Una novia por 15,000 dólares

Capítulo 15

      Cuando la madre de Jonathan me dijo que no iba a aceptar un no como respuesta supe que decir la verdad sería la única manera de salir de esa situación.

      -Créanme que no es porque no quiero. Este fin de semana hay una conferencia en Paris, mis padres no pueden ir y yo iré a reemplazarlos.

      Ambos se miraron y sonrieron.

      -¡Magnífico! Nuestro paseo es a París. Iremos a la conferencia de inversionistas, seguro irás a esa y luego pasearemos por la torre Eiffel, iremos a la ópera, ¡será magnífico!

      -Mamá- habló Jonathan- tal vez Amelia solo irá a la conferencia y luego volverá a casa.

      -Tonterías, nadie puede ir a Paris solo por unas horas.

      Suspiré profundamente, esto se estaba revolviendo todo.

      -Incluso podemos irnos juntos- ese era el padre de Jonathan- Amelia, ¿cuándo planeabas irte?

      -Planeo salir el viernes, después del instituto.

      -Nosotros planeábamos salir el sábado. Jonathan, no tienes ningún plan, ¿verdad? así podemos irnos todos el viernes.

      -Supongo que no tengo ningún plan.

      Jonathan me miró como pidiéndome disculpas. Nos estábamos mezclando demasiado.

       -Bueno, ya tengo mi vuelo apartado, así que pueden irse conmigo, solo deben llevar sus pasaportes.

      -¡Oh no!- habló la madre de Jonathan- no podríamos abusar de tu amabilidad.

      -Señora…

      Empecé a hablar pero ella me interrumpió.

      -Por favor querida, dime Callie. Si me dices señora me siento como una vieja y después de todo ya somos familia.

      Esta señora era tremendamente acelerada. El plan era agradarle no que quisiera empezar a planear una boda.

      -Callie. No hay problema, en serio. Pueden pasar a recogerme a las 7 y luego nos iremos al aeropuerto.

      -¿No crees que sería demasiado tarde?- expresó John.

      -Claro que no. Desde mi casa el aeropuerto queda a una hora de distancia. Llegamos a las ocho y luego de seis o siete horas de viaje llegaremos de madrugada y podremos terminar el sueño que empezaremos en el avión, eso nos dará tiempo para estar presentables en la conferencia de la mañana. ¿Qué les parece?

      -A mi me parece un plan sin fallas para haber sido pensado en este instante.- dijo John.

      -Es por eso que mis padres no tienen problemas con dejarme representarlos en sus reuniones y conferencias.

      Miré el reloj, ya eran las nueve, debía irme.

      -Espero no parecerles muy descortés, pero ya son las nueve y vivo a cerca de una hora de aquí, creo que es momento de que me vaya.

      -Pero si prácticamente no hemos podido hablar de nada. Deberías quedarte un poco más.

      -Me encantaría, pero conducir de noche no es una de mis cosas favoritas. Aunque, ¿qué les parece si les devuelvo la invitación? La próxima semana deberían ir a cenar a mi casa, insisto.

      -Pues a mí me parece una idea fantástica.

       Tras decir eso, Callie se acercó a mí y me dio un fuerte abrazo.

      -Un placer conocerte Amelia. Te repito que nunca había conocido a alguien que se viera tan bien con uno de esos abrigos gigantes.

      -Siempre hay una primera vez para todo. No todo son apariencias. Un placer haber compartido con ustedes, me la pasé muy bien.

      Me despedí de Callie, de John y cuando llegué al lado de Jonathan no sabía muy bien qué hacer. Era mi novio… pero no lo era.

      -Te acompaño al auto.

      Lo dijo tal vez para alejarse de sus padres o quién sabe. De todos modos se lo agradecía.

      Cuando salimos, el dejó la puerta entreabierta y me siguió hasta el auto.

      -Quiero darte las gracias por lo de hoy- me dijo.

      -Y, ¿exactamente por qué? La parte en la que tus padres no me detestaron o aquella en la que debemos ir a un viaje “familiar”.

      -No te detestaron y esa última parte estuvo un poco complicada, pero todo salió bien. Me gustaría que fuéramos por un helado mañana, para hablar, tal vez sobre el trato que te ofrecí y que no pudiste contestar.

      -Tal vez.-le contesté.

      -Entonces tienes auto- dijo apreciando el hermoso Audi y cambiando de golpe la conversación.

      -Sí, tristemente no podré seguir abusando de mis padres para que me lleven.

      -¿Por qué?

      -Si vamos por un helado al salir de clases no quiero que me lleves. Además, últimamente tengo muchas cosas que hacer.

      -Entonces nos vemos mañana.

      Abrí la puerta del conductor y él la sujetó. 

      -¿No te vas a despedir de mí?

      Lo miré confusa.

      -No mires, pero mi madre lleva todo el rato en la ventana. Solo tienes que ponerte en el ángulo correcto y ella verá lo que quiere.

      Asentí. Aunque llevaba mis tacones tuve que ponerme de puntillas para poder besarle la mejilla. Claro que el ángulo correcto para que pareciera en los labios. Me senté al volante y el cerró la puerta, me despidió con la mano y ya estaba camino a casa.

      Cuando llegué, cuarenta y cinco minutos después (tal vez apreté un poquito más fuerte de lo normal el acelerador) las luces de la sala estaban encendidas. Tras dejar el auto en el garaje entré a casa y mi madre estaba esperándome en el sofá mientras revisaba creo que los emails.

      -Cariño, ¿qué tal la cena?

      -Bien-contesté- si eso significa que tengo nuevos compañeros para ir a Paris.

      -¿Qué cosa?

      -Al parecer los Hills irán a la misma conferencia que yo. Después de cenar, o durante ella, me dijeron que los acompañara a un paseo que tenían el fin de semana, les dije que no podía porque iría a una conferencia, me preguntaron cuál y resulta que es la misma.

      -Entonces, ¿saben que eres rica?

      -Saben que ustedes son ricos, lo que por defecto me convierte a mí en lo mismo. En fin, mañana hablaré con Hank para que se comunique con el aeródromo.




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