Ella ha venido a verme, pero sé que se guarda una opinión de Annette que no quiere decirme para no darme mal estar.
— ¿Qué ha pasado con Anne?
— Nada, algo extraño de ver, pero nada, descansa no es el momento.
— Catleya, mejor dímelo, no quiero estar de malas, déjame decidir a mí si es o no, el momento— asiento y se lo piensa antes de empezar a contármelo.
— Cuando he llegado ella estaba en la puerta y no quería dejarme pasar a verte, te juro que lo he pasado mal, las de cosas que he llegado a imaginar, pero después al decirle que era el amor de tu vida, broma, de decirle que era tu novia la cosa ha cambiado y me ha dejado pasar.
— ¿Solo eso?— asiente.
— Está Annette.
Nos reímos y nos damos un beso, ella vuelve a entrar y nos dice que va a venir el médico para una revisión. Asiento con resistencia y ella me aprieta levemente una mano queriendo decirme que está conmigo.
Mi prima se va y entra el médico que nos saluda y sonriéndole a Ley se dedica a inspeccionarme. Cuando acaba, habla diciéndonos que estoy perfectamente y que mañana posiblemente me den el alta. Y me alegra.
Sale de la consulta y los dos nos miramos, yo notando un ambiente más caliente y la miro mordiéndome el labio inferior, por las ganas de estar fuera del edificio y poder pasar tiempo a solas y porque negar, darle unos mimos.
— ¿Quién ganó?— digo tensándome.
— Cannes, no quieras hacerte esto.
— Si Ley, es necesario para mí saberlo.
— Mi prima.
— Bien, por lo menos ganó familia.
— ¿Familia?
— Claro, al ser tu novio, ella es mi prima postiza — reímos.
— Descansa amor, mañana será otro día, nos vemos— nos besamos y acariciamos por un rato y después se tiene que ir.