Capitulo XXXVI

Día de la boda parte II.

P.O.V  ETHAN.

Baje rapidamente las escaleras, quería pasar más tiempo con mi chica, pero dudo que Joana me deje verla el resto del día.

Al estar abajo veo que hay muchas personas que se mueven de un lugar para el otro. Me dirijo a la cocina para preguntar por qué hay tantas personas en la mansión, no me gusta.

-- ¿Por qué hay tantas personas aquí? -- le pregunto a Joana.

-- Son los meseros, ellos están ayudando ahorita con los arreglos -- dice para luego irse. 

En eso veo a Nicolás entrar a la cocina.

-- Ethan. -- dice en modo de saludo.

-- Nicolas.  Puedes ver otro rato que Lexie baje a comer y dale un sándwich, siempre come uno y ni cuenta se da. 

El ríe -- Claro lo haré.

Salgo de la cocina para ir a ver a “ mis padres", no entiendo por qué venir ahora, estoy muy bien sin ellos.

Al salir de la mansión me encuentro con Lukas que está hablando con Jacqueline pero cuando me ve se despide de ella con un beso y vienes hacia mi.

-- ¿Dónde están? -- le pregunto.

-- En la entrada del norte -- están cerca.

Comenzamos a caminar hacia la entrada norte, espero que no me saque que Lexie es una Omega, estoy harta de que la mayoría la discrimen por ello, nunca se lo he dicho por qué se que podrán mal e insegura de sí misma y no quiero eso.

-- Eso si, mataste a la mayoría que te dijo que no estaba digna para el puesto.

-- ¿Acaso tú también crees eso?

-- Solo te lo estoy recordando, tarado, contigo no se puede en serio.

Decido ignorarlo, o si no comenzara a molestar y no quiero discutir con él ahora suficiente voy a tener con mis padres.

-- ¿Qué crees que quieran? -- pregunta Lukas.

-- No sé, pero no hablaré mucho con ellos, tengo una mejor cosa que hacer que discutir con ellos.

-- ¿Quién diría que este día llegaría? El día que te casarías.

-- Créeme, también lo creí imposible. -- rio.

-- A decir verdad, creí que no te iba a aguantar ella -- se encoge de hombros -- pero me equivoqué. -- niego con la cabeza divertido.

Llegamos a la entrada norte, ahí se encuentran unos guardias quienes detienen el paso de mis padres.

Mis padres, todavía es raro decirles así, mi madre viene vestida con un vestido elegante de color azul oscuro, como siempre, junto a un abrigo negro que le cubre la mitad del vestido. Mi padre tiene puesto un traje color azul.

Me acerco a ellos.

-- ¿Qué hacen aquí?

-- ¿Esos son los modales que te enseñamos? -- me reprocha mi madre, Victoria.

-- ¿Ustedes enseñar algo? Eso jamás sucedió ¿Que hacen aquí?

-- Venimos a la boda de nuestro hijo -- responde ahora mi padre, Brandon.

-- ¿Para hacer lo mismo que hicieron en la boda de Iker?

Eso fue todo un escándalo, solo vinieron para interrumpir la boda de ellos con un pretexto estúpido, pero Joana no se dejó manipular por ellos.

-- No tienes que casarte con… con esa Omega -- suelta mi madre. -- Ella no está a tu nivel.

-- Eso no es asunto de ustedes.

-- Es nuestro asunto cuando nuestros hijos se quiere casar con una tonta Omega. -- dice mi padre.

-- ¿Ahora sí soy su hijo? Ustedes no tiene nada que ver conmigo y mi familia, si me caso con ella es mi problema no de ustedes y dejé de decir que es un tonta y débil Omega por qué es todavía mejor que ustedes.

-- Tu no debería de casarte con ella, te tendrías que casar con Kiara Lincoln, ella es beta, la persona indicada para casarte contigo y no con una tonta Omega que quizás solo quiere meterse en tus pantalones y quitarte todo lo que tienes.

Sin darme cuenta me acerque a él y lo sostengo del cuello su camisa.

-- Tu no la conoces a ella, así que deja de hablar de ella como si fuera lo peor de esta tierra por qué te aseguro que lo peor que hay son ustedes. -- lo tiró al suelo y me dirijo a los guardias que estaba a un lado -- llevalos lo más lejos de mi tierra. 

-- ¡Siempre es lo mismo, primero fue con ese tonto que tienes de beta ¿Y ahora una Omega? ¿Que tan lejos quieres llegar?!

-- Esa pregunta no me la tienes que hacer a mi, sino a ustedes, ¿Que tan lejos llegarás para dejarnos ser feliz? Pero creo que esta pregunta ya tiene respuesta ¿No? Eso jamás pasará, por qué son unos egoístas, ahora ¡¡FUERA DE MIS TIERRAS!! ¡Y la próxima vez no tendré piedad de ustedes!

Me doy la vuelta junto a Lukas, quien se había quedado a un lado, cuando los guardias los obligan a caminar.

¿Yo soy el del problema? Para ellos siempre será las demás personas el problema cuando en realidad ellos lo son.

-- ¿Todavía no sabes lo que hiciste con Kiara? -- me pregunta Lukas.

-- Al parecer no.

-- ¿Y que pasara cuando se den cuenta que la encerraste en una isla de Japón? 

-- No tiene nada que hacer, además ya la saque y si hace otra cosa así volverá a ir a ese lugar, nadie amenaza a Lexie. -- me encojo de hombros. -- Ahora ya puedo regresar con mi chica?

Él da un suspiro -- Tienes que ir a ver a los puestos de los guardias y ver si aumentarás más la seguridad, los invitados llegarán y eso quiere decir que algunos queran hablar contigo.

-- Eso es un no.

-- Y Joana quiere que a partir de la dos de la tarde estés libre para comenzar a alistarte ya que la boda comienza a las cuatro. -- si, es un no definitivo.

***

Termino de arreglarme la cobarta negra, me miró en el gran espejo que está en el cuarto, el traje es de color negro como la cobarta y la camisa es blanca.

Escucho que se abre la puerta y giró en mi eje para ver quién es.

-- ¿Estas listo? -- pregunta Joana.

-- Si, ¿Cómo está Lexie?

Ella sonríe -- Está bien, nerviosa, pero bien, también me preguntó por ti.

Eso me saca una pequeña sonrisa.

-- Pronto comenzará así que baja. -- asiento con la cabeza y ella se va de la habitación.