Valeria estaba totalmente impactada con su nuevo look, por más que se esforzara por verse diferente frente al espejo no pudo dejar de pensar que estaba en el cuerpo de su hermana, es inútil, patético y ridículo pensó ella ya que las dos compartían un mismo físico, pero las diferenciaba sus formas de vestirse tan diferentes y sus formas de actuar que no falta decirlo ya son bastante desiguales.
-Bueno ¿y cómo te sientes?, hasta empiezo a creer que eres Vanessa-Ninel la lleva de gancho, caminando a su automóvil blindado para llevarla a la agencia de TV, en donde trabaja su hermana.
-No sé cómo me siento, pero lo que sí tengo presente es que esta no soy yo-sube ella al asiento trasero muy incómoda por los tacones que lleva puestos, Ninel se abrocha el cinturón de seguridad y enciende el motor del auto-¿ustedes dos están seguros de esto?, quiero decir ¿tú y mi hermana creen en verdad que esto funcionara?
-Claro que si-el la mira por el retrovisor, poniendo en marcha el auto-¿Quién sospechara de que tú no eres Vanessa si son completamente idénticas?-retira su mirada del espejito y se concentra en el volante-además, todo el domingo estuvimos practicando los comportamientos y formas de habla de tu hermana, si lo haces bien, créeme que nadie se dará cuenta.
-Eso espero, deseo con fervor a que vale salga del hospital lo más rápido posible y salir de esta situación-esta vez la forma de hablar es totalmente diferente, es algo refinado y decente, todo lo contrario a su insultante, común y descortés de su "antigua forma de hablar".
-Vas mejorando, Valeria-la anima Ninel.
-Gracias mí querido Ni-ni-él sonríe y Valeria lo iguala al verlo por el retrovisor.
-Tengo una pregunta que hacerte
-Habla, dilo sin chiste-dice relajándose en el asiento como debería de haberlo hecho desde que se subió en él.
-¡NO CAMBIES TU FORMA DE HABLAR TAN DE REPENTE!
-¡NO ME GRITES IDIOTA!
-¡NO ME DIGAS IDIOTA!
-Entonces... ¡IMBÉCIL!-Ninel rezonga y ella chistea algunas palabras en voz baja mirando con el ceño fruncido por la ventanilla de su derecha-dime lo que querías preguntarme antes de que sentencie la ley de hielo.
-¿Por qué me llamas Ni-ni?, es un apodo infantil, y no estoy en la guardería contigo.
-¡No estoy en la guardería!...- infla las mejillas, haciendo sus típicos pucheros-¿acaso hay algún problema con que te llame así?, si lo hay dejaré de hacerlo, solo dímelo-se cruza de brazos sin retirar la mirada de la ventanilla.
-No, no hay ningún problema con el que me llames así, solo tenía curiosidad de saber porque me decías de esa manera, pero si no quieres decirme, está bien no hay ningún problema.
-¿Tenías curiosidad?, ¿cómo te llamo entonces?, ¿Jorge el curioso?
-¿Jorge el curioso?, ¿Quién es ese?
-¿¡Nunca lo has visto!? , es ese mico que le gusta explorar muchas cosas porque siente curiosidad de saber porqué son así o del porqué su nombre es tal-ella lo mira indignada, pero él niega con la cabeza al no saber de qué rayos está hablando-¡ES UN PROGRAMA PARA NIÑOS!
-Y me dices que no estás en la guardería-se burla Ninel haciéndola sonrojar y hacer pucheros.
-¡CALLATE ANCIANO!
...
-Recuerda, actúa como tu hermana no te pongas nerviosa, el director se lleva muy bien con Vanessa así que te hará algunas preguntas de las cuales no tuve tiempo de hablarte, así que solo evádelas con otras preguntas personales como por ejemplo...¿Cómo está tu familia? O ¿Dónde has comprado esos zapatos tan elegantes?
-¿Qué clase de persona es ese hombre, ése tal director, y porque se lleva tan bien con mi hermana como para yo hacerle preguntas tan personales y todo eso?-Ninel y Valeria caminan a paso rápido pasando una plaza, llegando a unas largas escaleras frente a un edificio gigante muy moderno y sofisticado con unas grandes letras en lo alto que decían "corporación TV mundial"-¿tengo que subir todo eso?-señala con horror las escaleras frente a ella.
-Si todos y cada uno de los escalones que están allí-Ninel la agarra de la mano para ayudarla a subir los primero escalones-el director se llama Daniel, ya te lo había dicho en el momento en que te daba las indicaciones de lo que tenías que hacer cuando estuvieras frente a él, pero como es de extrañar tú te encontrabas viendo la casa de Mickey mouse y casi no me pusiste atención.
-¡No me juzgues el maldito ratón ganó mi atención antes que tú!