Una modelo en apuros

23; ¿Caprichos?

Salgo al pasillo con la mandíbula tensa, dudando sobre si quiero oír lo que sea que Dylan tiene que decirme.

-Antes de nada, lo siento. Siento haberte apartado de mí como lo hice aquel día. No sabes cuánto me arrepiento...

-El pasado, pasado está. No intentes hacer nada para cambiarlo porque nunca lo conseguirás -cito.

-Lo sé, pero siempre se puede intentar arreglar algún error cometido en ese pasado.

-Dylan, deja de hablar de errores, porque el único error que yo cometí fue pensar que significabas algo para mí. Ya me he dado cuenta de que simplemente eras un capricho, y es que soy tan jodidamente caprichosa...

Sus facciones se endurecen en cuanto acabo la oración.

-Un capricho -repite.

-Un jodido capricho, sí.

Sus puños se aprietan y su mandíbula parece apunto de explotar. Noto el enfado irradiando por los poros de su piel.

-Dylan, lo sien... -pero no logro acabar de hablar, puesto que me corta.

-No te disculpes. Tú también lo fuiste. No me acosté contigo porque sabía que te tendría que estar viendo durante todo el viaje. Si no, solo hubieras sido una de las tantas chicas que hacen cola para divertirme una noche. Y ahora, si me lo permites, tengo cosas que hacer -y con las mismas, se da la vuelta y me deja sola en el pasillo.

Mis ojos están tan cansados de llorar hoy así que simplemente me siento en un sillón que hay en el pasillo. No entiendo por qué me ha dolido tanto lo que me ha dicho, ya que prácticamente queríamos lo mismo el uno del otro. Aún asi no permito que mis ojos suelten ni una lagrimita, no quiero deshidratarme del todo.

De pronto sale mi madre al pasillo, y mis labios fuerzan una sonrisa de inmediato, ya que lo último que quiero es alarmarla con mis tonterías.

-Cariño, id a casa. Ya mismo le dan el alta a tu hermana, no te preocupes.

-Pero mamá, no puedo dej...

-Lily, vete con tus amigos. Necesitas descansar un poco.

-Está bien, pero mañana vuelvo después de desayunar.

-Como quieras, pero esta noche descansa.

En ese momento salen Ethan y Alex de la habitación y me sonríen.

-Nos vamos a mi casa -los informo.

-De acuerdo -asiente Alex.

-Voy a despedirme de Evelyn.

Entro a la habitación en la que solo se encuentran mi padre y mi hermana. Me acerco a su cama y me inclino para darle un beso en la frente.

-Mañana vuelvo, pequeña lagartija. Pórtate bien, eh.

-Adiós, Lily. Te quiero -murmura con sus ojos castaños mirándome fijamente.

El corazón se me derrite por un momento.

-Yo también te quiero, Evelyn. Adiós, papá -me despido de él dándole un beso en la mejilla.

Salgo del hospital acompañada por los dos chicos, ya que Alex llamó a Dylan pero no le dio muchos detalles, solo que ya nos veríamos mañana. Llamo a un taxi y en menos de quince minutos llegamos a casa.

-¿No habéis traído nada? -pregunto mientras introduzco la llave en la cerradura de la puerta.

-Mierda, nos hemos dejado las mochilas en la habitación de Evelyn -dice Ethan, dándose una palmada en la frente.

-Bueno, no os preocupéis. Creo que tengo ropa de chico.

Alex suelta una carcajada, pero Ethan simplemente me mira interrogante.

-Lily, Lily... -murmura el moreno.

-No preguntéis y seguidme -digo conduciéndolos hasta mi habitación.

Hacía tiempo que no entraba un chico aquí, exactamente desde que terminé con Reuben, mi último novio. No es que haya tenido muchos, tan solo he estado con tres chicos en serio, pero la verdad es que Reuben dejó huella. Justamente de él es la ropa que pienso dejarles a los chicos. Siempre se la dejaba olvidada cuando se quedaba a pasar los fines de semana en mi casa, y nunca se la devolví.

Me dejo caer en la cama, y Alex se sienta a mi lado. Es el pelinegro el que comienza a mirar fotos de cuando era pequeña. Coge una en la que llevo puestas unas gafas de sol que tapan casi toda mi cara, y mis labios están arrugados formando unos morritos muy graciosos.

-¿Por qué sigues aquí? Yo te hubiera comido en esta foto -dice soltando una carcajada, a la que nos unimos Alex y yo.

-Diva se nace, no se hace -añade Alex, para que nos riamos más todavía.

-Por cierto, ¿sabéis si Dylan va a venir a dormir? -les pregunto mordiéndome el labio inferior.

-Dylan, cierto. ¿Qué ha pasado, Lily? Lo llamé y me dijo que se quedaría en casa de un amigo suyo que vive cerca, y parecía entre cabreado y decepcionado -habla Ethan, con sus ojos azules penetrando directamente en los míos.

Muerdo mis uñas con nerviosismo, sabiendo que no puedo mentir, pero tampoco decirles la verdad. Encima, con Alex aquí, es mucho más complicado.

-Que siempre tiene que conseguir lo que quiere, y cuando no lo hace, se cabrea -resumo.

-¿Y qué es lo que quiere conseguir ahora? -pregunta el moreno.

-A mí -se escapan las palabras de mis labios.



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En el texto hay: novela juvenil, verano, modelos

Editado: 12.11.2018

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