Los padres de Rachel se sintieron con mucha aprehensión ante la mirada de Hafid, se sentían entre la espada y la pared, cada uno miraba, como buscando una salida o decir algo que los convenciera .
— Realmente nosotros sabemos poco de la vida en pareja entre Rachel y Hafid— dijo al fin, la madre de Rachel.
— Estábamos preocupados por nuestra hija— dijo el padre de Rachel— tenía ojeras, estaba estresada.
— Y nunca pensaron que era por ustedes, quienes vivían como sanguijuelas chupando cada centavo de dólar que ella ganaba— dijo Hafid— tu eras su agente y le exigiste demasiado— dijo esto señalando con el dedo a la mujer.
— Me dijiste, que estabas al tanto de cada detalle de la vida de Hafid y de Rachel,porque ella hablaba contigo a diario— dijo Ahmed.
La madre de Rachel abrió los ojos por el temor y dijo:
— ¡Te lo dije, porque era así! — dijo ella mintiendo de nuevo porque su actitud demostraba lo contrario.
— ¡Ya dejen de mentir! — gritó Ahmed— hablen con la verdad aunque sea una vez en la vida.
Ellos al escuchar a Ahmed y el enojo que se escuchaba en su voz, se sintieron más amedrentados y la madre de Rachel por fin dijo:
— Te mentí Ahmed, realmente mi hija nunca habló conmigo de su situación en pareja con Hafid,— dijo la madre de Rachel— éramos nosotros los que siempre la vivíamos presionando por su trabajo de modelo, para exigirle más dinero y así poder estar con un estatus social alto, lo siento.
— No puedo creer que me hayan hecho ésto— dijo Ahmed avergonzado— puse la vida de mi amigo en riesgo, por causa de ustedes.
— Así es amigo, eso que te lo dije y te lo prometí varias veces,— dijo Hafid— aún así creíste más en ellos, que me que me conocías desde niño.
— Solo queríamos que nos ayudaras con algo de dinero para nuestra manutención— se justificó el padre de Rachel— también lo siento..
— Ustedes son un par de sinvergüenzas, porque aunque no tengo obligación con ustedes— dijo Hafid— convine en pasarles una mensualidad para que estén cómodos, pero la avaricia los mueve.
— Tienes razón Hafid— dijo la mujer— prometemos ajustar nuestro estilo de vida al presupuesto
— Espero que puedan cumplir esa promesa— dijo Ahmed— porque me hicieron mucho daño, no solo a mí, sino a mi amigo y a su familia, lamento no haberte creído mi hermano, es justo lo que estoy viviendo, déjame pagar mi condena.
— Solo deseo que me devuelvan mis pertenencias— dijo Hafid— principalmente mis documentos, habla con tus "amigos"— Cuando dijo esto usó sus dedos haciendo énfasis de comillas y después veremos qué hacemos contigo.
— Me siento avergonzado ante ti, ante tu familia por mí conducta deplorable,— dijo Ahmed— lamento con todo mi corazón esto, no tienes idea de lo mal que me siento.
Hafid salió del lugar y dejó a su amigo allí con los padres de Rachel, quien había recibido una lección había sido Ahmed, por cabeza dura y no confiar en él.
Se sentía decepcionado, pero a la vez entendía a su amigo, habló con los agentes policiales y salió de allí sin preocuparse más de Ahmed.
Mientras los padres de Rachel y Ahmed se enfrentaban.
— Que decepcionado me siento al haber confiado en ustedes, pensando que eran honestos al hablar de Rachel— dijo él apesadumbrado.
— Ahmed, es cierto que abusamos, pero ponte en nuestro lugar, estamos arruinados— dijo la madre de Rachel— nuestro estilo de vida siempre ha sido de opulencia, es difícil a nuestra edad trabajar.
— Me hubieran hablado con la verdad y hasta yo les ayudo con una mensualidad, como hizo Hafid— dijo Ahmed— los adopto como familia, pero así no se hace, arruinar la reputación de una persona.
— Ahmed no nos abandones, de verdad lamentamos haber creado tantos inconvenientes con nuestra manera de actuar— dijo la madre de Rachel.
— Cuando no pensamos en las consecuencias y en las demás personas, eso se llama egoísmo, falta de consideración— les dijo Ahmed muy enojado.
— ¿No vas a ayudarnos?— dijo la madre de Rachel.
— No tengo porque,— dijo Ahmed— la decepción que siento es grande, arruiné una amistad de toda la vida por creer en ustedes.
— ¡Perdón por favor!— dijo ella.
— Salgan de aquí, no quiero verlos más— exigió Ahmed.
Los dos bajaron la cabeza y salieron sin decir nada más, les dolía más qué Ahmed les hubiera dicho que no les ayudaría con dinero, que los echara de la vida de él.
Ahmed pidió a los policías que lo ayudarán buscando a los dos amigos de él, les dió seña y dirección para que los llevarán allí con él y también cumplir ante las autoridades.
También pensaba en los padres de Rachel, era unos avaros, codiciosos, les iba bien el decir popular que decía: «La avaricia rompe el saco»
Antes de volver a su celda donde estaba retenido, lo revisó un médico y le curó la nariz rota, Ahmed dió las gracias, se sentía con menos dolor ahora.
Los policías de inmediato llamaron y fueron a buscar a los dos que faltaban para que Ahmed les pudiera pedir lo que se habían llevado de Hafid.
Hafid se dirigió hasta la consulta con la terapeuta, tenía algo que enseñar con respecto a las dos mujeres con las que había decidido formar familia, Rachel que ya era pasado y Sylvia que era su presente y ojalá que su futuro por siempre.
La psicóloga hizo un espacio en su consulta para atender a Hafid ese día, él al verla se disculpó por haber fallado y le refirió los contratiempos que había vivido.
Ella se quedó bastante sorprendida al escuchar el relato de Hafid, especialmente porque se veía bastante calmado y centrado.
— Me complace ver cómo has avanzado, manejando muy bien tus emociones Hafid— dijo ella.
— He estado haciendo mi tarea— dijo él— acá está mi cuaderno con lo que pidió la última vez que nos vimos.
La psicóloga tomó el cuaderno de las manos de él y empezó a leer detenidamente, después de unos instantes le dijo: