Una Melodía Para Dos

Capitulo 2

Levana

Vale, tengo miedo.

No es muy lindo que lo primero que veas al levantarte encuentres una nota con una advertencia no muy bonita que digamos.

Disfruta mientras puedas pequeña princesa, falta muy poco para que todo lo que tú me quitaste sea mío de nuevo.

1, 2, 3 princesa.

Veamos que decides, si retirarte de todo lo relacionado con la realeza o simplemente ver morir a toda tu familia.

Piensa muy bien que harás Levana.

Sinceramente espero que esto sea una puta broma, pero lo sea se lo enseñare a mis padres y que ellos averigüen quien fue quien hizo esto.

Sin esperar más me puse una bata encima del pijama y me dirigí al despacho de mi padre, sé que lo más probable es que mi padre ahora ponga más vigilancia y que mi deseo de ir al arrecife se valla al carajo, pero ya no estamos hablando solo de mí, sino también de mi familia.

-Papa necesitas ver esto- dijes nada más llegar- lo encontré esta mañana encima de mi cama.

Mi padre estaba por reclamarme cuando se fijó lo asustada que estaba y sin más tomo la nota y la empezó a leer.

-Levana tienes alguna idea de quien pudo haber enviado esto?- dijo muy serio y por lo que veo se está empezando a molestar.

Yo solo negué, ya que tenía un nudo en la garganta y creo que me estaba por dar un ataque de pánico porque mi padre se levantó exaltado y corrió al lado mío.

-Levana cariño, tranquilízate- dijo mientras que me ayudaba a sentarme- vamos princesa respira despacio.

Enserio que lo intentaba, pero cada vez que estaba por lograrlo mi mente me traicionaba al imaginarme la muerte de mis padres.

-Por Hades- dijo ahora asustado- Rosaura!!!

No podía respirar, por más que lo intentaba, en mi mente todo era teñido de rojo, mi padre en el suelo todo ensangrentado, mi madre a su lado agonizando y la figura de una persona con una espada en la mano apuntándome.

-Te dije que eligieras- dijo con voz fúnebre- pero elegiste mal.

Dicho esto le clavo la espada a mi madre y luego la dirigió a mí.

-AHHHHHHHH!!!!- un grito desgarrador salió de mi interior haciendo que todo a mí alrededor temblara y que la marca de mi pie empezara a brillar y a quemarme.

-Levana cariño!- dijo mi madre nada más llegar- ¿Qué la altero? ¿Robert que altero a Levana?

Luego de eso no escuche más, todo era calma y poco a poco pude respirar mejor, luego sentí como me cargaban y empezaban a caminar y al cabo de un rato me tienden en algo suave.

Al cabo de un tiempo abro los ojos y puedo ver que estoy en la habitación de mis padres y mi madre está al lado mío, pero no solo ella, sino también un grupo de guardias armados.

-Oh mi niña! Al fin despertaste- dijo mi madre mientras me abrazaba- Que susto me has dado.

Quería decirle que estaba bien, pero al intentar hablar, ningún sonido salía de mí.

¿Qué era lo que pasaba? ¿Por qué no podía hablar?

-Tranquila cielo- dijo al verme preocupado- has forzado demasiado y sin ningún cuidado tus cuerdas vocales, ahora mismo no podrás decir nada pero en unos días estarás mejor.

Yo solo asentí, ya que todavía estaba asimilando todo.

Al cabo de unos minutos mi papa apareció por la puerta hablando con un señor muy extraño.

-Levana, que bueno que ya está despierta- dijo nada más verme- nos tenías muy preocupados.

El parece que vio como miraba al hombre con recelo, ya que se apresuró a explicarme quien era.

-Cariño él es el detective Monroe y estará encargado de averiguar todo lo relacionado con la nota que encontraste esta mañana- dijo mientras el detective hacia una pequeña reverencia- al igual que se encargara de tu seguridad hasta que pase tu cumpleaños y se complete tu coronación.

¡Es enserio! ¡Un puto guardaespaldas!

Creo que fue una suerte que perdiera la voz en este momento, porque si pudiera hablar ahora mismo el puto detective ese no le hubiera gustado las bonitas palabras que le dirigiría, además tiene algo que no me gusta de él, tiene algo terrorífico y misterioso, pero no lo misterioso llamativo, sino, lo misterioso que da mucho miedo.

Luego de que mi padres me digan todo ese rollo de que no puedo salir sola, que debo avisar a donde valla, que si veo algo sospechoso se lo hiciera comunicar al dichoso Monroe y todo eso, se fueron y cuando creía que por fin estaría sola un momento veo como entra el dichoso detective y se pone a revisar toda la habitación.

-A lo que he llegado- lo escuche susurrar- Ahora debo cuidar a una estúpida niña que para completar es muda.

Lo escuche susurrar más palabras nada bonitas a mi persona pero hacia como si no lo escuchaba, solo para que mi enojo no subiera un décimo más, porque estaba por explotar.

Un tiempo después puedo ver como mi nana con una bandeja en manos.

-Mi niña, ¿Cómo estás?-dijo poniendo todo en el buro que está cerca de la cama- Ya tu madre me ha dicho que ha pasado., tranquila que como la mejor nana que soy te traje tu cuaderno para que así sea más fácil comunicarte.

"Gracias nana, eres la mejor"




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