Una Luz en Ti

CATLEYA TRIUNFA PERO PASA -50|NNES

Cuando nos sentamos en la mesa, Leys deja salir un ruido de sus labios de gusto que no se sabe en qué etiqueta poner, porque no acaba de ser queja, pero tampoco un gemido. Noto que alza los pies, por la que me da en una espinilla. Cuando vuelve a colocarse bien, llega un camarero que se la mira con buenos ojos y me hace sonreír aunque mis nervios se activan.

Ella pide un zumo de melocotón y les dice unos cariños a los niños y él la mira sorprendido y luego desesperadamente me mira y le digo lo que quiero para que al segundo a zancadas, lo veamos desaparecer hasta pasados cinco minutos.

—Triunfando hasta embarazada, si es que cuando te decía las cosas por algo era, qué suerte me dio la primita y sus intuiciones eh.

Ella sonríe y nos besamos. Luego nos dejan las bebidas y ella le da un sorbido que me deja seco de tanto.

—Anda respira.

Ella ríe y varios se la miran, los repaso con los ojos entrecerrados y vuelven a lo suyo.

—Feliz día nene.

—Feliz día, princi.

Brindamos y hablamos de la casa y de que quiere hacer el domingo por su cumple, aunque yo ya tengo planeado algo, que la dejará en lágrimas pero feliz. Ella en un momento se levanta y se sienta a mi lado y coloca su mejilla en mi hombro, y luego apretando una de mis manos, me deja un beso en ella y cierra los ojos para suspirar.

Luego de terminarnos eso, pago yo, y nos vamos a casa de mis padres.

Nos piden por la quedada con mi suegra y les contamos de la casa, y ellos sonríen, se les ve contentos y yo lo estoy más. Luego, merendamos y dicen que salen, asentimos y nos miramos.

Por la cara que me pone, sé que alguna tiene pensada. Me coge sin decirme nada y me tira hasta el sofá y me hace sentarme para luego hacerlo ella, pero encima de mí. Y directamente empieza a besarme el lateral derecho del cuello y me hace echar la cabeza hacia atrás del estremecimiento y subo la cadera para que la fricción se note más y ambos presionamos más al hacer eso. Luego me lame el lóbulo y lo raspa con el filo de sus dientes y jadeo.

—Ne… na…

—Sh… — me susurra tapándome los labios con su dedo anular.

Y luego, bajándose un poco, coloca su mano en mi parte íntima y aprieta, gimiendo. Luego, se sienta a mi izquierda y me hace levantarme y sentarme en sus muslos y bajar un poco mi pantalón, para luego, ella misma, introducir mi sexualidad dentro de ella. En el primer empujón ella echa la cabeza hacia atrás y jadea, haciendo que el siguiente sea unos decibeles más fuertes de lo que eso me ha dado subidón, ella al volver a mirarme se relame los labios y me muerde los míos, succionando al terminarlo.

Bastan tres empujones más y un cuarto con fuerza para que quedemos exhaustos con ella abrazándome y con su cabeza recostada en mi pecho.

—Démonos la vuelta y nos ponemos igual si quieres, estaremos más cómodos.

Ella asiente y me levanto, para hacer eso y cuando se sienta en mí, volver a sentirla así, me prende… Pero al verla prefiero esperar, necesita un stop por un rato.

Cuando mis padres llegan, seguimos así, yo admirándola dormir y ella durmiendo encima de mí, casi roncando del gusto. Me pone feliz, verla así. Una mano, la sujeta y la otra, acaricia a su barriga donde gesta a nuestros hijos. Cuando me preguntan si hemos cenado, les respondo que no y me dicen que nos han traído hamburguesas. Asiento y con extremo cuidado la despierto.

Cuando se levanta, anda raro unas cuantas pasas y me hace sonreír, ella me pilla y me muestra el dedo corazón. Lo que provoca que me ría y ella sonriendo, se me acerque y me dé un puñetazo en un hombro.

Le digo un te amo y ella me lo devuelve, antes de darle un bocado a su hamburguesa.

Luego de la cena, le propongo ver una peli acostados en la cama por el ordenador y ella da un saltito y me la miro con los labios fruncidos y me mira con los ojos emocionados…

Pero en un abrazo, lo dejamos estar y yo le susurro que cuando hace eso temo por ellos y por eso me sale eso. Que no es que me enfade en serio. Solo que me preocupo por ellos tres. Ella me besa y lagrimea. Un te amo agrietado y emotivo sale de sus labios y estremece a mi alma.

—Vamos.

Ella va delante de mí y yo sigo cada movimiento alarmado por si pasa algo. Al tumbarse, le digo por el pijama, pero no me responde y cuando la miro, la veo dormida.

Peli espérate, ellos son primero, ellos tienen que descansar.

Me meto en la ducha y me recreo un poco bajo el agua, y al salir la veo en el baño.

—¿Te has desvelado?

—Pis.

Asiento y cuando tira la cadena, salimos cogidos de la mano.

— ¿Qué quieres hacer?

—Pon algo, anda.

Nos acostamos y cojo el móvil y entro en una página de pelis y ella decide.

—¿Sonic?

Asiente y sonríe, pegándose más a mí. Cuando empieza, ella se anima y verla me acelera. Verla disfrutar y mirar su barriga a momentos y tocarla y mirarme a mí, antes de volver a centrar su atención en la peli.




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