Una no historia feliz

CAPITULO 2

Jordán es un chico muy sociable, le encanta las caminatas y justo ese día se encontraba caminado, conociendo la ciudad a la que se había mudado. Acaricio a un perro que pasaba pero algo le llamo mucho la atención.

Vio a una chica sentada en un banco, arrugo la nariz por el mal olor que ella desprendía. El escuchaba como esa chica sollozaba. Se le acerco a pesar del mal olor.

—¿Te encuentras bien?

La chica levanta la mirada, Jordán se sorprende al ver la enorme cicatriz que le adorna el hermoso rostro de la chica. El le da una sonrisa alentadora a la muchacha para que no le tenga miedo. El es muy observador y se dio cuenta del miedo que la chica tenía hacia lo que el pensaba de su cicatriz.

—¿Estas bien? — vuelve y pregunta.

Mara no puede siquiera asentir, sabe que esta mal. Tal vez si se confesara con el desconocido le haría sentir mejor, digo ella ya no lo volvería a ver y no la juzgaría.

Jordán se queda estático, sorprendido por lo que la chica hizo, ella se abalanzo hacia el abrazándolo y lloro en su pecho empapando de lagrimas su poloche favorito. El se limito a consolarla y decirle que todo va a estar bien aun sin conocer lo que le pasaba. Después de cinco minutos la chica se separo bruscamente de el y lo miro horrorizada.

—perdón —se apresuró a decir— no era mi intención hacer esto lo siento.

—Descuida no hay problema—le sonríe— Pero tengo curiosidad por saber ¿Qué fue lo que te hicieron?

Ella baja la cabeza y sus ojos vuelven a aguarse, el no sabe porque pero extiende su mano la toma por la barbilla y le alza la mirada haciendo que sus miradas choquen.

—No bajes la mirada, el mundo no se puede perder tu belleza.

Sus ojo marrones se conectaron con los grises de ella. Se produjo una conexión inmediata como si sus ojos la pudieran reconocer, con una química que desprendían de solo mirarse.

Mara al sentir que el chico genuinamente se preocupaba por ella sin siquiera conocerla le cuenta todo lo que le pasa en el colegio, el maltrato que sufre de sus compañeros por su cicatriz y su cuerpo y la forma en la que la agredieron hoy. Volvió a llorar y el volvió a consolarla.

—No tienes que llorar por ellos, no se lo merecen—le sonrió— tu cicatriz es lo mas exótico que he visto en mi vida y eso te da una belleza única.

Ella le da una pequeña sonrisa que le hace iluminar sus ojos.

—Muchas gracias, no sabes lo mucho que me ayudaste, desconocido

El chico se sonroja dándose cuenta de que fue mal educado y no le dijo su nombre. Su madre le enseño muy bien como ser educado.

—Ho lo siento— estira su mano hacia ella — me llamo jordán.

—Mucho gusto jordán, soy Mara.

—Hasta tu nombre es hermoso.

Ella desvía la mirada en una clara señal de vergüenza. Ambos se quedan en silencio mirando el atardecer, pero Mara se levanta de repente y abre sus ojos a mas no poder.

—No puede ser, ya está muy tarde— pasa sus dos manos por su cara—Mi padre me va a matar.

Jordán abre sus ojos horrorizado porque sabe que el también llegara muy tarde a su casa y su madre lo va a regañar. Esa señora podía dar mucho miedo cuando se lo propone.

—¿Por dónde vives? Te puedo acompañar.

Jordán se levanta y cómicamente se da cuenta de que es unos centímetros mas alto que Mara. El pone sus brazos dentro de los bolsillos de su pantalón. Mara lo mira sin comprender al principio ya que quedo hipnotizada con el movimiento del chico.

—Vivo a dos calles de aquí—termina contestando.

—Pues vamos me queda de paso.

Juntos emprenden camino a sus casas manteniendo una conversación amistosa donde los dos conocen del otro y se dan cuenta de que tienen mucho en común. Entre risas y bromas llegan a la casa de Mara. Se paran en la entrada y se miran fijamente con una linda sonrisa de complicidad.

—Fue un placer escoltarla hasta su castillo princesa— Hace una desastrosa inclinación

—Era lo menos que podía hacer al salvarme, sir jordán—le hace una reverencia con las manos a los lados simulando que tiene un vestido.

Los dos sonríen y se despiden con la mano. Cuando jordán llego a su casa casi ni pudo escuchar el regaño de su madre por estar pensando en Mara, tanta fue su fascinación por ella que tomo un lápiz y un papel y empezó a plasmar su hermosa cara. Empezando por su gran atractivo que es la cicatriz.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.