¿ Una noche? ¡jamás!

Capítulo 4 ❈Es un ogro, petulante y sexi❈

Luna 

Vine por un empleo, sin embargo, el dolor de su ausencia puede más, al verme colapsada el señor Faber se levanta y me envuelve en sus brazos, lloró con desesperación en su hombro, solo quiero conseguir a mi hijo, no deseo que me deporten, fui engañada como una tonta, Immanuel me envolvio a tal punto que su nombre es falso, su único objetivo era enamorarme, embarazarme y arrebatar a mi hijo de mi vientre. Me trajo a este país, dejé atrás a mi familia, ahora no tengo cara para ver a mis padres, los decepcionarían mis mentiras, mi mala cabeza, soy un fraude, ellos se llenan la boca diciendo que su hija la administradora vive feliz en el extrajero con su esposo, porque hasta en eso le menti, ellos piensan que me case y que muy pronto podre traer a mis hermanos a vivir conmigo y luego a ellos. ¡Soy patetica!

Para nadie es un secreto la situación difícil que pasa Venezuela, sin embargo, no viaje por interés, llevábamos un año de relación a distancia, fue a casa, conoció a mis padres y me pidió matrimonio, me dolió dejar mis raíces atrás, pero ilusionada con un mejor futuro decidí comenzar desde cero.

Me arrepiento de haber confiado ciegamente, de creer en sus palabras, de haber sido su mujer, pero de lo unico que no me arrepiento, es tener a mi hijo, virvir y sentir sus primeros movimientos en mi paza, su primera fotito y cada mes verlo creecer un poco más dentro de mi vientre, él fue un hombre maravilloso hasta ese día, que le dío larga al supuesto compromiso fue otra cosa. —Calma Luna, si te encontre en ese callejón es porque así debía ser, te ayudaré, no te preocupes, te daré trabajo, te mudarás a un lugar más céntrico, tendrás techo y comida, sin nada a cambio, sé que es difícil confiar en una persona desconocida. —Me salvó la vida y estaré en deuda siempre, si no fuese por él, me hubiera muerto desangrada en ese oscuro y sucio lugar.

Allí fue donde me llevo,sentia que mi vida se iba, pero llego mi salvador. Aún me siento estropeada, sin embargo, el dolor físico, no se compara con el dolor de mi alma. —Gracias señor, que mi Dios se lo pague. —Solo alcance a decir esto. —Aunque temo que seré deportada, no quiero irme sin tener a mi hijo en mis brazos. —A mi familia le mentí, él me convenció de que no les dijera que me encontraba embarazada, porque los traería conmigo y al ver al pequeño sería una mejor forma de decirles.

En este momento me siento la mujer más estúpida de la vida, siempre fui altiva, representaba correctamente mi sangre latina, eso pensaba, ahora soy una víctima más, no generalizo, sin embargo, algunas veces los sueños y las esperanzas te nublan la mente, deje un empleo donde me pagaban bien, área administradora en una importante empresa de licores y vinos, sin embargo, renuncie por venirme a casar con un alemán guapo y exitoso. ¿Qué obtuve? Que me robaran a mi hijo, una traición amorosa no representa nada, a comparación de ver cómo se llevan a tu hijo sin poder hacer nada.

—Buscaremos una solución, encontrarás a tu hijo. —Escucharlo me da un poco de tranquilidad, su voz me recuerda a mi padre, como buena venezolana, no sé rendirme, como buena latina soy aguerrida, lo encontraré y volveré a casa, a mi tierra. —Gracias, señor Faber, es un ángel. —Me ayuda a sentarme mientras su secretaría me entrega un té, que previamente él había solicitado para mí. También llamó a dos abogados, intento tranquilizarme, debo ser fuerte, no es momento de derrumbarme. Los minutos transcurren y al llegar los abogados, me hacen una serié de preguntas, las misma que me hizo la policía.

—No, realmente lo hizo bien, no tengo ninguna prueba, ninguna foto, ya que siempre las tomábamos de su celular y cuando se fue se llevó el mío, se presentó como Immanuel Schäfer, según la base de datos de la policía, arrojo a un importante ministro, sin embargo, al mirar la foto, no es.

—¿Te pidieron el retrato hablado?

—No, creo que no me creyeron del todo, me miran como una inmigrante desesperada por quedarse en un país que no es el suyo, como es nombre, según es de dominio público, asumen que me estoy inventado toda la historia, incluso el informe médico no lo tomaron como prueba. —digo entre lágrimas.

—Bien, tenemos tres opciones, sin embargo, la más rápida es que te cases con un ciudadano alemán, como abogado no deberíamos sugerir tal cosa, es poco ético, sin embargo, viendo la situación en la que te encuentras debes casarte en los próximos días, no hay más, pedir que revalúan tu caso, pueden durar meses, que obviamente no tienes, al salir deportada, no podrás regresar dentro de cinco años. —Me aferro a mí misma. No podría resistir cinco años sin mi hijo. —La otra opción es pedir refugio, sin embargo, se tardaría el proceso. Con el nuevo cambio de gobierno los procesos migratorios cambiaron para mal.

» Meses antes podían permanecer en el país sin visa, ahora es imposible. Sin pruebas no tienes nada Luna, es como si un fantasma te hubiese enamorado, no quedó registrado en el aeropuerto, te hizo viajar sola, tus conversaciones desaparecieron, no te dijo el nombre real, no tienes una fotografía.

—En resumen estoy jodida. —Bufe, estoy molesta conmigo misma. ¡Qué estúpida fui!

—Lo lamento, señorita estudiaré su caso a profundidad e intentaré tenerles una respuesta positiva en los próximos días.

— Lo agradezco. —No dije más.

—Cásate con mi hijo. —Abrí los ojos en demasía. —No estará por un año y aunque no lo quiera aceptar necesita una niñera, así no te deportan, tienes empleo y me ayudas a mí. —Mi corazón palpita con fuerza.




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