Título: "Aupair de Corazón"
Capítulo 1: La Selección
Clara Martín, una joven española de 23 años, acababa de terminar su carrera en Pedagogía Infantil. Con sueños de seguir especializándose en desarrollo infantil, pero sin recursos para costear un máster, decidió apuntarse a una agencia internacional de au pairs. Buscaba una oportunidad que le permitiera crecer profesionalmente y, tal vez, conocer un nuevo país.
Una mañana recibió una oferta inesperada: una familia en Nueva York buscaba una au pair de tiempo completo para un bebé recién nacido. El contrato era por un año, con opción de renovación. Además del salario, incluía alojamiento, manutención y el pago parcial de un curso o especialización a elección de la niñera.
Pero lo que más llamó la atención de Clara fue la discreción del perfil. No había nombres ni fotos. Solo un informe médico básico del bebé: nacido prematuro, con bajo peso y necesidades especiales. Requería atención total, seguimiento emocional y físico continuo.
Aceptó.
Capítulo 2: El Encuentro
Al llegar a la enorme mansión en el Upper East Side, Clara pensó que había un error. La casa era demasiado lujosa. Fue recibida por la jefa de personal de la familia, una mujer elegante y de pocas palabras llamada Sra. Adler.
—El padre no está disponible ahora. Es un hombre muy ocupado —dijo sin ofrecer más detalles—. El bebé, Liam, tiene casi dos meses. Lo consideramos un milagro, pero necesita cuidados constantes. Tú serás su mundo durante un tiempo.
Clara no preguntó más. No estaba allí por curiosidad, sino por vocación.
Capítulo 3: Un Secreto Bien Guardado
Durante semanas, Clara se dedicó exclusivamente al pequeño Liam. Cuidaba sus horarios, le daba terapia sensorial, lo alimentaba con precisión, y dormía con un monitor siempre encendido a su lado. Se inscribió en un curso de estimulación temprana pagado por la agencia y sentía que finalmente hacía lo que amaba.
Pero el padre seguía ausente. Nunca lo había visto. Solo escuchaba pasos nocturnos, puertas cerrarse, y alguna vez una voz masculina hablando por teléfono.
Hasta que una noche, mientras consolaba al bebé por una fiebre leve, apareció en el umbral de la habitación un hombre alto, de traje, con ojeras y una expresión entre preocupación y sorpresa.
—¿Qué pasó con Liam? —preguntó.
Clara, confundida, solo atinó a decir: —¿Y usted es…?
—Soy su padre. Mark Blake.
El nombre resonó como un eco en su mente. Mark Blake, CEO de una de las empresas tecnológicas más importantes del mundo. Un magnate soltero. Un hombre cuya vida privada era un misterio. Nadie sabía que tenía un hijo.
Capítulo 4: Una Rutina Inesperada
Con el paso de los días, Clara empezó a notar que Mark, aunque distante, era un padre presente en secreto. Dormía poco, trabajaba mucho, pero siempre tenía una mirada tierna cuando se trataba de Liam. Su silencio no era desinterés, sino miedo.
Ambos empezaron a trabajar en equipo sin proponérselo. Las noches con cólicos se convertían en turnos compartidos. Las terapias del bebé eran ocasión para que él escuchara con atención las explicaciones de Clara.
Y, poco a poco, lo profesional se volvió humano. Clara comenzó a ver más allá del millonario: vio a un padre solo, aterrado por perder al único ser que le quedaba. Él, por su parte, vio en ella no solo a una cuidadora, sino a una joven con corazón de madre sin serlo.
Después de un tiempo Clara inicio a observar que Liam para calmarse siempre le metía mano y trataba de tocar los senos y inicio en las noches a llorar mucho y creía que era por las vacunas o cólicos estomacal ya que frecuente le cambiaban la fórmula el pediatra alergolo le variaba las fórmulas y tipos de leche ya que padecía alergia en la piel y ciertas leches no le aprovechaban Mark con los médicos trataron de todo y estaban preocupados que volvió al ciclo de llanto descontrolado y poco sueño antes de Clara ya se había ido 4 personas las enfermeras y niñeras anteriores no aguantaron la rutina y el excesivo cuidado.
Mark inicio a ver qué su hijo se estaba adaptando a Clara y tenía un constante apego de pedir estar en brazos debido a esto Clara implementos el método canguro buscando en las redes vio que habían muchos buenos resultados lo consulto con Mark y vieron que en la noche no lloraba tanto y el día disminuía los episodios Clara también inicio a ver qué el bebe para comer expulsar el chupo y tetero no lo toleraba debido a que tenía 2 meses y medio y necesitaban subirle el peso y nivelar para que no tuviera la alergia que lo irritaba y no encontraban que fórmula darle o que suplementos decidieron que el método canguro si estaba dando efecto dormía más pero exigía estar en brazos en momentos el padre se lo turnaba pero al llegar la noche Liam solo dormía en los brazos de Clara y volvía el mismo comportamiento le buscaba los senos los arañaba o tocaba para dormir y hacia ruidos de succion o se mordía la mano mostrando que tenía hambre a la hora de comer tenía que ser cerca del seno engañando lo y en una jeringa le echaba la leche resultaba y ese fue el único método que encontraron Mark vio que su hijo tenía un comportamiento raro de tocar el pezon o morder los senos en encima de la ropa o cuando lo tenía piel con piel lo hacía constante el seno y hacia sonido succion para poder dormir profundo en vista de esto Clara se reunió con el le dijo que del sentía cansada y que le parecía raro la insistencia del bebé con querer tocar los senos y hacer sonidos de succion Mark quería toda costa que su hijo mejorará y le propuso a Clara que el quería lo mejor para su hijo y que si eso era lo que el quería podían ir al preguntar al pediatra y cuánto más quería de incremento de sueldo pero que el estaba viendo mejoras en el sueño del Liam y que se dejara hacer lo que el bebe quisiera y ella desde su inocencia dejaba que el bebe se le prendiera los pezones o los tocará y no sabia el sobre estímulo le estaba ocasionando asu cuerpo.
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Editado: 21.05.2025