Estoy por casa sin nada qué hacer, aburrido y como alma perdida.
— Cans…
— Sí, mamá.
— ¿Por qué no vas a la tienda de tus tíos a ayudar a tu tía Mar?— me la miro y no me parece tan mala idea.
Así que me voy de nuevo a mi habitación y en unos cinco minutos aproximados estoy vestido, calzado y a punto de salir de casa. Papá me lleva hasta la esquina de la calle en la que está la tienda de los tíos. Al llegar a la puerta no hace falta llamar al timbre necesario, porque mi prima me abre la puerta por sí misma.
— ¡Nene!— nos abrazamos por un corto, pero adorable tiempo y nos miramos directamente a los ojos como nos gusta hacer a los dos con el otro.
— Vengo a ayudaros.
Entramos y cuando me estoy acercando a mi tía, una mujer que aparenta tener mucha prisa me da un empujón y sin querer mal rollos, solo la miro atentamente.
— Perdóname chaval, no me di cuenta.
Niego con la cabeza sin decirle nada, me sonríe y se va de la tienda con prisas casi corriendo. Paso dos horas contadas en reloj ayudando y cuidando en la tienda, cuando llega el momento de irme, alguien abre la puerta y me llama por el nombre. Saludo a la chica y se va, todos quedamos perplejos y desatendidos. Me despido de todos y salgo de la tienda.
La visualizo al medio de la acera, y mi alma pide a gritos que la siga.
Cuando llegó en donde ella estaba hace poco, mi corazón bombardea al borde del colapso mortal, me ahogo y solo de correr a toda bala, me paro para respirar y la veo por última vez, en la esquina de la calle.
Ella no está por donde miré cuando llego donde la vi, parece que desapareció.
Así que vuelvo a casa y me ducho, mis padres no están, pero dudo que tarden en venir, me ducho tranquilamente y cuando acabo, escucho como la puerta se abre y mi madre hablando y sonrío al ver que acerté en mi pensamiento. Me seco y me pongo el pijama y salgo del baño, saludo a mis padres y me dirijo a mi habitación cojo el móvil y salgo para ir a la cocina y comer.
—Me comentaron que te ves con alguien— miro a papá y asiento, pero ninguno añade más comentarios y una mirada con mamá basta para que no diga nada del tema.
Luego me paso la tarde creando diseños para sacar las ideas de mi cabeza, pero las descarto, aunque digamos que no tenía todo el material. Aun así subo una a Instagram.