Amo mi libertad,
Y me encontrado con una cosa;
Que así como amo mi libertad
He de amar la libertad de otro.
Nada que decir, aunque mucho
Que pensar, he de guardar silencio
¿Pero cómo dejar de hablar si ni siquiera muevo mi boca!
Sino más bien muevo el recuerdo en mi pensamiento.
Tú me regalaste un libro
Y yo no acepte tu libertad
Y te la devuelvo
Aunque no quieras...
Aún cabiendo la posibilidad
Que en algún mañana
Yo tampoco quiera...
Y a la Sigma de los recuerdos le sumará aceptación.