-Eres un pendejo Pete, ¿cómo se te ocurre follar con la hija del director? ¡es la peor opción de todas!
-Lo sé Travis, pero la chica casi me rogo para que me la cogiera y además estaba algo ebrio, así que, ya ves la pendejada que hice.
-Sí le dice algo a su padre, date por muerto y expulsado de la escuela.
Miro a Pete con los ojos entrecerrados y niego repetidas veces con la cabeza
-Ella prometió que no lo haría, además, no veo ¿por qué tendría que decir algo? ¿o sí?
Veo desesperación en el rostro de mi mejor amigo y la verdad no es para menos
-No lo sé bro, pero lo que si sé, es que viene hacia acá.
Pete abre los ojos como plato y su cara palidece.
- ¿Que? ¿me estas jodiendo verdad?
-No, y adiós te dejo con tu chica. Suerte
Le doy una palmada en el hombro a mi mejor amigo y lo dejo con la fastidiosa hija del director, es la segunda en mi lista de personas despreciables y no gratas para mi vista.
Me alejo de allí en busca de mi salón de clases, ya que, no quiero dar más motivos para reprobar mi último año. Voy entretenido mirando las tetas de Stacey quien pasa a mi lado y de pronto choco con alguien, cae al suelo y la veo, a mi persona menos favorita en el mundo, Luciana Collins. Ella es el número uno en mi lista de personas desagradables, la detesto, es una nerd llorona, se cree perfecta con sus lentes negros cuadrados y su pila de libros, es tan... irritante.
-Pero si es la lenta Collins, fíjate por donde vas tonta, ¡casi me caigo por tu culpa!
Ella recoge su pila de libros, me mira con desprecio se levanta y se va, la sigo con la mirada, hasta que veo que entra al salón de clases, sigo mi camino y yo también entro a la clase, me siento en la parte de atrás con el resto mis amigos.
Luego de varios minutos el profesor entra finalmente al salón y da inicio a la clase, perdón, a la aburrida clase de matemáticas. Como siempre Luciana es la única que participa de esta, porque si, debo aceptar que es bastante inteligente, es por eso que confió en ella y dejo que haga mis deberes, bueno más bien la obligo hacerlos.
No soy un bruto, pero tampoco soy un cerebrito como ella, si sabe tanto pues que ayude a los demás ¿no? La aburrida clase termina y vamos a receso, yo espero que todos salgan. Cuando el salón está totalmente vacío, me acerco a Luciana y le entrego mi cuaderno.
-No olvides mi tarea, lenta
Toco sus dedos por accidente y siento un corrientazo, al parecer ella siente lo mismo porque se aparta bruscamente y me mira espantada
- ¿Que fue eso? ¿qué me hiciste Ford?
- ¿Qué hiciste tu nerd? ¿acaso querías electrocutarme?
- ¿Qué no? yo no.… olvídalo me voy, tengo mucho que hacer
Acomoda sus gafas y sale del salón pasando cerca de mí, siento un rico olor a vainilla y frunzo mi entrecejo
- ¿Acaso me gusta el olor de la lenta? es un perfume como cualquier otro -digo para mí mismo-
Salgo del salón y voy a la cafetería, me encuentro con Pete y los otros chicos. Me siento en la mesa de siempre junto a Pete, muero de curiosidad, por saber cómo le fue con la fastidiosa Karla
- ¿Y? ¿cómo te fue con Karla?
-Mal, bro la chica quiere que tengamos una cita
-Te lo dije, iba traerte problemas
- ¡Mierda!
Dice mi amigo con cara de fastidio.
- ¿Y qué piensas hacer?
-Iré a la puta cita esta noche, no tengo opción. Esa tía está loca
-Suerte con eso bro, pero debes tener cuidado
-Si lo sé, esta noche seré "lindo" con ella, pero dejaré las cosas claras entre nosotros, ni siquiera me gusta, me la follé solo porque estaba borracho
Estoy por decirle algo a Pete cuando veo a Luciana entrar con un chico a la cafetería. Ella se ríe de algo que dice él y se sientan juntos en una mesa un poco alejada, por alguna extraña razón siento ganas de quitar ese chico de su lado, arrugo mi entrecejo mirando hacia dónde están esos dos.
- ¿Y ese quién es?
- ¿Quien?
-Ese - digo señalando la mesa donde se encuentra Luciana y el otro chico
-Es Daniel Wild, está en el salón 2 va en último año también, es nuevo
-Ok
Digo sin apartar la vista de esos dos
-Sí no supiera que odias a Luciana, pensaría que estas celoso Travis, deja de mirar para allá como un puto perro rabioso.
-No digas estupideces, solo quería saber quién era ese, nunca lo había visto.
-Aja…
Dice Pete entrecerrando los ojos.
-En fin, tenemos entrenamiento hoy a las 2, así que no debes faltar Pete, el entrenador está molesto por que nos has ido a entrenar esta semana.
-Lo sé, pero hoy iré, no te preocupes ¡mamá!
Dice en tono burlón.
- ¡Imbécil!
Digo golpeando su hombro, sin poder evitarlo, mi mirada va hacia la mesa de Luciana nuevamente, de repente me siento de mal humor, ¡mierda!, creo que me he vuelto un bipolar.
Veo como se levantan de la mesa y el chico se ofrece a llevar sus libros, Luciana mira en dirección a donde estoy y nuestras miradas se cruzan, yo trato de disimular, pero ya me ha pillado, su mirada se endurece en cuanto me ve y la aparta bruscamente, me detesta al igual que yo a ella...
Salen de la cafetería y los pierdo de vista, me olvido por completo de esos dos y me concentro en la conversación con mis amigos.
Finalmente, el día de clases ha terminado recojo mis cosas y salgo rápido hacia el gimnasio, me cambio por la ropa de entrenamiento y salgo a la cancha de fútbol que queda en el exterior de la escuela, el entrenador ya se encuentra allí y poco a poco mis compañeros empiezan a llegar.
Iniciamos el entrenamiento el cual dura dos horas, luego de que él entrenador, literalmente nos saque la mierda en el entrenamiento, vamos a las duchas a limpiarnos para ir a casa.
-Adiós Travis nos vemos mañana
-Suerte amigo
Digo quedando solo en las duchas. Soy el último en ducharme, enredo una toalla en mi cintura estoy de espaldas, cuando escucho un leve carraspeo.