Lo amaba, lo juro por mi coleccion de Daniels Steel, hacia tantas cosas por él y viceversa... bueno no, solamente mi patetica ilusion.
Siempre estuvieron ahi, los indicios de que nunca me amo, de que tenia a cientos de chicas agregada en su celular, de que mentia al decir que iba al cine y terminaba llendo al boliche, de que siempre me seria fiel cuando jamas penso en mi mientras se acostaba con otras.
Hace mucho lo sabia, pero fue en estas epocas en que abrí mis ojos, ese fue mi regalo de navidad, verlo borracho comiendose a besos a una chica igual de ebria que él; ese día, con los rayos de un bello amanecer, le tire una piedra a su cara y le grite desgraciado...
Me pregunto si la piedra le llego.