UNA NAVIDAD DE TENIS.
Aquella mañana Ben se levanto con un poco de pereza, debía ir al colegio como todos los días pero en esta ocasión harían algo diferente, se visto y bajo al comedor donde se encontraba su mamá esperándolo para desayunar.
-Mamá, ¿Por qué yo no tengo abuelitos?- Le pregunto Ben un tanto nostálgico.
- Bueno- dijo la mamá, -tu abuelita Elvira murió antes de que tu nacieras, tu Abuelita Felicitas y tu Abuelito Álvaro murieron cuando tú eras muy pequeño y por eso no los recuerdas, aun no cumplías ni un año, por eso no los recuerdas, y tu Abuelito Marcos se fue a vivir lejos de nosotros, casi no lo visitamos, y cuando murió solamente fui yo a su funeral, así que se puede decir que no lo conociste, pero ¿a qué viene esa pregunta?
-Es que hoy iremos a visitar un asilo de ancianos, y no sé cómo será, todos en el salón cuentan sobre sus abuelos, y yo no sé que es tener uno, me siento un poco extraño al tratar con viejitos-
-Todo estará bien- Lo animo la madre, todas las personas sin importar la edad queremos lo mismo, amor, comprensión, cariño, veras que cuando los trates no tendrás problemas-
Benjamín es un niño de 13 años que vive con sus padres en un pequeño lugar lejos de tanto ruido, smog y bullicio, siempre ha sido serio y estudioso, ese día el colegio donde estudia los llevaría a un asilo de ancianos para compartir su compañía y algo de comida con los abuelitos que están solos.
Al regresar a casa su mamá le pregunto:
-¿Cómo te fue? ¿Qué hicieron? ¿Por qué vienes descalzo? ¿Te asaltaron? ¿Dime quien te quito los zapatos? ¿Estás bien?
El contesto:
-No te enojes conmigo mamá, te voy a platicar que paso, ¡me fue Bien! Comimos con los abuelos, les hicimos platillos especiales pues no pueden comer muchas cosas, en esa casa nos dejaron entrar a su cocina y junto con los abuelitos cocinamos cosas que les gustan a ellos, después lavamos los platos y dejamos todo limpio mientras ellos preparan muchos juegos de mesa, jugamos de todo un poco, domino, ajedrez, cartas, nunca pude entender cómo se juega ajedrez, pero Raúl, el señor que elegí como abuelito, me dijo que puedo ir a verlo y así me enseña, de verdad me gustaría ir, así que veré si puedo regresar, claro, si ustedes me dejan, hablamos mucho, nos contaron historias increíbles, algunos de ellos fueron personas muy importantes en el país, viajaron mucho, conocieron otros países, viajaron en avión, barco y ¡hasta en globo!, tienen muchas historias maravillosas y anécdotas divertidas, muchos de ellos viven ahí porque su familia no puede cuidarlos, casi no los visitan, eso es triste pues son personas que saben muchas cosas, ¿porque yo no tengo abuelos? Mamá,
Continuara….
Elizabeth Ugalde.