«Recibamos con un fuerte aplauso a Valeria Ruiz y a Laura Forero», dice el locutor mientras las dos chicas salen del camerino en sus sillas de ruedas junto con sus entrenadoras.
Suena la bocina y empieza el primer set. Valeria lanza primero y clava la flecha en el 8. Ahora es el turno de Laura. Andrés se fija en ella mientras levanta el arco e impulsa la flecha: tiene una expresión que él nunca había visto en ella, con una concentración imperturbable y su mirada fija en la diana. Tan pronto como sale disparada la flecha, la cual se clava en el 7, Laura mantiene la mirada fija por un par de segundos, hasta que saca otra flecha para empezar a acomodarla en el arco. Mientras tanto, Hana, que está ubicada tras ella, observa la diana con sus binoculares y le da algunas indicaciones a Laura.
El segundo turno de lanzamientos es igual que el anterior, con Valeria haciendo un 8 y Laura haciendo un 7 nuevamente. Valeria se dispone a hacer el último lanzamiento con la tranquilidad de que tiene dos puntos de ventaja y que ganará el set haciendo un 9, el cual, en efecto, acaba consiguiendo. Sabiendo que Valeria ya es inalcanzable, Laura hace su último lanzamiento, el cual es mejor que los dos primeros y la flecha da en el 9. Valeria gana el primer set por 25-23.
Tras un poco de diálogo con sus entrenadoras, las arqueras vuelven a sus posiciones para el segundo set. Al estar por debajo en el puntaje, Laura lanza primero y comienza el set con un sólido 9. Valeria, por su parte, marca un 7. Andrés está mirando la pantalla y hace una mueca de dolor al ver que la segunda flecha de Laura da en el 6. Desde su lugar puede notar que Laura está visiblemente molesta consigo misma; sin embargo, Hana se ve completamente tranquila y hace un gesto a Laura para intentar calmarla. Valeria hace un tiro mejor que el anterior y consigue un 9. Pese a estar en una situación delicada, Laura hace un hermoso tiro, consiguiendo su primer 10 en el momento en que más lo necesitaba. Sin embargo, aún puede perder el set si Valeria también hace un 10. Afortunadamente, su tiro solo le alcanza para un 9, por lo que el set queda empatado. Laura, aunque se salvó de estar 4-0 abajo, aún está perdiendo el partido por 3-1, de modo que necesita afinar su puntería si quiere remontar.
Laura empieza el tercer set tan bien como terminó el anterior, clavando su primera flecha en el 10. Valeria hace un 7, concediéndole una ventaja considerable a Laura, la cual sigue sólida y hace un 9. Valeria mejora en su segundo lanzamiento y consigue su primer 10 para agregar tensión. El último lanzamiento de Laura da en el 9, con lo cual asegura el set. Con Laura ya fuera de su alcance, Valeria clava su última flecha en el 8. Laura gana el tercer set por 28-25 y el partido se empata 3-3.
El cuarto set empieza de forma totalmente igualada, con ambas arqueras marcando 9 y 8 en sus dos primeros lanzamientos. Es el turno de Valeria para su último tiro, el cual da en el 9. Laura debe mantener el buen nivel de sus últimos lanzamientos si quiere ganar el set o, por lo menos, no perderlo. Lanza su flecha y parece haber dado en el 8, pero una parte de ella alcanza a tocar la línea del 9, de manera que el set queda empatado y Laura deja salir una risita al ver lo cerca que estuvo de perder el set.
Llega el quinto y definitivo set: la que lo gane se llevará el partido; si el set queda empatado, habrá tiro de desempate. Valeria lanza primero y marca un 10. Laura responde con otro 10, esta vez incluso clavando la flecha más cerca del centro que las veces anteriores. Para el segundo turno, Valeria hace un mal lanzamiento y la flecha se clava en el 7. Laura clava su segunda flecha en el 8 para ponerse un punto por delante. Valeria consigue un 9 en su último lanzamiento, con lo cual Laura necesita un 9 para ganar el partido. Andrés mira hacia Laura, la cual se ve tranquila, pero con el mismo rostro imperturbable desde que comenzó el partido. Apenas sale despedida la flecha, Andrés voltea a mirar a la pantalla. Cuando la flecha se clava en el 9 y Laura se lleva el partido por 6-4, Andrés deja salir la tensión acumulada con un «¡Vamos!» lo suficientemente fuerte como para que algunas cabezas se giren en su dirección.
A continuación, Andrés voltea a ver a Camila, que está visiblemente conmovida. En vista de que esta es solo la primera ronda de un torneo amateur, la emoción de Camila le toma un poco por sorpresa. Sin embargo, Andrés recuerda la conversación que tuvieron hace apenas unos minutos y empieza a caer en cuenta de lo que hay detrás de toda esta emoción. Aunque sea un pequeño paso, en realidad es el resultado de un proceso mucho más largo y complejo.
Desde que Laura y Andrés empezaron a salir, ella le ha contado varios detalles de su proceso, desde pasar más de un mes en el hospital, siendo sometida a varias cirugías y exámenes, teniendo que ser ayudada para las tareas más básicas y tomando varios medicamentos, hasta tener que aprender a adaptarse en casa a su nueva vida, acompañada principalmente por Camila, la cual sabe, mejor que nadie, cuán duro ha sido todo este proceso. Andrés recuerda algunas fotos que Laura le mostró un día que fue a visitarla a su apartamento: eran fotos de cuando estaba en el hospital. Del abatimiento y total debilidad que reflejaba su rostro en aquellas fotos, a verla ahora compitiendo en un deporte, hay un contraste abismal, que hace que Andrés entienda mucho mejor la emoción de Camila y el entusiasmo de Laura por que ambos vinieran a verla competir.