Una no historia feliz

CAPITULO 4

Todo a su alrededor sucedió en cámara rápida. Jordán entro a la enfermería corriendo, encontrándose con su tía Abigail, él le conto lo que paso y juntos llamaron a una ambulancia, Abigail fue a hablar con el director quien llamo al padre de Mara y en un santiamén la llevaron a un hospital.

Paso una semana de eso. El se siente un robot, todo lo hizo mecánicamente como si no tuviera vida. Es sorprendente la manera en la que uno se conecta con alguien en tan poco tiempo. Mara llego a su vida en un santiamén, no la busco ella apareció de la nada y conecto con ella de una manera especial. Ella fue la chica que le devolvió la inspiración y la ganas de vivir después de la muerte de su hermano.

Es por eso por lo que está muy preocupado con ella, quiere ir a verla en el hospital pero nadie le dice nada. Solo tiene una oportunidad y una sola persona. Su tía es la única persona que tal vez le pueda dar información de Mara. El se encuentra en la enfermería esperando a que su tía entre. Cuando la puerta es abierta y ve a Abigail entrar.

—¿Dónde esta Mara? ¿Se encuentra bien? ¿Puedo ir a visitarla?

El suelta muchas preguntas sin dejar que su tía le pueda responder. Abigail ya fastidiada con su actitud le da un golpe en la nuca haciendo que el racionara.

—cálmate de una vez y déjame hablar

—Lo siento— se sonroja— estoy muy preocupado por ella.

—mmm comprendo pero no sé si ella quiera que tu la visite.

—¿A qué te refieres?

—Ella no se encuentra bien. Esta muy delicada de salud

—¿Qué es lo que tiene? ¿No es un resfriado?

Ella suspira sabiendo que esto será difícil de decir.

—Ella tiene cáncer, Jordán.

Jordán se queda en shock. Él no podía creer eso, ella se veía tan sana y feliz. Después de unos minutos el reacciona.

—Con más razón, ella no debe pasar esto sola— se acerca a su tía— quiero ir a visitarla.

—Está bien, hoy después de clases te llevare.

Jordán sale satisfecho y ansioso. Se paso la clase entera mirando la hora en espera de que despacharan para ir a ver a Mara. Cuando el timbre sonó el salió despavorido hacia la salida donde encontró a su tía. Entraron al coche y se pusieron en marcha hacia el hospital. Cuando entraron Abigail se fue directo donde el papa de Mara, él lo reconoció ya que ella era muy parecida a él. Ambos se saludaron y jordán le pregunto si podía entrar a verla. El padre solo asintió.

El camino hacia la puerta y la corrió encontrándose con Mara mirando a través de la ventana, esta sentada en la cama y lo mas impactante de todos es que esta vez tiene el cabello rapado. En su mente el guardo ese recuerdo para poder dibujarla y retractarla para siempre para que nunca se le olvidara el hermoso rostro de ella.

—Wao, ahora si que te vez muy exótica —decidido romper el silencio

Ella se volteo rápidamente al escuchar la voz de él. Se sorprendió mucho al verlo, tanto que sus ojos se aguaron y una hermosa sonrisa ilumino su mirada. El se acerco y la abrazo. La extrañaba mucho. Se acostumbro a escucharla hablar.

—No llores Mar, recuerda que yo siempre estaré para ti.

—Es que no lo entiendes, nunca te dije de mi enfermedad porque quería pasar mis últimos momento feliz, asiendo algo que yo quería pero…— solloza en su hombro— Yo creo que estoy enamorada de ti y ahora me voy a morir.

Jordán la agarra de los hombros y la separa. La mira fijamente y se queda nuevamente sorprendido, al parecer hoy es un día de muchas sorpresas ya que el no se esperaba eso. El le da una sonrisa ancha mostrando toda la alegría de su cuerpo. El también estaba enamorado de ella. Se quedo hipnotizado con la belleza de ella. El sin darle una respuesta se acerca a ella y la besa. Un beso agridulce llena de tristeza y felicidad.

Al día siguiente en la escuela jordán estaba sentado en el comedor entusiasmado con su nueva relación con Mar, el sabe que ella en cualquier momento se iba a morir y eso no le importaba ya que la iba a ser feliz lo que resta de su día. Su tranquilidad es eclipsada por la llegada de Elizabeth.

—Es una pena que la tonta de Mara te haya abandonado pero te doy la oportunidad de redimirte y sentarte con nosotros.

—No se de que me hablas, no me interesa ser amigo de una abusadora como tú. Sabes que tengo algo muy importante que decirte y no solo a ti— Se levanta de su asiento y se sube en una mesa y habla fuerte para que todos lo escuche— todos ustedes me dan vergüenza, se pasaron todo su vida asiéndole maldad a una pobre muchacha que no les hizo mal y ahora ella esta en el hospital batallando por vivir un día más, mientras que ustedes que son unas persona sin conciencia tienen toda la vida por delante. A veces la vida es injusta con quien no debería. Arrepiéntanse de lo que le hicieron porque el karma existe y ese será su peor castigo.

Todos aguadan silencio. Esta declaración los tomo por sorpresa, ellos se sienten monstruos y con justa razón, ellos molestaron a alguien que no les hizo nada y que solo merecía comprensión y amistad nada más. Desde ese día algo cambio dentro de los estudiantes y decidieron cambiar por su bien y el de los demás. Buscaron una manera de redimirse.

 




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