Una madre para mis hijos, una esposa para mí.

Una celebración de amor...

El rostro de Sylvia se iluminó por la emoción y le sonrió llena de hermosas expectativas, él también sonrió y le indicó con la mirada que continuara leyendo la nota. 

"Mi amor, no se si a estas alturas tengo esperanzas de conquistar tu amor o debo conformarme con amarte solo, pero te prometo amarte por el resto de mi vida"

Ella alzó su mirada y sus ojos se iluminaron llenos de amor por él, abrió el estuche que también le habían entregado y vió un hermoso anillo de compromiso, Sylvia se sentía conmovida ante lo que Hafid había preparado para ella. 

— Mi amor, cuando nos casamos aunque fue legal, no tuve la oportunidad de regalarte un anillo de compromiso— dijo él— acepta éste, como símbolo de un nuevo comienzo en nuestra unión, que será para siempre. 

Ella extendió su pequeña mano derecha y dijo con los ojos húmedos por la emoción que sentía. 

— ¡Sí y mil veces si mi amo, acepto! — la voz de Sylvia estaba quebrada  por la emoción. 

Él le colocó la hermosa alianza en su dedo anular, ella se sentía en el cielo, viendo como los ojos de su esposo estaban impregnados de amor por ella. 

Jamás imaginó conquistar el corazón de éste hombre roto por la tragedia, se sentía llena de felicidad, hasta hace poco se conformaba con tenerlo para ella en la cama, pero ahora era por completo suyo. 

Hafid le dió un apasionado beso en los labios sellando su promesa de amor. 

— ¡Quiero que seas mi novia para siempre, que tengamos una ceremonia de casamiento, invitando a nuestros amigos! — dijo él— 

—  ¡Estoy de acuerdo!—dijo ella— hagamos planes, para que hagamos algo bonito. 

— Todo lo que desees mi reina bella, será hecho— dijo Hafid— ¡Estoy tan feliz de que seas mi mujer, mi complemento,mi compañera, mi amiga, mi todo! 

— ¡Eso también eres tú para mi, amor!— dijo ella. 

— ¿Te gustó tu anillo de compromiso?— preguntó Hafid. 

— ¡Estoy fascinada!— respondió ella. 

Se fueron a casa, las esperanzas eran grandes, estaban dispuestos a amarse por siempre, con planes, sueños y así seguir disfrutando de la compañía mutua. 

Hafid se sentía pleno, por primera vez sentía que tenía una compañera que lo impulsaba a ser mejor cada día, le daba ánimo, lo corregía con amor, si lo veía cometiendo una equivocación. 

Sylvia estaba super enamorada de su esposo, nunca planeó amar a alguien, siempre se vió trabajando para subsistir, pero la vida tenía otros planes para ella, encontró el amor en un anuncio de trabajo. 

Ahora su vida estaba completa, dos hijos maravillosos, un esposo que la amaba, que increíble se sentía, tenía ganas de gritar al mundo, lo bien que se sentía con su destino. 

Al llegar a casa, sus hijos ya habían  llegado de la escuela, habían almorzado y estaban esperando para interrogarlos acerca de la salida de ese día. 

— ¿Donde estabas mamá, papá, tuvimos que comer solos?— dijo Farid con la carita haciendo gestos. 

— Estaba en una cita médica y después salimos a dar una vuelta tu mamá y yo— dijo Hafid. 

— Te ves bonito papá— dijo Amira— como alegre, me gusta verte así. 

— ¡Gracias mi niña! Debe ser porque estoy super enamorado de ésta mujer maravillosa!— dijo él. 

Hafid le dio un beso tierno en los labios a Sylvia. 

—¡Qué lindo! ¡Nunca te ví darle un beso a mamá, se ven bonitos!— dijo la niña. 

—¡Si me gusta verlos contentos!— dijo Farid muy emocionado. 

— Y de ahora en adelante siempre nos verán así, contentos y felices a pesar de lo que pase— dijo Sylvia. 

—Vamos a invitar a la abuela Halima y a la tía Abir para una celebración esta noche— dijo Hafid. 

— Si papá, ¡Llamalas, me encantan mi abuela y mi tía!— dijo Amira. 

Unas horas más tarde, tanto la abuela como la tía, disfrutaban de la felicidad de Hafid y Sylvia, se sentían complacidas de verlos felices. 

Los niños se entretenían con juegos, mientras los adultos comentaban los acontecimientos recientes. 

— No sabes el alivio que siento de ver tu rostro tranquilo, sereno— dijo Halima— antes vivías atormentado, resentido. 

— Es cierto mamá, no era felíz, tenía tantos reclamos que hacerle a la vida, — dijo él— cuando solo tenía que decidir ser feliz y olvidar el pasado,  seguir adelante. 

— Asi es mi hijo lindo— dijo Halima— que bueno que ya lo resolviste y que además te estás concentrando en amar a está chica. 

— Sylvia, era la respuesta que buscaba sin saberlo en medio de mi desesperación y dolor— dijo Hafid— el pasado queda atrás, ahora tengo un presente maravilloso y un futuro brillante, porque estoy ocupándome de sacar el máximo brillo. 

— Si, es bonito rectificar y evaluar lo  que sucede y resolver seguir sin lastres, hay que soltar los pesos que nos impiden avanzar— dijo Sylvia. 

— Tu Sylvia, eres una mujer muy eficiente y además diligente, has ayudado tanto a mi muchacho a centrarse en ser feliz— dijo Halima— estoy feliz de que Hafid te ame como te lo mereces y que lo ames a él. 

— Si, nos amamos mamá y queremos celebrarlo con una gran fiesta, invitando a nuestros mejores amigos,— dijo Hafid— y socios que conozcan a la maravillosa mujer que tengo a mi lado. 

— Eso suena espectacular,— dijo la madre de Hafid— nos encargaremos de hacer circular las invitaciones. 

— Tú conoces quiénes son los más allegados a la familia— dijo él— ponganse de acuerdo las tres y lo hacemos en un mes. 

— Me parece bien, tendrán una celebración, digna del amor que se tienen— dijo Abir. 

— Hablando de todo hermana querida— dijo Hafid— necesitamos buscarte un novio. 

— No, yo estoy bien así— dijo ella— después del desastre que fue mi matrimonio no deseo probar de nuevo. 

—¿Por qué no? Mírate en mi espejo, yo también tenía mis reservas, y aunque me uní a Sylvia en circunstancias particulares, el amor surgió. 

— Está bien,  pero que llegue solo— dijo ella. 

—No debes cerrar tu corazón hermana, amar y ser amado es lo mejor— dijo Hafid. 



#701 en Novela romántica

En el texto hay: romance +18

Editado: 02.04.2023

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