Estando en la cena con la familia los miro a todos perfectamente, disfrutando de las vistas, disfrutando de la compañía, disfrutando… De ellos.
Mi comida está intacta y por lo visto mi prima lo ha notado.
— Hey Cat, ¿Estás bien?
— ¿Eh?
— ¿Qué si estás bien? No has comido nada…— ella me mira con una cara de sospecha y mirada medio preocupada.
— Sí, sí, estaba en Narnia.
Mi corazón me da un apretón y cierro los ojos para calmar esté excesivo timbrazo que he sentido y tremendo pinchazo me he llevado, alguien en ese momento me sostiene de una mano y al abrir los ojos veo a Tuli. Mi familia al verla quedan confundidos, viéndoselo en sus caras.
— ¿Tuli?
Claramente, tú misma lo has dicho.
— Sí, alguien quiere que te pasé un mensaje a voz.
Me pasa unos cascos ya estando apartadas de la mesa donde estaba con mi familia y me los pongo, de pronto escucho su voz y mis ojos empiezan a inundarse de lágrimas.
Audio de Cannes
Tan solo te acabas de ir y parece que fue ayer cuando saliste por esa puerta, se me hace una eternidad, mira a Tuli, en sus manos debes ver un pequeño ramo de flores que te dará después, porque sé que si te lo da ahora se te caerá y se romperá, si te ríes dile la palabra espárragos.
— Espárragos — digo muriéndome de risa y vergüenza, cosa que siempre consigue provocar en mí.
Cógelos y no pienses en venir a verme porque aparte de no poder verme, solo te quitaras tiempo de disfrutar de tu familia. Hazme el favor de sonreír y disfrutar porque a la que salga de estás paredes insoportables, blancas y la comida de mala muerte, vamos a irnos lejos, tú y yo, solitos, y disfrutaremos juntos como nunca.
Te mando mil besos, y que sepas qué te echo de menos.
Mucho.
El audio se acaba y unas lágrimas se caen en mi vestido acuarela, de mil colores, la prima me abraza y me dice.
— Te mandaré el audio para que puedas escucharlo siempre que quieras—asiento y sonrío quitándome una lágrima que se desliza por mi barbilla.
— Gracias Tuli.
— Por él lo que sea, Catleya.
— Nos vemos.
— Adiós— ella se va y yo me siento a acabar de comer.
— ¿Quién era?
— La prima de mi novio.
— Catleya, ¿¡Tienes novio!?
— Sí, desde hace unos meses.
Al llegar a casa, sin energía para lavarme los dientes, me voy directamente a la cama, me pongo el pijama y me levanto un momento a cepillarme el pelo, la rutina de ver en el móvil antes de dejarlo tampoco la hago porque los ojos se me cierran.
— Buenas noches, Nnes.
>> — Buenas noches, mundo.