- ¡Bien! ¡Pues me voy por ahi! - Salgo de casa tras pasar una semana infernal obedeciendo al demonio que poseyo a mi madre.
Me dirijo al unico lugar que conozco de memoria, el parque de la tortuguita, no se porque se llama así, ni siquiera una estatua de tortuga tiene, pero bueno. Recuerdo pasar la mayor parte de mi vida ahi, jugando con mis amigos o lo que crei que eran; me siento en la hamaca, y comienzo a balancearme, el aire refrescante del verano se hace presente. Eso es lo chistoso, aqui es verano mientras en el idilico mundo perfecto es invierno en navidad.
Deben haber pasado unos cuantos minutos hasta que llega un grupito de chicos a jugar futbol en la cancha de al lado acompañados de un chico que al verme se queda anonadado, o eso creo, desde aqui no lo noto. Pero se acerca quizas lo conozco.