Una Nueva Perspectiva [jw Fanfic]

Correr, Remar o Morir

–Espera Justin –dice la chica zafándose de su agarre. –Estás loco, ¿Cómo se te ocurre que el bosque es un mejor lugar?

 

–Los árboles nos pueden cubrir, allá afuera estamos al descubierto –le dice el chico.

 

–¿Pero por qué tratas de internarte más a dentro? Aquí estamos bien.

 

–Solo trato de mantenernos con vida.

 

–¿Perdiéndonos?

 

–No nos perderemos –contradice el castaño.

 

–No conoces el bosque, obviamente nos perderemos.

 

El chico no dice nada y eso hace que la ojiverde decida darse la vuelta e inicie a caminar.

 

–¿A dónde vas? –pregunta el mayor al verla alejarse.

 

–Me acercaré más a la orilla del bosque para salir en cuento no haya ninguna de esas cosas cerca.

 

–No creo que sea buena idea.

 

–Peor es perdernos –dice para emprender su camino nuevamente.

 

–No quiero que te pase nada –dice caminando hacia ella y deteniéndola.

 

–¿Ahora te intereso? –expresa con ironía la chica –todo el día me has llevado de un lado a otro sin preguntarme nada, luego me dices que soy aburrida, me arrastras a un bosque ¿y ahora no quieres que me pase nada?

 

–Te salvé la vida, debes de estar agradecida por eso –refuta el castaño.

 

–¿Agradecerte? –pregunta –estamos en esta situación por ti –le dice mientras se suelta nuevamente del agarre del chico. –Dame mi celular –dice la chica mientras le extiende su mano.

 

Debía decirle a Kassandra y a sus padres donde estaban.

 

El chico sin decir nada inicia a rebuscar en sus bolsillos.

 

–Justin –habla nuevamente la chica.

 

–No lo tengo –susurra el chico.

 

–¿Qué?

 

–No lo tengo, debí dejarlo caer –dice.

 

–Perfecto –susurra. –Si hubiera sabido que todo esto iba a pasar no hubiera aceptado tu invitación.

 

–Opino lo mismo –le dice fríamente el chico. – Mis padres me obligaron a hacerlo solo para que mi hermana aceptara venir–Confiesa. – Si no hubieras aceptado mi hermana tampoco lo hubiera hecho y gozaría de un fin de semana con algunos de mis amigos.

 

Luego de eso se forma un silencio entre ambos, pero este se da por terminado cuando la chica decide volver a hablar.

 

–Bien, salgamos de aquí y no volveré aceptar nada de tu parte –dicho eso inicia a caminar.

 

Justin la ve alejarse, pero algo llama su atención.

 

Algo se mueve entre los árboles.

 

–¡Kimberly!

 

Corre en su dirección y cuándo llega se encuentra con un chico mayor frente a ella.

 

–¿Quién eres tú? –pregunta el castaño.

 

–Soy Javier.

 

(…)

 

La gente corría de un lado a otro ante los ataques de los dinosaurios voladores

 

–Hay que buscar otro lugar –inicia a hablar Agustín –este lugar no es seguro.

 

Tanto la esposa como la hija asintieron, el lugar en que se encontraban no era para nada seguro, ya que no había nada que impidiera que los animales entraran pues los vidrios del local estaban quebrados.

 

Los tres se tomaron de las manos y salieron a la calle principal.

 

La gente corría de un lado a otro y muchos eran levantados del suelo por algunos pteranodontes o atacados por dimorfodontes.

 

Un pteranodonte toma de los hombros a Kassandra del suelo y esta inicia a gritar, al sentir que su hija le aprieta más fuerte y escucharla gritar la madre reacciona y la abraza para poner más peso e impedir que el animal se la lleve, alguien le dispara al dinosaurio causando que este las suelte.

 

–¿Estás bien? –pregunta la madre a su hija la cual para ese memento se encontraba llorando.

 

La menor solo logra asentir y el padre no pierde tiempo y la carga para luego entrar a otro establecimiento de la calle.

 

–Este lugar no es seguro –habla la madre.

 

–No volveré a salir –dice la menor de la familia.

 

La chica estaba asustada, por un instante sintió sus pies despegarse del suelo y no supo que hacer solo gritar y apretar el agarre de su madre. Para ella por primera vez en su vida sintió lo que era estar al borde de la muerte y no quería que se volviera a repetir o peor aún que le sucediera a alguno de sus padres.

 

–Sé que no quieres, pero es la única forma de estar a salvo –le dice la madre tomando su cara para que la mirara.

 

Verónica tenía miedo y no solo por los dinosaurios, sino de perder a alguien de su familia, no sabía dónde se encontraba su hijo ni Kimberly y eso solo hacía que su miedo se intensificara, no sabía que debía hacer, el trabajo de mama nunca incluyo una guía y menos de cómo defenderse de un ataque de dinosaurios, pero lo que si tenía seguro era que no podía mostrar su miedo, tanto por su hija y esposo, como por ella misma.

 

Algunas personas que trataban de entrar al local eran atacadas justo en la puerta y las que podían entrar estaban con heridas notables, no era una escena de apreciar.

 

La atención del padre se dirige a un lugar en específico, una puerta está abierta y la gente ingresa de manera apresurada.

 

–Debemos salir ya –dice el padre tomando nuevamente a mano de su esposa e hija.

 

Casi de inmediato uno de los dinosaurios se estrella contra el local.

 

Algunos guardias de seguridad se encuentran en el centro de la calle disparando así que no los ataca nada mientras cruzan la calle.

 

La gran puerta que vio Agustín los lleva a la zona trasera de la calle principal.

 

(…)

 

–¿Eso quiere decir que hay un dinosaurio carnívoro suelto en este bosque? –pregunta Kim después de escuchar de manera resumida lo que le sucedió a Javier



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En el texto hay: escape, ficcion, dinosaurios

Editado: 11.01.2021

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