PRÓLOGO CATLEYA

Últimamente, encuentro la mayoría de situaciones, encuentros y actitudes raras, como si yo no perteneciera a este mundo. Aparte que nadie parece entenderme desde hace semanas hasta ahora y eso es un peso más para mí, porque tampoco es que yo sea difícil de entender.

Siempre me esfuerzo más de lo que puedo para hacer sentir bien a la gente sin ver que la primera que necesita soporte soy yo. La vida y quien la ocasionó, no creo que se pararan a pensar en los porcentajes de ventajas y desventajas para la gente, tanto físicamente como mentalmente y personalmente. Con la riqueza y pobreza me pasa absolutamente igual.

Me presento. Me llamo Catleya y tengo diecinueve años.

Suelo ser el cielo lluvioso en mis días grises, tormentas y rayos es lo que único que sale de mí en esos días y no es que me guste ser así, pero es lo que me ha tocado y me es imposible cambiar aunque lo intente; cuando estoy bien, puedo ser como un arcoíris resplandeciente.

Soy amable, pero puedo ser lo más borde que te eches en cara si no tienes modales conmigo. Solo está en mí dejarme ayudar por la gente o resguardarme en lo que opino que soy yo.

Quisiera que un chico con buena personalidad, pero que a veces en broma, se haga el que tiene mucho ego, apareciera en mi vida y nos ayudáramos mutuamente a salir de esta media oscuridad.