Capitulo VI

Estaba saliendo del baño luego de haber tenido la mejor ducha desde hace años.

El flacucho me había traído un pantalón para dormir color gris y una camiseta rosa pastel, para la próxima le digo que no me gusta el rosa, soy más de tonos oscuros y hay que preguntar cómo se llama no le voy a decir flacucho toda la vida aunque no estaría mal decirle así.

Al salir del baño me dirigí a la sala, ahí estaba Ethan sentado en uno de los sofás y puse mi vista en la rica comida que tenía en la mesa de cristal.

-- Ven, toma lo que quieras. -- oigo que me dice a lo que corro rápidamente al sentarme al suelo para estar más cerca de la mesa de cristal y poder comer con gusto.

Tomó un trozo de chuleta y le doy una mordida, tenía tiempo que no probaba una, soltó un gemido sin querer y escucho a Ethan reír, solo lo ignoro a la hora de comer, nadie tiene que interrumpir, es momento sagrado.

Al terminar de comer mi pequeño bocadillo, me volteo hacia él ya que tengo miles de preguntas y aparecer nunca me dejó de mirar. Uy.

-- ¿Cuántos años tienes? -- le pregunto hay que saber, según yo sé tiene más de 200  años.

-- Tengo 317 -- dice como si nada y yo solo me quedo sorprendida, él ríe un poco al ver mi cara de sorprendida.

-- ¿Que? ¿Acaso eres una momia? -- él solo sonríe y tengo que decir que es la mejor sonrisa que he visto en toda mi vida.

-- ¿Tu cuántos tiene? 

-- Tengo 20 años, soy joven y tú eres un viejo, eso te convierte en un sugar daddy para mí, pero solo para mí ¿Ok?

-- ¿Un qué? -- pregunta confundido.

-- Nada lobito. --  digo sonriendo. -- ¿Cómo se llama el flacucho que anda contigo?

-- ¿Hablas de Lukas? -- dice confundido.

-- Si, que bonito nombre tiene el flacucho -- le digo con una pequeña sonrisa para molestarlo un poco.

-- No tiene bonito nombre, el mío es mejor. -- me dice con algo de molestia

-- Como que alguien se puso celoso, Lexie -- dice Nidia.

-- Uy si. -- le respondo a Nidia.

-- Si claro -- le digo para molestarlo más.

-- ¡Es el mejor de todos! 

-- Si claro lobito.

-- Es la verdad.

-- Ya lo se, ahora -- me levanto del suelo -- ya tengo sueño y quiero dormir así que… ¿dónde dormiré?

-- Conmigo, en la cama -- dice como si fuera lo más obvio, pues no mi ciela.

-- Ooh no, claro que no, tu dormirás en el sofá o el suelo, dónde tú prefieras y yo dormiré en la cama.

-- Bueno yo quiero dormir en mi cama con mi chica. -- dice mientras se levanta del sofá y ignorado lo que dije anteriormente.

--- Nop, claro que no y ¿en qué momento me convertí en tu novia? Que yo recuerde no has preguntado.

-- Eres mía desde que te encontré

-- Eso no responde a mi pregunta .-- él solo rueda los ojos.

-- ¿Que tiene de malo que duerma contigo? -- pregunta ignorando mi anterior pregunta ¿Me entendieron?

-- Que no duermo que chicos que acabo de conocer.

-- Es decir que has dormido con más chicos -- dice molesto y yo solo ruedo los ojos, hay no que celoso es.

-- Nunca dije que he dormido con otros chicos.

-- Entonces déjame dormir en la cama contigo.

-- No, gracias.

-- ¿Por qué no me dejas dormir contigo?

-- Por qué he aprendido más rápido a desconfiar en las personas que a confiar por qué ya me han traicionado personas queridas. 

Él solo me mira por un rato y luego dice.

-- Ok, haré que puedas confiar en mí siempre y así poder dormir en la misma cama contigo.

Sonrió ante ello, él se acerca a mi y me da un abrazo con un beso en mi cabeza.

-- Buenas noches mi Luna. -- me dice con una pequeña sonrisa.

-- Buenas noches lobito.

Me doy la vuelta y caminó hacia el cuarto, cierro la puerta y me acuesto en la cama.

-- Su loba es tan lindo y hablé con él -- dice de repente Nidia.

-- ¿Ha si? Y ¿Cómo se llama? -- le pregunto ya que Ethan no me ha dicho el nombre de su lobo, bueno ni yo le he dicho el de mi loba pero de seguro ya se lo dijo su lobo.

-- Se llama Zayn.

-- ¿Que me puede decir de ellos? ¿Podemos confiar que no nos dañaran? ¿O que nos traicionaran? ¿Nos cuidarán?

-- Tranquila Lexie, se que hemos pasado por mucho pero podemos confiar en ellos, se que no nos dañaran y que nos protegerá con todo lo que pueda.

-- Pero me costará confiar en él.

-- Lo sé, pero hay que darle una oportunidad.

-- Si y lo haré pero también hay que hablar con Matt y Nicolás para ver qué piensas sobre esto.

-- ¿Y si se niegan?

-- No lo hará, Saben que somos los tres mosqueteros.

-- A ellos no le gusta que le digas así.

-- Bueno ya pasó dos años ya deben estar acostumbrados.

-- Buenas Lexie -- dice mi loba para después cortar nuestra conexión.

Lo intentaré, confiaré en él.