UNA NOCHE ESPERADA
Ella era una chica que no se permitía muchas cosas, sin embargo, el tiempo estaba a punto de acabarse y decidió hacer algo, algo que nunca habría hecho antes.
Conoció a un hombre muy guapo en internet era alto, con ojos negros, fuerte de sus brazos y de sus piernas, se derretía solo de verlo, le encantaba su sonrisa cautivadora y también le gustaba sentirse abrazada por esos enormes y fuertes brazos.
Una noche fueron a cenar y después la invitó a su departamento, estaba oscuro no veía nada, pero era mejor así pues le encantaba solo sentir, era como si tuviera los ojos cerrados, la tomó de la cintura y empezó a besarle el cuello suavemente al mismo tiempo que pasaba su lengua, sentía su respiración un tanto acelerada, la abrazaba fuertemente contra él como si temiera perderla, le susurraba al oído “quiero tenerte” “quiero sentirte mía”, estas frases le encantaban, mordía sus orejas delicadamente, besó sus ojos y sus labios hasta dejarlos rojos e hinchados, y con voz ronca le decía “te quiero” “te quiero tanto” disfrutó el momento, poco a poco empezó a quitarle su vestido de noche, dejó que resbalara lentamente sobre su piel hasta que cayó al suelo, la observaba y sus ojos brillaban, estaban en la alfombra de la sala, besó sus manos, sus pies y empezó a excitarla más y más pasando su lengua por todo su cuerpo poco a poco permitiendo que ella disfrutara hasta hacerla enloquecer y pedir cada vez más y más, se dejaban ir por el momento, ella soltaba pequeños gemidos de placer mientras empezaba a penetrarla poco a poco, se dio cuenta de que lo amaba y fue feliz por eso.
Terminando de hacer el amor, se acostaron en la cama viendo la luna por la ventana, se quedaron dormidos, ella despertó a media noche y lo observaba le dijo “gracias” al oído, lo abrazó y murió en sus brazos…