Era una mañana cualquiera, me levanté como es costumbre de todos los días, desayuné y me fui a mi trabajo, actualmente tengo 22 años y nisiquiera se cómo es que sigo aquí, pero aquí sigo, como un adulto cualquiera. Mi trabajo es en el puente Internacional de mi ciudad, aquí junto al país vecino recibimos lo que este país envía, además de enviar lo que mi país elabora, no se porque es que estos últimos días me eh sentido extraño, como si ciertos eventos en mi vida se han estado mezclando para darme una lección de madurez, llegué a la parada de mi transporte y al llegar me senté un momento a esperar, mientras lo hacía me puse a ver mi celular, cada cosa que mis amigos publican y hacen, hace que mi día no suene tan abrumador, revise la hora y eran ya las 9:45 no faltaba mucho para que el transporte llegara, por lo que me levanté para no tener dificultades al momento que llegue, antes de subir al autobús recibí un mensaje por parte de mi madre al desearme un excelente inicio de semana, esto estaba empezando a sonar como a cualquier semana del año, me subí y me senté en los primeros asientos, saludé a mis compañeros de trabajo y me puse mis audífonos para distraerme del viaje que iba a ser un poco largo. Cerca de mi se sentó uno de mis amigos de confianza, empecé a hablar un poco con el, algo se sentía raro en mi, como si estuviera en una repetición de mi día a día, pero con una novedad diferente a la anterior. Mi amigo me saludo y de inmediato me dijo.
— Hey chaparro! Que tal estuvo tu fin de semana?. A lo que yo solo le respondí.
— Pues como cualquier otro fin de semana, un día de descanso y el otro a trabajarlo como buen empleado jaja.
Tomamos nuestra distancia y no dimos otra palabra más en todo el viaje, escuchando mi música solo me relaje e intenté dormir un poco en el camino a nuestro trabajo, algo en mi tenía una incomodidad que incluso en estos momentos ya no pude dormir, no logré dormir ni un poco más, sentía una presión y una clase de nerviosismo que no había experimentado en todos mis años anteriores, Heriberto un compañero que estaba sentado atrás de mi me dijo si me encontraba bien, quizás sintió mi vibra y pregunta por ello, le dije que todo estaba bien, solo que había tenido un mal sueño, era todo, viendo por la ventana miraba las casas, los autos pasar, los camiones de transporte, solo me preguntaba una sola cosa ¿Que es lo que me está pasando?. Llegamos al puente y al bajar le reúni con mis otros tres compañeros, ellos estaban riendo, pero se preocupaban por mi ya que mi estado de ánimo empezaba a disminuir, todos ellos me intentaron hacer reír, pero quizás sea por alguna enfermedad la causa por la cual me siento así, nada se sabe hoy en día, mi jefe de turno incluso me preguntó si me sentía bien, si no para regresarme a mi casa, le dije que todo estaba bien, todo iba a salir bien el día de hoy, me asignaron a un área la cual tiene poco trabajo, quizás lo hizo para que no hiciera tanto trabajo y pudiera descansar, mire a los compañeros de oficina y algo llamo la atención de mi, como si los hubiese visto en otro lugar que no es la oficina, incluso me acerque a uno de ellos y le dije.
— Amigo, una disculpa que pregunte esto pero, ¿No has salido a un lugar como un hotel, un lugar de reuniones?. A lo que el me respondió.
— Mmm... No, no eh ido a ningún lugar, de hecho este fin de semana nisiquiera salí, me tocó trabajar el sábado y el domingo estuve en el otro recinto.
Algo estaba mal, me aleje de ahí pero aún al hacerlo volteaba a verlo, solo para confirmar si era el quien había visto hace dos días en una clase de hotel, área de reuniones, no se, es extraño. Empecé a trabajar, mientras pasaban las horas me empecé a sentir más tranquilo, empecé a olvidar lo que estaba pensando en todo el camino y me enfoque en mi deber, solo era trabajar y olvidar lo que haya pasado en mi casa, dió las 12 pm, la 1 pm las horas iban volando, mi amigo el cual le decía "La foca" se acercó a mi área y empezó a hablar conmigo mientras enrollaba una mercancía que se había abierto. Se sorprendió que mis ánimos subieran, pues realmente me sentía algo raro a la hora de entrar al trabajo.
— Oye Héctor, realmente cambiaste en cuestión de horas, ¿Que tomaste? ¿Te sentías mal verdad? Te hacía falta trabajar jajaja.
– Nombre, como crees? Solo me sentía algo extraño, que por cierto, aún tengo esa duda, sabes cómo se llaman los compañeros de oficina? No todos, solo algunos de ellos que sepas quienes son?.
— Mil disculpas Héctor, pero solo reconozco a uno de ellos, ese alto se llama Cristopher, el resto si la verdad no sé su nombre, quizás si empiezas a olvidarte de nosotros y buscas hacer amistad con ellos puede que sepas quienes son, ¿No crees?.
– Puede ser, pero enserio, siento que a uno de ellos lo ví hace dos días en un hotel.
— DESGRACIADO!! A lo mejor y fue a hacer sus necesidades masculinas y tú ahí preguntando si ahí estuvo, si fuera yo tampoco te diría osea, no jodas! Jajaja.
– Quizás, pero la cosa es que se vio tan realista, su rostro, su caminar, pero no se veía que fuera con una mujer, solo estaba ahí solo, viendo a su alrededor...
Mientras tanto en la oficina
Clarissa: MISAEL!!!!
Misael: Que pasa Clarissa, ahora que es lo que pasó? Acaso capturamos algo mal? Envíe algo mal? Dime si fue algo mío y veré si lo resuelvo.
Clarissa: A no es nada de eso, bueno, enviaste un cliente que no era pero, solo en confianza, incluso tu Cristopher y tú Laura... Sabes cómo se llama el tipo que te pregunto si estuviste en un hotel?.
Misael: A... No, no se cómo se llama, es más, nisiquiera se porque llegó preguntando eso, yo ni salí, estuve aquí trabajando como cualquier otro día de trabajo de fin de semana, no sé si haya tenido una mezcla de sueño y realidad, a lo mejor de tanto verme la cara ya piensa que estoy en todos lados jajaja.