Una vez más, comencé una nueva etapa, un nuevo yo, es como volver a nacer, después de vivir ciertos episodios algo extraños, donde mis sueños comenzaban a invadir mi realidad, donde mis miedos parecían hacerse cada vez más reales, solo bastaba en tener una buena amiga y una pareja que me motivaran a salir adelante... Pero creo que quien me dio la energía para salir de todo esto, fue mi hija, aquella mujercita que con sus ojos brillantes y claros, con su sonrisa tan deslumbrante y con su energía tan positiva, me hizo ver que tengo una gran responsabilidad en este mundo... Pasaron los días, regrese a trabajar, rápidamente entre a la oficina donde estaba mi jefa y me disculpe con ella por lo ocurrido días atrás, le dije que había tenido un pésimo día y lo que menos quería era causar daño a nadie, ella lo tomó a bien y por un par de minutos estuvimos platicando hasta que llegamos a un acuerdo de paz, pasaron los días y las semanas, después de ir al turno de la tarde me movieron al turno de la mañana, después en la siguiente semana me movieron a la noche, cada uno de quienes me tocaban en el turno era de lo mejor porque podía platicar con ellos, olvidarme de mis problemas en casa y de aquellas experiencias que viví hace ya casi dos meses atras, pasa el tiempo tan rápido, mi madre por fin pudo regresar a casa, así como mi hija y yo, días alegres, días de juegos, descanso, trabajo, noches tranquilas donde mis sueños solo son recuerdos bonitos a lado de las personas que amo y de las cuales les tengo una gran promesa por cumplir, a mi madre le prometí llevarla de compras a su tienda favorita mientras que a mi hija le prometí llevarla a la playa a que conociera por primera vez el mar, esto gracias a una fotografía que vio de Elena la cual tenía en su cocina, Elena por otra parte tuvo que tomar una decisión grande, hace alrededor de dos semanas dejo la ciudad para ir a una nueva aventura en su trabajo, nos despedimos y antes de que ella subiera a su autobús me dio un abrazo y me dijo que jamás dejara de pensar en quienes amo y que no importa que tan lejos iba a estar ella, nunca me va a olvidar... Quien diría que después de casi dos meses de paz y tranquilidad comenzará a ver problemas ahora más graves...
NOCHE 1: VAGANDO ENTRE SOMBRAS
Un día desperté, al hacerlo me quedé viendo al techo, haciéndome un sin fin de preguntas sobre mi existencia y mis emociones, pues a lo largo de los días eh empezado nuevamente a sentir extrañas presencias en mi casa, ruidos en la cocina, golpes en las puertas, por momentos pensaba que se trataba de mi hija o mi madre limpiando, incluso pensé que sería aquel perro que mi hija adoptó, pero lo que me hizo ver las cosas diferente fue cuando mientras iba por un vaso de agua a la cocina, pude ver una sombra parada frente a mi, no veía su rostro pero sentía que me estaba observando, no era mi sombra ya que no estoy tan alta ni con vestidos extraños, era una mujer, una persona que trataba de decirme algo, pero que? Mis noches eran tranquilas, pero había ocasiones donde estas noches eran pesadillas, escuchar golpes en la puerta, en la cocina, como si alguien estuviese caminando arriba en el techo, hubo incluso un par de noches donde juraba escuchar voces de personas hablando afuera por el pasillo de mi cuarto y la cocina, le preguntaba a mi madre y ella no escuchaba nada, incluso mi hija me decía que estaba quedando "loquita" pues ella tampoco escuchaba estos ruidos, solo era yo y mi mente la que hacía la presencia de cosas en la casa, me levante de la cama y baje a la cocina para ver si mi madre ya había preparado algo de comer al bajar sentí un duro golpe en mi pecho el cual me hizo incluso caer de rodillas sobre uno de los escalones, mi madre de inmediato al verme caer no dudo en correr a ayudarme, me pregunto si estaba bien a lo que yo solo comencé a ver todo de color gris, mi vista se empezó a tornar borrosa y mi aliento se comenzó a acelerar, es como si tuviese un infarto pero aún podía respirar, mi corazón aun latía, solo era algo que me estaba ocurriendo, no sabía que era esto, pero solo quería que se detuviera, fue aquí donde escuche arriba de mi una voz la cual me dijo "Vengo por tu calma" al mirar hacia arriba no vi a nadie nisiquiera a mi madre, sin embargo poco a poco mi vista se fue apagando, solo quería sentarme para poder respirar y calmarme pero no podía, mis oídos zumbaban y no dejaban de