Capítulo 6 Jonathan

      Sinceramente no entendía por qué rayos Amelia había hecho esas tonterías. Empecé a arreglarme el pelo que la loca había destruido y en ese momento entró Stella, me quedé de piedra. Conque a eso se refería Amelia con el consejo-advertencia.

      Stella no me decía nada y por un momento pude ver que sus ojos estaban muy luminosos. Terminé de arreglarme el cabello y la camisa. Ninguno decía nada.

      -¿Qué estabas haciendo?

      Stella hizo la pregunta con un tono de voz muy vulnerable, como si tuviera ganas de llorar. Eso era ridículo. Primero me engañaba… bueno no me había engañado realmente, ya habíamos terminado. En fin, se había ido con mi amigo y ahora pensaba reclamarme.

      -Bueno, no veo por qué necesitas saber pero por si no era obvio, mi novia y yo estábamos aprovechando el aula.-Stella no dijo nada- Nos estábamos besando, si quieres saber.

      Stella se quedó sin decir nada y sencillamente salí de ahí. Las clases ya debían haber empezado y tenía que hablar con Hernesto, ahora sí que estábamos metidos de lleno en un lio por culpa de su impulsividad.

      Llegué al aula tarde, no sin antes haber sacado uno de mis permisos falsos para salir de clases y junto con ello a dos personas más.

      Entré al aula de la señora Western. Por suerte era mi favorita, o la que aceptaba que la adulara y me siguiera en todas mis fechorías. Le mostré mi permiso firmado por el director y sencillamente me preguntó cuáles eran los otros dos. Le indiqué a Hernesto y Amelia y realmente se impresionó por el último nombre, pero les pidió que salieran.

      Una vez estuvimos en el pasillo nos dirigimos a una de las aulas del tercer piso. Los salones de ese lugar eran solo para charlas y conferencias y nadie subía para perder el tiempo. Cuando entraron cerré la puerta y los encaré.

      -Bien, no estoy muy seguro en qué punto estamos y no sé a dónde se supone que debemos llegar. Hernesto, sabes que eres mi mejor amigo, pero ahora Amelia está dentro de esto que no tengo idea de qué es y no sé por qué nos empujaste a esto, así que explícate.

      -Jonathan, no soporto a Stella, nunca lo he hecho. Pero no me metía porque pensabas que ella te hacía feliz, pero al fin te has liberado de ella y no dejaré que vuelvas a caer.

      -Sí, muy noble. Y ¿elegiste a Amelia porque pasaba por ahí? Y ¿qué rayos significa Keishyn?

      -No fue al azar. No podía elegir a cualquiera, especialmente porque les gustas a casi todas las chicas y ninguna podría involucrase contigo sin quedar destrozadas después. Keishyn es una palabra clave que tenemos Amelia y yo. Quien la use significa que necesita desesperadamente la ayuda del otro y este debe ayudarlo, es la primera vez que la uso. Y escogí a Amelia porque…- Hernesto soltó un gran suspiro- porque es mi mejor amiga, Jonathan.

     -¡¡¡¿Tu qué cosa?!!!

      Casi estaba gritando, bueno, estaba gritando mucho. ¿Cómo que su mejor amiga? Nadie hablaba con la loca medioambientalista y Hernesto salía con estas tonterías.

      -Se que te parece loco pero es la verdad. Más adelante lo entenderás. Mientras tanto debemos establecer los puntos para que su relación resulte creíble. Ya que tu madre metió la pata hablando con Stella lo primero será una cena en tu casa, luego una en la de ella y veremos cómo van evolucionando Stella y Trevor, cuando ya no sea una amenaza entonces planearemos su ruptura, ¿algo más?

      -¿Tu mejor amiga?

      -¿De todo lo que te dije solo en eso piensas? Por Dios no me hagas pasar este tipo de vergüenza amigo.

     -¿Ella aceptó?

      Pregunté mientras señalaba a Amelia.

      -Sí, acepté. Y ya dejen de hablar de mí como si no estuviera. Escucha Jonathan, no me agradas mucho, hago esto porque Hernesto es mi mejor amigo, luego sabrás la historia, me necesita porque eres un idiota y al parecer quiere salvarte, así que voy a apoyarlo. Tú la conoces como Stella, yo le digo La Barbie porque es la más superficial de todo el instituto. Ahora unas reglas básicas para que nos llevemos bien, acepto tomarnos de la mano y que nos vean juntos en lugares públicos, pero no quiero que estemos todo el rato en el instituto sin poder despegarnos. Acepto ir a tu casa, tener una cena y agradarles a tus padres, luego irás a la mía y no tendrás que fingir nada porque sabrán la verdad, solo fingiremos frente a quienes sea necesario y cero besos, excepto si yo los inicio. O me pides permiso y yo te doy mi consentimiento. ¿Quedó claro?

      -Nadie se va a creer una relación sin besos.-dije

      -Hernesto-esa era Amelia otra vez- sinceramente estoy pensando reconsiderar esto. Le dices un millón de cosas y al final solo se acuerda de lo más estúpido. Yo me voy, creo que ya cubrimos todos los puntos.

      -Antes de que hagas eso, hay una cosa que no entiendo.

      -Eso es porque solo le pusiste atención a una cosa- replicó Amelia.

      -No de las reglas. Lo que dijo Stella. Mi madre apenas hoy antes de salir me dijo que yo debía tener una novia y le dije que sí. No entiendo como habló con Stella tan pronto.

      -Una de dos- dijo Hernesto- o Stella miente o tu madre le había dicho que sí antes de que le confirmaras. Y ¿por qué le dijiste que tenías novia?

      -Para que no me siguiera molestando, sabes lo intensa que puede ser.

      -Mientras ustedes investigan yo me voy, tengo clases.

      Amelia salió y nos dejó a Hernesto y a mí, solos. Había escuchado todas las palabras de ambos, solo recalqué lo más importante. Temía estar cometiendo una estupidez y las tontas reglas de Amelia eran inoportunas, como si yo quisiera besarla. Pero lo de Stella y mi madre también me inquietaba.

     -Escucha amigo, todo saldrá bien. Solo tenemos en la agenda dos cenas, les recomiendo un helado para guardar las apariencias. Tú relación será un éxito, confía en mí.

     -Lo que no entiendo es por qué ella. Es una pobretona que no tengo idea de por qué está en el instituto. Y no me interesa besarla tampoco, digo, si vamos a hacer esto hay que hacerlo bien y… todo esto es muy confuso.