- ¡La cena esta lista!
Los gritos de la suegra de mi hermano inundan su casa, Maria, su prometida, nos guia por el pasillo de su hogar hasta el comedor decorado con un candelabro moderno y los manteles navideños tipicos. El ajetreado sonido de la cocina hace que nos tomemos nuestro tiempo para elegir donde sentarnos, los pequeños primos que ahora tengo juegan y se dirigen a otra habitación, alejados de nosotros, los adultos.
Ojala fuera una niña, para alejarme de la escena que estoy presenciando, la de Maria asustada y llorando atras de mi hermano mientras su madre empieza a arrojarle los cubiertos.
Y ese es el momento, la felicidad de ellos se acabo.