Me despedí de mamá con un abrazo, un simple abrazo que lo llevé en mi corazón, sabía que iba a estar mal cuando ya no me vea, pero sé que lo llevará bien, no estaba sola, mi hermano menor estaba con ella, y con eso me bastaba para no preocuparme. Suspiré y me dirigí al lago volando, cuando llegué me esperaban los dos ángeles, estaban con sus túnicas blancas y sus alas extendidas, Eth me sonrió, estaba sin su albornoz, pero la chica ángel tenía puesto el albornoz para que no viera su rostro, eso era lo de menos.
Me acerqué a ellos y desaparecí mis alas.
─ ¿Y bien? ¿Comenzamos?─ pregunté, mirando a Eth.─ por cierto, mi nombre es Alyssia.
─Mucho gusto, Alyssia.─ sonrió Eth, acercándose a mí. Puso una mirada adusta.─ ¿Estás segura de querer hacer esto?
Miré a la chica ángel que estaba mirando a mi dirección, luego miré a Eth y asentí con la cabeza.
─Si esta es la única forma de devolverle las alas a Ángel, estoy dispuesta a hacerlo.─ dije mirándolo fijamente.─ pero tengo unas preguntas que hacer.
─Dilo, las contestaré con gusto.
─Bien.─ respiré hondo para comenzar la encuesta.─ si corto el hilo de la maldición que nos une a Adrien y a mí, ¿Despareceré? ¿Cómo sabes que desapareceré?
─El hilo de la maldición se desarrolló cuando Darquiel se enamoró de ti, de ese momento el hilo de la maldición los unió, y la única forma de cortar eso, es volver al punto de partida.─ dijo. Lo miré confundida.─ en otras palabras viajarás en el tiempo para cortar el hilo, cuando lo hagas, Darquiel tendrá de nuevo sus alas, para que sus alas vuelvan a ser blancas tiene que limpiar su pecado, y la única forma de hacerlo, es que tú desaparezcas, sé que suena algo trágico, pero no todo es trágico, lo estás haciendo por amor, y ese amor, limpiará los pecados de Darquiel.
Mi amor limpiará los pecados de Adrien, eso sonaba muy romántico.
─Bien, entonces esto es como una novela dramática.─ asentí con la cabeza y sonreí.─ entonces desaparezco y Ángel estará como antes.─ lo miré fijamente.─ si desaparezco, eso significa que…
─Nunca exististe, nunca más volverás a renacer.─ dijo Eth, mirándome fijamente.─ y ahora dime, ¿Estás segura de hacerlo?
No contesté solo miré al cielo y comencé a hablar:─ Dios, perdona a tu hermoso ángel, acéptalo de nuevo, y tómame a mí como un sacrificio, acéptalo en el cielo, y perdóname, por haberme enamorado de él.─ bajé el rostro y miré a Eth.─ acepto, haré cualquier cosa, con tal de que vuelva a ser el mismo de antes.
Eth me miró con infinita tristeza y se acercó a mí.
─Las decisiones a veces no salen como uno quiere, espero que hayas tomado una buena decisión.─ arrancó una de sus plumas y me la dio.─ cuando hayas encontrado el hilo de la maldición, pon ésta pluma en el cuerpo de Darquiel.
─ ¿Cómo encuentro el hilo de la maldición? ¿Dónde está?─ pregunté, aceptando la pluma blanca, era grande, ocupaba toda mi mano.
─Es un hilo negro, está unido al alma, lo podrás ver, ya que eres un ángel, aunque no seas un ángel níveo, pero tienes el don de ver ese hilo, cuando él se enamore de ti, verás el hilo enraizado en su alma, solo tienes que mirar un hilo saliente del corazón, y así podrás poner la pluma sobre su cuerpo, así purificarás todo.
─Bien.─ dije, mirándolo fijamente. Eth tenía un rostro lúgubre.─ ¿Qué pasa?
─Si el amor es real, no importa cuánto te separes de esa persona, siempre volverá a ti.─ comentó, mientras puso una mano a un lado, haciendo a parecer un vórtice blanco.─ de nuevo, ¿Estás segura de hacer eso?
─Vaya chico, pareces un disco rayado, ya te dije que sí, o ¿Tengo que gritar por una bocina para que puedas entender?─ pregunté con el ceño fruncido. Eth soltó una carcajada.
─Bien, ya entendí Lyss.─ sonrió. Pestañee, era la primera persona que me llamaba “Lyss”.─ buena suerte, y fue un placer de haberte conocido, ahora veo porque Darquiel se enamoró de ti.
─ ¿Es una indirecta?
Carcajeó.─ no.
─Apúrense.─ dijo la chica ángel impaciente. Rodee los ojos, me estaba cayendo mal.
─Adiós, chica ángel desdeñosa.─ susurré y caminé al vórtice.─ fue un gusto de conocerte, Eth, eres fantástico y fabuloso, pero que pena que tu amiga el ángel desdeñoso, no lo sea.