DOS PARES DE OJOS TIRITAN DE ILUSIÓN-42- parte dos|LEYLEY

Hace un mes que sabemos, Cannes y yo que vamos a ser padres. Estoy transitando por muchas emociones a la vez. Me encuentro en el comedor de la universidad junto a Eze y Marcos, y aún no les he dicho que estoy embarazada, no sé como contarles.

—¿Catlus?— mis mejores amigos me miran a la expectativa.

—¿M?

— ¿Qué te pasa, llevas un mes algo rara?— dice Eze.

—No sabía y aún no sé como contároslo.

—¿Catleya, tienes miedo?— pregunta Marcos.

Los miro quedando en silencio y luego miro al cielo resoplando.

—Puedes decírnoslo Les, somos tus amigos.

—Quedemos esta tarde en Parc’s Perth.

—Vale— dicen al unísono.

Luego de eso y de estar a horas de decirles a mis mejores amigos que estoy embarazada, volvemos a clase. El profe me mira de la cabeza a los pies, como si yo tuviera algo y paso de prisa tras un escalofrío.

—¿Qué le pasa a Dantiel?— me encojo de hombros.

La clase pasa y a ratos pongo una de mis manos en mi barriga, turnándolas; aún no tengo mucha, pero ya va empezando a notarse.

Cuando acaba; Dantiel me pide que me quede un momento y a los tres nos extraña. Pero les digo que luego les cuento, asienten y ellos se van.

—¿Qué pasa profesor?— noto como los nervios empiezan a apoderarse de mí.

—¿Podrías responderme una pregunta si no es molestia?— asiento.

>> —¿Estás embarazada?— me sorprendo por el ojo que tiene el profesor, pero enseguida me dice el porqué lo ha supuesto.

Asiento y luego me cuenta que se ha dado cuenta por qué estuve unos días sin poder ir por vómitos y porque su mujer está embarazada del mismo tiempo, de su tercer hijo.

Luego me dice que espera que vaya bien y salimos, cuando salgo, Cannes me espera en su coche, al subir nos besamos y me pregunta por qué he tardado algo más y le cuento lo de Dantiel.

—Vaya con el profesorcito— sonrío y le acaricio la mano que me ha puesto en un muslo antes de arrancar.

— Su mujer también está embarazada del mismo tiempo, y entre eso y los días que falté, ha acabado por atar cabos— asiente y sigue centrado en conducir.

Al llegar a mi casa, nos despedimos y lo veo bajar la calle y salir de mi visión, cuando ya no lo puedo ver, entro en mi casa y saludo a mamá, antes de comer. Cuando me acabo el plato, papá llama a mamá y le dice que hoy come afuera con un amigo de la empresa, espero que sea verdad…

Luego de comer, hablo con papá y acaba en videollamada y saludo a Sandy, su amigo del trabajo y me alivia que sea verdad, cuando sé acercan las cuatro, ellos vuelven al trabajo y yo salgo de casa hacia donde he quedado esta mañana con mis mejores amigos.

Al llegar veo a Marcos hacer ejercicio en una barandilla y me río, cuando me oye, para y se acerca a mí para abrazarme y empezar a hablar, le cuento de Cannes, de como lo conocí aunque eso ya lo sabían, de como nos enamoramos, de como me cuida y luego, de mi primera falta de menstruación.

Cuando llega Eze, pide disculpas por llegar tres minutos tarde y lo llamo exagerado, pero le digo que no pasa nada. Luego poniendo a Eze en contexto como he hecho con Marcos, me preparo para decirles la gran noticia.

—Chicos… Ha llegado el momento de que lo sepáis, y es que…

>> — Estoy embarazada de ocho semanas.

Los chicos se levantan de golpe del banco se miran entre ellos, Eze señala a Marcos y dice.

— Un te lo dije cuando falto el viernes— y yo me río por la emoción que les ha dado.

Luego me felicitan y hablamos del embarazo hasta que empieza a atardecer. Les digo cuando tengo la fecha probable de parto y a Marcos le da por emocionarse, ya que pilla su aniversario. Luego Cannes me llama y acaban hablando y quedando para vernos los cuatro otro día, y volvemos a casa. Luego ellos se van y yo entro para cenar y acostarme, feliz y sorprendida por el recibimiento de mis amigos, y el innecesario miedo que tenía a sus reacciones.

Cuando saludo a mis padres y cenamos, vuelvo a devolver y luego me tomo las pastillas que me mandaron.

—Acuéstate princesa.

—Buenas noches, papá.

—Duerme reina.

— Buenas noches, mamá— los abrazo y voy a mi habitación.