Llevé de la mano a Catleya hasta mi coche, nos llevé hasta Kings Park. Cuando lleguemos al parque, no le dejé mirar nada del lugar y rápido le tape los ojos con un pañuelo de cuello. La guie para que no se hiciera daño, y subimos más de noventa escaleras, exactamente, ciento una escaleras fueron las que subimos.
Su voz me endulzaba los oídos, y me achuchaba el corazón. Si sé qué hace muy poco que nos conocemos, pero siento que juntos sumamos y no restamos y me gusta estar cerca de ella.
La verdad es qué me gustó tomar la decisión de decirle que nos íbamos, este parque tiene algo que le favorece, el pícnic y su compañía es de lo mejor de hoy.
Después de dejarla en su casa he pasado por un restaurante de comida rápida y he cenado en el coche, antes de irme a mi caravana, ya que mañana es mi día libre en la tienda de los tío, aprovecharé para diseñar.
Ha anochecido y estamos hablando por mensajes.
— Me ha gustado ir al parque contigo, gracias.
— Yo también, gracias a ti.
— Cat, voy a cenar. Te hablo en cinco minutos.
— Está bien, hablamos luego o mañana.
Cierro el whats y voy a la cocina de la caravana para cenar. Cuando vuelvo a la habitación, me ducho y vuelvo a la cama.
Miro los mensajes que no he visto al estar ocupado y sonrío al ver el de Catleya. Le respondo un buenas noches, dulce dama, nos reímos y nos desconectamos, me alcanzo el portátil y abro lo que uso para diseñar que está conectado al ordenador y me dejo llevar por el momento.
Lo que sale, acaba pareciéndome suficiente y lo guardo como, posible publicación de mañana y me desconecto, cerrando también en las acciones, el portátil. Luego de levantarme y dejar el ordenador en la mesa, vuelvo a la cama y miro al techo, donde imagino una silueta de una chica.
Rubia, de ojos tiernos y sonrisa encantadora, la cual ayudé en su día. Sonrío y cierro los ojos, mi respiración se tranquiliza y me duermo.