❈Se puede leer de manera independiente❈.
Marcellus
Mis ojos recorren cada párrafo con atención e incredulidad, los detalles son explícitos, el acuerdo se encuentra firmado por ella, no me sorprende, es una interesada que le succiona la sangre a mi padre como una sanguijuela, la conoció el mismo día que Astra vino al mundo. Desde que la encontró en ese callejón herida se dedicó a darle techo, comida y trabajo. Pienso que se aprovecha del buen corazón de mi padre, e incluso mi madre sospecha que son amantes. El olor a tabaco me enferma, papá y su feo vicio de fumar. No alcance a terminar de leer las sandeces que se encuentran plasmadas en el papel notarial.
Lo escuchó de sus labios, lo leo con mis propios ojos y lo vuelvo a leer, porque sencillamente no lo creo, mi progenitor me está jugando una broma de mal gusto. Mi cuerpo se tensa de inmediato cuando sus ojos grises brillan con malicia y en su rostro se dibuja una sonrisa burlona. —Padre, no puedes obligarme a casarme con ella, esa mujer es una desconocida, no soy beneficencia pública, tampoco necesito su caridad, ni la tuya. —Aprieto mis puños ante la retorcida idea de mi padre. —Mi hija no necesita una madre falsa que reemplace a la verdadera, tampoco necesito una esposa, menos a una que cumplirá su función una sola noche.
—Es lo más sensato Marcellus… Pronto viajarás al espacio ¿O piensas dejar a la deriva tantos años de trabajo? Estarán casados un año, solamente un año y compartirán una noche como marido y mujer, nada más que eso, además no intimarán.
Intento no flaquear. —Por mi hija lo dejaría padre, no será un sacrificio, dejaré la investigación y la agencia, perdió a su madre, sería un golpe muy duro que pierda a su padre estando tan pequeña… No me reconocerá al volver, no pienso abandonarla como lo hizo Grace. —Un nudo desagradable se formó en mi garganta, al enfrentar este tema mi estómago se revuelve. —Tiene tan solo tres meses de nacida, si me voy en este momento me perderé de su crecimiento. —Mi padre desliza un trago por el fino escritorio de cedro negro.
Solté el aire de mis pulmones de manera sonora. Estoy ofuscado. —Para eso la tendrás… Será tu esposa formal por una noche, pero realmente será su niñera mientras viajas al espacio y al volver se divorcian, ya que si no consuman su matrimonio, se anula. ¿Qué harás si Grace vuelve? ¿Si se la quiere llevar? Debes casarte, asegurar a tu hija, sabes bien que los abogados lo recomendaron, así la haya abandonado es su madre y…
Arroje los documentos. —Y nada, que intente volver que le arruinaré la vida por completo.
La idea de mi padre es retorcida, sin dudas es un excelente estratega, pero esto es otro nivel de frialdad, arreglo mi vida en un segundo con una desconocida ¿Qué le pasa? Además, lo dice como cualquier cosa, aunque sabiendo como es de meticuloso, la chica debió ser investigada previamente, no pondría a cualquiera a cuidar a mi hija, ama a su nieta con locura, la misma locura que hoy lo mueve a proponerme este absurdo.
—Es contraproducente, la pequeña se puede encariñar al punto que no me querrá. ¿No es un absurdo lo que pides? Se puede robar a mi hija, no entregarla. —Mi padre rueda los ojos. Está siendo infantil.
Ahora el demente soy yo por pensar que esa desconocida se puede robar a mi nena, es mi Astra, mi preciosa hija, nunca lo pondría en peligro.
—¿Te estás escuchando? Suenas patético hijo, los abogados tienen una función. Estos acuerdos, convenios o contratos como le quieras llamar han permanecido por siglos, que ahora crean en el amor a primera vista, es otra cosa, tu madre y yo nos casamos de esta manera y lo sabes, serían solamente cinco años y aquí nos ves después de veinticinco años amándonos con la misma intensidad que lo hicimos desde el primer día, además Luna…—Alzo mi dedo silenciando su voz. Para completar se llama Luna. ¡Bah! Qué absurdo.
—No creo en las mujeres, solamente en mi madre y mi hija. Hice un juramento —El resentimiento ensombrece mi corazón —Creí en esa y se fue abandonándonos, que me dejará a mí no es lo desagradable, que dejará a su hija de tan solo un mes de nacida fue cruel, bajo y detestable. No me pienso casar, no con una desconocida, dejaré la investigación, es mi sueño, pero ver crecer a mi hija es mi objetivo principal, Astra es mi universo, la única estrella que deseo mirar todas las noches antes de dormir.
Encoge los hombros con resignación, sin embargo, lo conozco bien, no se dará por vencido. —No todas son como Grace, fue tu decisión meterte con esa mujer cuando tu madre y yo te lo advertimos, e indiferentemente es la madre de tu hija, así se haya ido y Stella no tiene la culpa de tus decisiones erradas, no obstante, Luna es diferente, necesita este trabajo, porque eso es para ella, un acuerdo beneficioso, no por interesada, necesita conseguir a su hi…
Se queda en silencio analizando sus próximas palabras.
—Su estabilidad económica, es extranjera, la engañaron al traerla aquí ahora su estadía legal pende de un hilo, siendo tu esposa puede permanecer aquí, es buena muchacha, solo cena una noche con ella, no tomes decisiones apresuradas, es la mejor candidata para este empleo, es tu deber ser el primer astrónomo de la familia en ir a la luna y quizás te enamores de ella.
Dice esto con doble sentido, lo conozco bien, sonríe cuando se ve descubierto.
—Es tu responsabilidad cumplir el sueño de tu abuelo. Se lo juraste, prometiste que llevarías sus cenizas al espacio. —Sus ojos se nublan y mi pecho se oprime, claro que se lo juré, tener una hija no estaba en mis planes; sin embargo, nació mi preciosa hija y no me arrepiento de tenerla en mis brazos.