Una navidad con mi ex (otra vez)

Batalla Navideña en el Supermercado

Capítulo 4 –

El supermercado era un campo de guerra disfrazado de pasillo navideño.
Luces brillantes, villancicos de fondo y personas corriendo de un lado a otro con carritos llenos de desesperación: la Navidad estaba oficialmente en su punto más caótico.

Liam y yo nos miramos, exhaustos pero determinados.
—Emma… —susurró él, con la voz temblorosa—. Esto… esto es peor que el caos en nuestra cocina.

—Sí —dije, arqueando una ceja—. Pero aquí hay más espacio, más pasillos… y menos humo. Ahora vamos a dividirnos. Tú de un lado, yo del otro. Si vamos juntos, no alcanzaremos a encontrar nada.

Saqué un bolígrafo de mi bolso mientras anotaba meticulosamente la mitad de los ingredientes en una lista para él y me quedaba con la otra mitad.

—Listo —dije, dándole la mitad de la hoja—. Ahora ve.
Liam la miró, sus ojos abiertos como platos.
Cuando tomó la lista, frunció el ceño.

—“Vino de trufas blancas añejado” —dijo, levantando la hoja con horror—. ¿En serio, Emma? ¿Cómo se supone que voy a encontrar esto? ¡Ni siquiera sabía que existía!

—¡Sí puedes! Además, anoté lo más fácil para ti —le grité—. Si no lo consigues, no habrá cena de Navidad perfecta con nuestros padres. Así que, ¡muévete!

Liam asintió resignado y se perdió entre los pasillos.
Yo respiré hondo y empecé mi búsqueda.

Primero parecía que todo iba relativamente bien.
Pasillo por pasillo, levantando latas, revisando frascos, tachando elementos de la lista. Mi corazón latía con esperanza: quizá, solo quizá, lograríamos tener nuestra perfecta cena de Navidad.

Hasta que llegué al ingrediente marcado como “indispensable”.
No estaba.
Y mi corazón se detuvo.

—No… no puede ser… —murmuré, entrando en pánico—. ¡No puedo fallar ahora!

Busqué frenéticamente, mirando cada estante, revisando cada góndola, y justo cuando empezaba a resignarme, lo vi: el objeto estaba en el pasillo solitario del otro lado.

Pero no estaba sola.
Una mujer, con carrito en mano y mirada feroz, también lo había visto.
Se detuvo a medio metro del estante, nos miramos.
Y ahí supe que esto sería… una batalla al estilo oeste.

Ambas comenzamos a caminar lento, calculando movimientos.
Luego más rápido.
Y finalmente… a correr.

—¡Esto es mío! —grité, mientras mis pies golpeaban el piso con fuerza.
Ella corría con determinación, los ojos fijos en el objeto como un halcón cazando a su presa.

Llegamos casi al mismo tiempo, pero logré agarrarlo por apenas unos centímetros.
—¡Mejor suerte a la próxima! —le grité victoriosa, levantando el objeto como trofeo.

La mujer me miró con furia.
Y entonces, con un movimiento rápido, me arrebató el objeto de las manos.

—¡Ladrona! —grité, empezando a perseguirla entre los pasillos.

Ella zigzagueaba hacia la caja, decidida a pagar y quedarse con él.
Yo recogí una naranja del suelo y se la lancé.
El impacto fue perfecto: ella tropezó y cayó al piso.

Recuperé el objeto y salí corriendo, jadeando y sudando.
Pero no terminó ahí.
La mujer se levantó, furiosa, y me lanzó un baguette directo a la cabeza.
Caí al suelo sobando la cabeza, pero con el objeto aún en mi poder.

La persecución continuó, entre pasillos, personas estupefactas y objetos volando.
Finalmente llegamos a la caja.
Con un último esfuerzo, logré quitarle el objeto y ponerlo sobre el escáner.

—¡Pagado! —grité, levantando el recibo como bandera de victoria.

Me eché a reír mientras hacía un pequeño baile de victoria, con el cabello desordenado y sudor corriendo por mi frente.
La mujer me miraba furiosa, mientras todos en la fila nos observaban como si estuviéramos locos.

Respiré hondo, enderecé el cabello y recuperé la compostura.
—Navidad 1, caos 0 —murmuré, guardando el objeto indispensable en la bolsa con reverencia.

Y en ese instante, mientras Liam me miraba con mezcla de admiración y terror, supe que la Navidad estaba oficialmente en marcha… y que la batalla por la perfección apenas comenzaba.

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Hellooouuu de nuevo yooo y esto se puso mejor jajaja porque qué es una navidad sin locura en el supermercado, creo que todos hemos vivido ese momento de desesperación en el supermercado donde a ultimo momento tenemos que ir a comprar cosas y el sitio es una selva, jeje nada más navideño que eso y Emma y Liam están experimentando lo más hermoso de la navidad jajaja y esto se pondrá mejor.



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En el texto hay: comediaromantica, romance, #navidad

Editado: 07.12.2025

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