Una navidad contigo

04

La respuesta de la elfa no hizo más que confundir a Philip, sin embargo, el seguía firme en su teoría. Solo busca una amistad, no tengo porque confundir eso.

         

Cada segundo, minuto, hora y días que pasaba, Ivi, no dudaba en saludar a Philip e ir juntos hacia el taller de santa, y provechar una que otra ocasión para tirarle indirectas al elfo, el cual quedaba más confundido que antes, su teoría de la “amistad” que Ivi buscaba, empezaba a flaquear y eso lo desconcertaba grandemente.

— Necesito aclarar las cosas con ella – la incertidumbre solo crecía más en él, debía, necesitaba, le urgía saber que era lo que Ivi buscaba de él ¿una amistad o algo más?

         

– ¿Ivi, puedo preguntarte algo?

– Claro

– Todas esas… indirectas e-emm… - los nervios lo abordaban, temía haber malinterpretado las intenciones de la chica, y que ella se hiciera una mala imagen de él – que… lo que quiero decir es q-que… con que in-intenciones e-emm…

– Por los dulces caramelos, pensé que nunca lo notarias – respondía ella, soltando una pequeña risa nerviosa – retomando tu pregunta, ¿qué intenciones crees que tengo? – menciono con una sonrisa en su rostro

Los nervios no lo dejaban formular una respuesta coherente y sin trabas. ¿Qué intenciones tenia ella? Si decía algo mal, perjudicaría la amistad que se había formado durante ese corto tiempo, y no quería estropearlo, era de las pocas compañeras con los que había formado un lazo “amistoso”.

– ¿Aun no quedo claro que me gustas o te tiro mil indirectas más? – pregunto Ivi sin borrar esa pequeña sonrisa que había formado en su rostro, tras ver la incertidumbre por la que pasaba el chico, no pudo evitar sentir algo de ternura ante sus gestos de pena y confusión – no le des muchas vueltas Phil, tú déjate conquistar, yo me encargo de hacerte feliz

 

Desde esa última conversación, Philip no apartaba su mirada de la castaña, antes no le había dado mucha importancia, pero por lo que había visto durante ese día. Ivi no es tan sociable como él creía antes, al contrario, se notaba a veces incomoda ante la insistencia de Bowie, un compañero elfo del departamento de diseño en taller, que aprovecha cada micro-descanso que había para ir y hablar con Ivi. A él le gusta ella. De aquello estaba seguro, aquel hecho no lo dejaba tranquilo.

Bowie es un elfo atento, determinado y algo arrogante. El hecho de que él estuviera rondando por Ivi, le molestaba un poco, no solo por la continuidad y fluidez con la que hablaba con ella, tenía celos no lo negaba, y el hecho de que quisiera pasar a algo más con ella, no le agradaba en lo mínimo. Aunque si ella decidía ceder ante la conquista de Bowie, no la culpaba, el mismo no se consideraba ni un rival contra él. El resultaba un mejor partido si de elegir se trataba, él iba decidido a todo, al contrario de él, que duda mucho.

 

– ¿Philip, por qué no me esperaste? – pregunto Ivi, al ver que Philip se marchaba sin detenerse a esperarla, como había hecho días anteriores

– ¿No ibas a ir con Bowie? – su voz sonó mas a reclamo que a una pregunta y se dio cuenta luego de haber soltado esas palabras, se arrepintió de haber hablado así, dejo que su molestia le ganara

El haber visto como Bowie se acercaba inmediatamente a ella, le incómodo y eso no basto, el haber escuchado decir “¿te acompaño a tu casa, Ivi?” le había molestado un poco, ya que varios, incluso el mismo Bowie, los había visto irse juntos, y aun así se lo pregunto, como si ella se fuera sola. Él no se había detenido a escuchar su respuesta y se fue de ahí.

– ¿Con Bowie? Y ¿Por qué habría de ir con él?

– Había escuchado que se ofreció a acompañarte – susurro Philip avergonzado por su anterior tono de voz

Las intenciones de Bowie no pasaban desapercibidas para Ivi, ella ya sabía de estas, y cada ocasión que tenia se lo dejaba en claro “me gusta alguien más” pero, a Bowie eso no parecía importarle.

— Algo bueno sale del coqueteo de Bowie – pensó ella – … un Philip celoso…

Esos pensamientos traicionaron su cara seria, la cual había puesto para hablar seriamente con Philip, pero no funciono y no pudo evitar que se formara una sonrisa en su rostro.

– Phil… Si yo quiero contigo, no te preocupes de quien quiera conmigo, ¿vale?

        

          

        




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