Una Luz en Ti

SU CUMPLEAÑOS -51|NNES

Pedida de matrimonio

Hoy mi Leley loca y el amor de mi vida, cumple 21. La despierto con un desayuno especial y la felicito por segunda vez.

—Gracias sexy.

— Te amo sensual.

Nos besamos y luego le paso la bandeja con su desayuno.

— ¿Has desayunado?

Asiento y le pellizco suave la nariz, sonreímos.

Mientras ella desayuna hablamos de lo que piensa en hacer, yo viéndola, lo disfruto tanto, come con una delicadeza, lo saborea tanto, y lo mejor y bonito es el cómo le brillan los ojos y sonríe cada vez que nos miramos.

Luego, cuando acaba, no se lo termina, porque se lo he llenado bastante y no puede más. Le cojo la bandeja y voy a la cocina. Mis padres se han ido de finde largo a Sídney, así que tenemos casita libre. Cuando llego a la habitación de nuevo la veo, arreglándose mientras delante del espejo baila y se maquilla. Su vestido largo y turquesa le hace brillar más, se ha puesto unas converse rosas, y se ha hecho unas trencitas en dos mechones en cada moñito. Parece la Pucca, pero ella es mi favorita.

Cuando en una vuelta me ve, sonríe y para.

—Estás preciosa Leys.

Juntamos nuestras frentes y nos quedamos en silencio, mirándonos a los ojos durante unos minutos.

—Vístete, te espero en la terraza.

Asiento y la beso. Cuando se va, me lamo los labios y sonriendo me acerco al armario. Al abrirlo, al poco veo el look perfecto. Polo verde, y unos tejanos blancos porcelana. Al vestirme, me pongo mis converse negras y verdes y salgo a la terraza luego de ponerme perfume y coger el anillo que me escondo en la bandolera.

—¿Listo? — me pregunta al verme.

—Listo.

Ella se levanta de la silla y al estar a mi lado, me coge una mano y salimos de la casa. Cuando se ata el cinturón arranco y pongo nuestras canciones, en ese pen.

Ella me mira cuando suena una en específico y se emociona, en un semáforo aprovecho y la beso.

—Te amo.

—¿Por aquí? — asiente y me señala la próxima calle a la derecha.

—A dos calles a la derecha, ya podrás buscar estacionamiento.

Asiento y cambia de canción. Ella se pone a cantarla y me la miro de reojo sonriendo. Multi-talentos me salió la mujer.

—Aquí.

Luego de estacionar y bajarnos del coche, me hace taparme los ojos y no entiendo por qué si la que cumple es ella.

—¿Y por qué yo amor?

—Ya verás, no seas impaciente.

Luego de que frenemos luego de matarnos unas tres veces, me los destapa y sonrío al ver donde hemos acabado. Este parque fue uno de los primeros sitios a los que la traje.

—Leley.

—Sh— luego me señala algo y no me lo creo.

—¡Oye, que el cumpleaños es tuyo, no el mío!

Ella sonríe y se sube a nuestra mesa pícnic vacía y se sienta, dejando sus piernas entreabiertas.

—Ven.

Sonrío tontorrón, me muerdo el labio y me acerco a ella con rapidez y nos besamos.

Un beso de los más largos que nos hemos dado hasta ahora, con te amos, suspiros, jadeos y gemidos de por medio. Ella se remueve un poco y hacemos fricción en esas partes sensibles que con un roce del otro ya se activan. Ella me coge del cuello del polo y me estira a ella, acabando acostados en la mesa y presionándonos.

—Nena…

—Fóllame ya Cannes.

Dios, lo que esta mujer me acaba de provocar y ese tono de voz… No me lo pienso siquiera y es que me tiene en todo, y dejarle el control en esto es lo mejor que he podido hacer, se disfruta más, era una inexperta, pero sabía del tema y solo le faltaba, que nos encontráramos.

Las primeras caricias nos estremecen y hacen que nos quitemos unas prendas de ropa, ella quedando solo en bragas, porque sostén no se ha puesto.

—¿Te duele?

—Todos los días.

Me muerdo el labio y la miro con adoración y luego me acerco a sus pechos para succionar en el derecho y verla arquearse hacia atrás. Luego de hacerlo, nos bajamos y nos hinchamos.

—¿Cómo lo has hecho para tenerlo otra vez, para nosotros solitos?

—La misma magia que tú.

—Ilirio… —asiente y sonríe.

—Te amo sensu.

—Y yo a ti sexy.

Luego de eso, nos acostamos en una manta larga y ella se acurruca en mi regazo y nos besamos.

—Pondré una alarma a las cinco.

Asiento y vuelvo a cerrar los ojos. Luego siento como aferra más su agarre y suspiramos.

Cuando abro los ojos, casi es de noche. Alarma perdida. 17:00 h.

—Amor… — la remuevo.

>> —Amor...




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.