Unos días después de los primeros encuentros y de socorrerla. La vuelvo a ver cerca de la tienda de mis tíos y decido sorprenderla con unas rosas verdes, no son de tacto natural, pero un detalle es.
— Hola Catleya— se gira.
— Hola Cannes— sonríe.
La invito a refrescarnos en el bar al lado de la tienda de mis tíos y al pedir nos sentamos.
— Tenía ganas de verte— la miro sonrojarse al decir estas cuatro palabras.
— Yo también Caty— me sonríe y puedo ver tanta emoción en ella que atrapa.
Las bebidas llegan y damos un trago mirándonos.
— AH— deja un suspiro de gusto salir de su boca.
— Te has quedado a gusto eh— ella ríe y asiente con la cabeza.
Nos vamos conociendo entre tragos y parece enigmática y adorable.
— Me tengo que ir— me comenta ella con la mirada gacha.
— Vámonos— nos levantamos y pago lo que hemos tomado.
La acompaño a la salida del local y al despedirnos, la veo subir calle arriba. Me quedo mirándola hasta que Jordan me sorprende por la espalda tocándome un hombro, doy un salto.