NARRA TRAVIS
Horas antes de encontrar a Luciana
-Te lo digo en serio Travis, creo que le gustas a Luciana solo tenías que ver como brillaban sus ojos al mirarte, aprovecha ve por ella
- ¿estás seguro?
Digo con una mueca en el rostro, no sé si sea cierto lo que dice mi mejor amigo, pero quiero intentarlo Luciana me gusta y mucho, no precisamente para una follada, bueno si quiero follarmela, pero no la quiero solo para eso…
La veo a lo lejos , se ve preciosa sus mejillas están sonrojadas y se abraza a si misma, hace bastante frio esta noche , de repente alguien se cruza en mi camino y se lanza sobre mis labios, no es la primera vez que me pasa así que no me sorprende , la chica besa muy bien mi lado salvaje y mujeriego sale a flote y por instinto pongo mis manos en su cintura ,le devuelvo el beso solo por unos segundos, reacciono separándola de mí y ella me mira con una sonrisa satisfecha
-Felicidades bombón
dice esto y se va, recuerdo que Luciana está ahí y la busco con la mirada desesperadamente, no la veo en el lugar donde estaba y camino a pasa apresurado Pete me sigue también buscándola
- ¿Adonde se fue?
-no lo sé viejo, desapareció hace un momento estaba aquí
- ¡mierda!
digo gritando golpeo la pared y mi amigo Pete solo pide que me calme
-vamos afuera quizá esta esperándonos allí
-tienes razón
salimos de las viejas bodegas, pero no está por ningún lado camino de un lado a otro, pero nada no está...
-se fue...
- ¿y que esperabas después de la escena que armaste con la castaña? eres un idiota Travis, esta vez la cagaste hasta el fondo
- ¿pero si no tengo nada con Luciana?
- ¿y por eso tenías que restregarle en la cara que eres un puto mujeriego?
- ¡ahrgggg ¡soy un cabrón, maldita sea
-es mejor que salgamos a buscarla es muy tarde y por aquí rara vez pasa un taxi no puede ir muy lejos, tu busca en tu moto yo iré en mi auto
-está bien
Es lo único que digo, me siento el ser más miserable de la tierra soy un imbécil. Pete tiene razón herí a Luciana y estoy seguro que esto me saldrá muy caro.
Subo a mi motocicleta son casi las 4 de la mañana y ninguna señal de ella, marco a su celular, pero me manda directo al buzón, y ¿si le paso algo?, ¡no joder! no me lo perdonaría.
Continúo conduciendo a baja velocidad calle por calle mi teléfono suena y detengo la motocicleta, es Pete
- ¿la encontraste?
Es lo primero que digo al contestar, un suspiro cansado suena del otro lado y mis alarmas se encienden, Pete hace ese gesto solo cuando está preocupado, un nudo se forma en mi estómago y mi corazón se acelera
-no amigo, lo siento ya busque por todos lados y no está
-entiendo, ve a casa Pete yo seguiré buscándola ya has hecho mucho por mí.
digo en un tono cansado y derrotado
-estas seguro bro?
-sí, vete a casa si tengo noticias te marco
-está bien, mantenme informado, suerte amigo
-adiós
Cuelgo la llamada, y apoyo mi cabeza sobre mis manos, el último lugar al que decido ir es a su casa son las 5 de la mañana si no está allí no sé qué haré, me siento desesperado no soporto la idea de que algo le haya pasado no a mi Luciana.
Enciendo la moto y tomo camino hasta su casa, estaciono frente a su casa y bajo de esta, por favor Dios que este aquí, que este aquí....
Subo a su ventana como siempre y la veo allí plácidamente dormida como un mismísimo ángel, un alivio recorre todo mi cuerpo y solo tengo ganas de lanzarme sobre ella y besarla me acerco en silencio a su lado y acaricio con cuidado su cabeza.
-tenía tanto miedo de que algo te ocurriera pequeña.
no, podría soportarlo es que de solo imaginarlo ¡mierda!
Doy un casto beso sobre sus labios y me alejo para sentarme en un sillón que está en la esquina de su habitación.
Luciana Collins me vas a oír, solo espera que despiertes hoy conocerás a la Bestia Ford
observo como duerme y me quedo como un tonto mirándola, es tan tierna, suspiro y desordeno mi cabello en un gesto desesperado
lo siento ...
Digo en un pequeño susurro sé que no está escuchando y aprovecho para decirlo es algo que no me atrevo a decir en voz alta, mi orgullo no me lo permite.
No sé cuánto tiempo pasa y su alarma comienza a sonar, me pongo en posición de chico malo esperando que despierte.
Finalmente se sienta en la cama y enseguida noto sus ojos hinchados y rojos, pareciera que estuvo llorando mucho tiempo, ella me observa sin poder creerlo y contengo las ganas de reír por su expresión
-Buenos Días Luciana .... ¿dormiste bien?
digo en un tono frio y seco
-Travis... ¿qué haces aquí...?
dice con la voz un poco ronca y entrecorta.
Me levanto del sillón y camino en su dirección con el ceño fruncido
- ¿por qué te fuiste así?
Se quita las sabanas de encima y se levanta de su cama dejándome idiotizado, sus largas piernas quedan descubiertas y solo lleva puesto un pequeño short gris y una blusa de tiras blanca no lleva puesto su sujetador así que puedo ver sus preciosos pechos redondos bajo la casi transparente tela.
Hago una carraspera incomodo y aparto mi mirada, no te desconcentres Travis recuerda que estas furioso ¡vamos tú puedes! me animo mentalmente.
-pues te vi ocupado y decidí irme por mi cuenta, igual no era obligación traerme a casa
Camina hasta su tocador y recoge su cabello en un moño alto dándome una buena vista de su culo ¡mierda! me lo está poniendo difícil.
-claro que era mi obligación traerte, ¡fui yo quien te llevo a ese lugar!
Grito y doy un puñetazo a la pared. ella me mira con los ojos abiertos está asustada