qué crees?

— Eh...

— Si, se accidento en su auto, en el lugar donde yo le había dicho que iba a pasar todo.

— ¿Y murió?

— No, quedo muy golpeado, pero aquí viene lo peor... me volví a soñar con él, y vi que lo iban a robar, y este por no quererse despojar de su maletín, le disparaban y moría... yo le insistí para que buscara del señor Jesucristo, pero este de ninguna forma me quiso escuchar, ¡escúchame Rubén! La salvación es individual, hasta cierta parte uno puede llegar, pero de pende de la persona si acepta o no, no puedes obligar a nadie si no quiere o no cree en la salvación de su alma... yo le rogué a mi vecino, pero él nunca me escucho, y salió un día con ese maletín color gris, y le dispararon por quitarlo, y la verdad, es que en ese maletín solo llevaba papeles de la empresa, más no dinero.

— Lo que vale escuchar.

— Así es Rubén, hay que escuchar, Dios puede hablarte a través de sueños, visiones, revelaciones, a través de cualquier persona, un niño o un adulto puede darte una palabra de salvación. Tienes que tener fe y creer en nuestro señor Jesucristo. Él es nuestro salvador.

Rubén queda sorprendido por lo que escucho. Cuando María les dice a todos:



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En el texto hay: persecucion, dios, salvación y esperanza

Editado: 03.06.2025

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