Una misma cara "soy ella"

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Chica de ojos claros, piel clara, cabello largo castaño y ondulado en las puntas, semi-alta, una habitante más de España en la ciudad de Madrid, su familia está conformada por una sola persona y su vida social no es menos que un cliché, de pensamiento abierto y personalidad extraña su nombre es... Valeria Avella.

Lunes, 7:35 A.M., media hora de retraso para levantarse e ir al encuentro de su amiga la cual la espera para que vayan juntas al instituto, adormilada se retira las cobijas que cubren su cuerpo dejándolo al descubierto ante el frió de una mañana de agosto, pone sus pies desnudos sobre el suelo y siente como le recorre el helaje del mismo, camina unos cuantos pasos en dirección a su baño y se mira al espejo asimilando la situación en la que está y del porque no está durmiendo en ese momento, luego un nombre se le pasas por la cabeza "Rita", abre sus ojos al caer en cuenta de que posiblemente la reprenderán, su cuerpo despierta de golpe haciéndola correr al baño, se desviste y se ducha con torpeza, se seca como gato y se viste como un vago colocándose lo primero que se encuentra en el armario, baja a la cocina en busca de un desayuno rápido de digerir y agarra su mochila, luego introduce sus cuadernos de forma desordenada, después de eso se coloca sus zapatos en la entrada y coge sus llaves para salir de la casa en busca de su vieja cicla. Al salir da la vuelta a la esquina la cual es titulada "la vuelta caracol", para luego poder ver el rostro de su amiga con el ceño fruncido.

-Lo siento Rita, en verdad, lo que pasa es que...

-No me des explicaciones, Valeria ya sé cuál va ser tú excusa...siempre me dices la misma, déjame adivinar, tú despertador no sonó, te caíste de la cama para poderte despertar, te diste cuenta de la hora y llegaste tarde por eso.

-Me has quitado las palabras de la boca, ¡te acusó de brujería Rita!- dice esta graciosa.

-Y yo de retrasada Valeria-ella pronuncia sus palabras con frialdad.

-Ya, ya, vale entendí, la diferencia de la excusa de hoy es que no me he caído de la cama.

-¿Y eso merece alguna felicitación?-la expresión de Valeria es graciosa que hace dibujar una sonrisa en los labios de su amiga.

-¡¡OH!!, pero que linda te ves hoy de seguro los chicos del instituto se te quedaran viendo- la castaña ve a su amiga de arriba abajo ,ya que aquella llevaba un vestido ajustado color negro que le llegaba hasta arriba de sus rodillas, un blazer color blanco que le resaltaba su color de piel canela, una bobina que le combinaba con su largo, liso y negro cabello, portaba unas zapatillas de mafalda color negro y tenía un poco de brillo labial , sus ojos color miel brillaban con el sol de la mañana.

-No me alagues de a mucho porque eso no cambiara mi humor, y además tu estas más linda que yo mírate ¿no sabes que todos los chicos del instituto botan la baba por ti? eres toda una hermosura.

-¿Pero qué dices? si lo que llevo puesto es lo primero que agarre de mi armario-Valeria vestía unos jeans ajustados color negro que le llegaban hasta sus tobillos unas zapatillas altas de deporte y una camisa de manga larga con capota color avellana, este color le restaba muy bien su piel blanca como la nieve y su cabello castaño que le llegaba a las caderas la hacía lucir un tanto guapa.

-Bueno es mejor que nos apresuremos, ya vamos demasiado tarde -Rita se sube a su bicicleta, cuidando que su falda no dejase ver más de lo debido.

-¿Ya me has perdonado?

-Hum, si llegas primero que yo lo considerare –soltando una estruendosa carcajada la morena sale sin avisar como el viento pedaleando lo más rápido que puede.

-¡Oye Rita espérame!-Valeria coge su cicla oxidada y pedalea a la velocidad con la que su amiga se había marchado.

Valeria veía con dificultad la espalda de Rita y sin darse cuenta tropezó con un chico al cual le hizo derramar un café que llevaba en las manos.

- ¡¿Qué te pasa?! , ¿¡Ves lo que has hecho!? ¿acaso quieres algún problema el día de hoy?

Mientras ella se levantaba del suelo y se arregla un poco sus prendas aquel chico rezongaba.

- Lo....lo siento fue...fue un accidente.

-¿Y crees que con una disculpa se soluciona todo?

- Pues no... Pero...

-Pero nada, me tienes que reembolsar lo que he perdido por tu culpa-el chico la mira de reojo con algo de asco- pero veo que no podrás ya que pareces una mendiga, como estas ahora.

- ¡¿Perdón?! , ¡¿Escuche bien?!- estaba un poco impactada con lo que acaba de decir la figura masculina que la miraba fijamente -¿mendiga?, Lo que me faltaba...-la mirada de Valeria era distorsionada y llena de ira contenida -Un imbécil por la mañana -susurra- ¿reembolsarle?, ¿porque debería de hacer eso yo?, si fue usted el que me ha hecho caer y derramar su café.



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En el texto hay: amor, amor amistad juvenil, elprimeramor

Editado: 04.04.2019

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