Una Navidad Con El Duque Amargado

Fiesta

Él silencio en él salón era tenso, entre las frías y altivos miradas de las madres y sus hijas, dejando claro que no habían ido a jugar y estaban dispuestas a ganarse al duque, todas excepto Abigail que estaba más entretenida mirando la bella arquitectura del castillo que él duelo de miradas.

─¿Hay esperanza? ─ preguntó Tania, la esposa de Joseph ambos, trabajabarón para él antiguo duque y estuvieron cuando Franco nació, para ellos era cómo su propio hijo y esperaban de verdad que ya encontrara una esposa, no solo porque estaban seguros de que si él dejaba de ser el duque se quedarían sin trabajo, sino también porque querían que él encontrara a una buena mujer y tuviera una familia. 

Desde la muerte de sus padres no había sido el mismo solo se ocupaba del trabajo y nada más ni siquiera salía de fiesta con otros hombres o siquiera se le sabía si frecuentaba a alguna mujer de algún bar,  nada, se había vuelto muy solitario y amargado, justo lo que los había llevado a la situación en la que estaban.

─Al parecer hay una ─ le contestó él en un susurro mientras miraban cómo franco entraba en la habitación y Lady Given, su hija y lady Delancy y su hija se levantaron de inmediato a recibirlo, mientras que Lady Esmeralda y esa hija también se levantaron pero no con tanto entusiasmo. 

─Es la pelirroja, ¿cierto? ─ preguntó Tania con interés.

─Si, su interés es  notorio ─ comento y esperaba que ese interés fuera suficiente para que se diera la oportunidad de conocer a la joven.

─Buenos días, Ladys ─ saludo Tania entrando en él salón ─ ¿les gustaría algo caliente para beber?, ¿te?, ¿chocolate?─ preguntó ella servicial.

─Te ─

─Te ─

─Te ─

─Cho...─ quiso decir Alicia, pero su madre la miró en advertencia, no quería que su hija comiera o tomara nada que la pudiera hacer subir de peso y que el duque no le gustara ─ té ─ dijo ella siguiendo los deseos de su madre. 

─Un té ─ elijo Esmeralda. 

─Un chocolate, por favor ─ dijo Abigail.

Tiene una voz muy linda, pensó Franco.

─A mi también tráeme un chocolate Tania por favor ─ le pidió él, ella hizo una reverencia y se fue ─¿Cómo estuvo su viaje? ─ preguntó Franco a nadie en específico.

Él problema de tener a tantas mujeres juntas era que se le dificultaba un poco que quería tener su atención en una en especifico, pero no debía olvidar que habían más presentes y no debía ser descortés, además de que solo quería tener su atención en Abigail.

─Fue muy tranquilo ─ dijo Lady Given y su hija asintió de acuerdo.

─Recorrimos lugares muy lindos, pero no tanto cómo su castillo duque ─ dijo Lady Delancy.

─Sí, es un lugar precioso ─ segundo su hija.

─Es una lástima que no tenga ningún adorno navideño, y él lugar se siente muy frío ─ comentó Abigail en tono distraído mirando él techo, era precioso, podría mirarlo por horas y no se cansaría de verlo.

─Siempre celebro la navidad con mis padres, en familia, pero después de que no están deje de hacerlo ─ contestó él y fue cuando Abigail lo miró, ya que no lo había hecho en todo él rato. Su madre la pellisco con disimulo, para que pensará mejor antes de contestar.

─Lo siento no quise ser grosera, con usted duque ─ se disculpó ella, había prometido no hacer comentarios inapropiados, pero no lo podía evitar, las palabras simplemente salían de su boca sin poder evitarlo.

─No lo ha sido Lady Abigail ─ dijo él ─ además cómo tengo tan bellas invitadas y que una de ustedes sera mi futura esposa, eso cambiara y en los siguientes días se harán decoraciones y para navidad se celebrara una fiesta ─ dijo él dejando sorprendido a Josehp ya que no sabía nada de eso, ¿él cuando había pensado en eso?.

Ni él mismo Franco entendió porque  dijo todo eso, pero tampoco no era mala idea, en especial lo de la fiesta, pero era lo mejor, porque así le dejaría claro a su tío y primo que ya tenía esposa y no le iban a quitar todo por lo que había trabajado.

─Es una idea estupenda duque ─ dijo Lady Given, todas estuvieron felices con la noticia.

─Si, mi hija y yo estaremos encantadas en ayudar para la decoración de su castillo, si no los permiten ─ dijo Lady Delancy.

─Son mis invitadas, están aquí para disfrutar ─ dijo él.

─A mi hija y a mí no hay nada que nos complacería más ─ dijo Lady Given.

─A nosotras igual ─ dijo Lady Delancy mirando mal a Lady Given ya que se le había adelantado.

─Un gran árbol con adornos y luces se miraría muy bien en aquella esquina ─ comentó Abigail. Ella parecía que estaba ahí, pero al mismo tiempo no estaba, porque escuchaba todo lo que decían los demás, pero no estaba del todo interesada en la conversación y solo hacía un comentario ocasional cómo ese.

─En unos días lo traerán y lo podrá adornar cómo más le guste ─ dijo él y Tania llegó con otra ayudante que les trajo sus té y chocolate.

Él rato continuo en conversación trivial, donde Franco escucho todos los elogios y halagos de las madres acercas de sus hijas y lo sumamente talentosas, además de ellas mismas se exaltaban de sus talentos. Todas, exacto Abigail, que apenas decía una palabra o dos, solo se quedaba mirando él techo o por alguna de las ventanas hacia él jardín.

Después de casi una hora, Tania las llevó a sus habitaciones, todas eran habitaciones dobles que se conectaban directamente una con la otra, así las madres estarían al lado de sus hijas.

─¿De verdad se hará una fiesta en noche buena? ─ preguntó Josehp, cuando ambos estuvieron en solos en él estudio de Franco.

─Si, se hara la fiesta y desde mañana que empiezen a sacar todas las decoraciones para que decoren él castillo y que también busquen él árbol de navidad más grande que encuentren ─ indico él.

─Es impresionante lo que ha logrado esa joven con un simple comentario ─ comentó Tania entrando en él estudio.

─No fue por lo que ella dijo ─ nego él.




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