molestarme así mismo mi cabeza sentía que iba a explotar... Al cerrar fuertemente los ojos, mis oídos dejaron de zumbar, mi cabeza dejo de dolerme y solo escuchaba a mi madre alterada pidiendo ayuda por teléfono, cuando volví en si me vi tirada en las escaleras vi que había sangre en los escalones, al moverme sentía un fuerte dolor y es que, al mirar hacia una de mis costillas, pude ver que de un lado estaba sangrando, mi madre al verme ya más tranquila corrió a abrazarme y a decirme que si estaba bien y si podía reconocerla, pues dice que en un breve lapso de segundos comencé a golpearme y a encajar mis uñas en mi cuerpo como si pidiera a gritos sanar este dolor y es que, fue un momento en el cual me desconecte de mi misma, no era yo, era alguien mas... Mire a mi alrededor y estaba poco a poco recuperando la vista, estaba sudando, me sentía tan mal de mi estómago, mi lengua estaba reseca y lo único que quería era ya poder sentarme y descansar mejor. Mi madre había preparado algo de comer pero después de lo ocurrido perdió el apetito y solo se quedó viendome para verificar que estaba bien realmente, llame al trabajo para decirles que probablemente no iba a ir por problemas de salud, ellos lo vieron como una excusa ya que me escuchaba tan bien que nisiquiera creían que acababa de tener un ataque mental, mi supervisor de igual forma me asesoro para que pudiera ser aceptada la justificación, por otro lado mi hija y mi madre eran prioridad aquí, no quería preocuparmas ni mucho menos hacerlas sentir mal por mi actitud, así que lo mejor que pude hacer fue pedir un permiso para mi trabajo y así poder estar más en casa y si era posible pagar una terapia para mi, solo así siento que podré salir de esta situación que tanto me está dando de que pensar. Paso el día y todo se fue tranquilizando un poco, podía sentir algo de paz en mi mente pero de igual forma sentía que me faltaba algo en mi interior, algo que no entendía que era, me miraba constantemente al espejo para entender que estaba pasando conmigo pero me veía muy normal, como una chica de mi edad, mire mi rostro, toque mi cabello, mire mis dientes, nada había cambiado dentro de mi, pero aún así, ¿Porqué me siento vacía? Porque tengo la sensación de estar en un lugar el cual no me pertenece? En todo el día no pasé de estar dando vueltas por mi habitación, era como si algo me intentase llamar, como si hubiese un lugar el cual eh visitado pero... ¿Será real? O acaso será un sueño? Necesito respuestas y creo que la psicóloga podría ayudarme en esto, pero además de tener pesadillas, esto es algo más allá que solo tener sueños y visiones, es como si no fuese yo misma, acaso estoy pasando por una etapa de cambios emocionales además de los que ya eh pasado? Mi alma me pide descanso, mi corazón me pide paz, pero no logro entender ni a quien hacerle caso, si a mi alma o a mi corazón, a quien debo de obedecer primero? Te hablo a ti, querido yo... Viendome al espejo solo podía hablar conmigo misma, preguntarme en que estoy fallando como mujer o madre, como amiga o hermana, ¿Qué estoy haciendo mal? Acaso hay una respuesta más psiquiátrica que lógica?. Agache la cabeza y solo di un fuerte suspiro, no tenía caso seguir hablando conmigo misma, si no puedo actuar de acuerdo a lo que debo hacer, esto es solo una prueba más de que mis emociones se están controlando por si mismas y no estoy llevando nada por el buen camino o el camino lógico. Samantha estaba en el turno de la mañana, por lo que al salir no dudo en ir a visitarme, estaba en mi habitación cuando ella llegó, la verdad es que no tenía nada de ganas para hablar con nadie, nisiquiera con mi madre, mi esposo salio de viaje por su trabajo y creo que estará fueras por cinco días, eso es mucho para mi, pues al minuto ya lo extrañaba y es que, la mente es una cosa tan brillante, que te hace recordar los mejores momentos con personas que no están ahora junto a ti, recibo sus mensajes pero, no es lo mismo estar lado a lado que estar a kilómetros de distancia, Samantha no dudo en subir a ver que estaba pasando conmigo, estaba recostada en la cama, con todas las sábanas hasta mi cuello, mirando hacia el techo pensando en un sin fin de cosas que nisiquiera se porque las estoy pensando, al verme en este estado no dudo en sentarse en la orilla de la cama, algo preocupada solo me veía, por mi parte solo miraba al techo hasta que decidí hablar...