Una Nueva Perspectiva [jw Fanfic]

Epílogo

–Iré a buscarlos –le dice Agustín a su esposa e hija.

 

La paciencia se le había agotado y si nadie hacia algo lo haría él.

 

–Yo voy contigo –dice de inmediato la menor.

 

Estaba consciente del riesgo que era volver al parque, pero estaba dispuesta a correrlo con tal de volver a ver a su hermano, no estaba dispuesta a seguir esperando.

 

–No, tú te quedarás aquí en caso de que vuelvan, nosotros iremos –habla Verónica.

 

Ya había dejado de llorar, ella sabía que hacerlo no ayudaría en nada.

 

–Yo iré solo. No dejaré que nadie más se ponga en peligro –habla el padre pasando su mirada de su hija a su esposa.

 

–No Agus... – Verónica deja la frase en el aire al ver que su hija se levanta he inicia a caminar o mejor dicho correr –¿A dónde vas...?

 

Agustín no entendía nada, pero al girarse en la dirección en la que habían corrido su esposa e hija lo entendió todo y de inmediato las siguió.

 

(…)

 

Al entrar por la puerta lo primero que vieron los chicos fue a una gran cantidad de gente, en su mayoría estaban heridos.

 

Los paramédicos se acercaron a ellos e hicieron una revisión rápida. A excepción de algunos raspones y cortadas estaban bien.

 

Una vez que terminan la revisión los tres se miran el uno al otro.

 

–Creo que aquí es donde nos despedimos –dice Kimberly refiriéndose a Javier.

 

–Supongo –le responde el mayor brindándole una pequeña sonrisa.

 

–Antes de despedirnos quisiera disculparme por todo – habla Justin –no pensé bien y actué por impulso.

 

–Descuida, no hay problema –dice extendiéndole la mano.

 

Justin al ver el gesto la toma de inmediato.

 

Kimberly sonríe ante la escena.

 

–Espero volver a verlos algún día –les dice Javier a los dos luego de soltar la mano del castaño.

 

–También lo espero –le dice Kimberly sonriendo.

 

–Mientras que no haya amenaza de muerte cuenten conmigo –dice el castaño causando que ambos rían.

 

–Esperemos que no se vuelva a repetir –dice una vez que deja de reír el pelinegro.

 

Antes que alguien pueda volver a hablar el castaño es abrazado por su hermana.

 

El acto lo toma un poco por sorpresa, ya que él no se había percatado que era ella, pero en el momento en que se dio cuenta la abrazo aún más fuerte. Seguido de eso la madre y el padre se sumaron al abrazo.

 

Toda la familia estaba llorando y sonriendo al mismo tiempo, incluyendo a Justin, se sentía feliz de sentirlos así de cerca nuevamente.

 

Unas lágrimas se deslizaron por las mejillas de la pelinegra, pero al mismo tiempo una sonrisa adornaba su rostro, todos estaba a salvo y eso era lo importante.

 

–Llamaré a mi familia –le dice Javier.

 

–Supongo que ahora si es el adiós –susurra la chica.

 

–Dejémoslo mejor en un “hasta la próxima” –dice el mayor.

 

–Hasta la próxima.

 

El pelinegro le da una última sonrisa y se aleja.

 

–¡Kim! –grita la castaña mientras que se lanza a abrazar entre lágrimas a su amiga.

 

–Me alegra volver a ver –dice durante el abrazo.

 

(…)

 

Luego de buscar y preguntar Evan se dio por vencido, Andy no se encontraba en ese lugar.

 

Su mirada estaba perdida, el parque cerraría y no sabía que era lo que él debía hacer.

 

Un chico paso frente a él llamando su atención, se le hacía familiar. A su mente regreso la imagen de la foto del chico nuevo que él había visto esa misma mañana.

 

–¡Chico! –lo llamo.

 

Javier se giró un momento al escuchar el llamado, más que todo porque no sabía si se referían a él o a alguien más.

 

Un hombre alto, rubio, de unos treinta y tantos se dirigía a él.

 

–¿Tú eras al que Andy debía mostrarle el parque? –pregunta el hombre.

 

–Sí, soy Javier –se presenta.

 

–Evan –dice el rubio. –¿En dónde está Andy?

 

El pelinegro sintió una sensación extraña al escuchar esa pregunta, él no quería dar esa noticia, pero no había nadie más que lo hiciera.

 

–Lo lamento mucho –tan solo con escuchar esas palabras supo lo que venía –nos separamos y cuando lo fui buscar no estaba.

 

El rubio baja la mirada.

 

Sentía un vacío en él, su mejor amigo ya no estaba.

 

–¿Se encuentra bien? –pregunta el pelinegro al verlo.

 

–Sí –le dice el hombre.

 

Una idea viene a su mente en ese momento. Puede que su amigo haya hecho cosas malas, pero hay algo que él podía hacer para que al menos la consciencia de él quedara limpia, después de todo, en parte él también tiene la culpa de su muerte.

 

–Bueno, entonces lo dejo –dice el chico.

 

–No –habla el rubio mientras rebusca algo en sus bolsillos. –Ten –dice al entregarle un sobre. – Esta era la parte del dinero del mes que le tocaba a Andy –inicia a contarle. – Él me mandó un menaje contándome lo de tu hija y quisiera ayudarte.

 

El chico mira él sobre un momento.

 

–No creo que...

 

–Solo acéptalo –vuelve a hablar Evan –no cubrirá todos los gastos del tratamiento de tu hija, pero por lo menos una parte de él.

 

El chico lo duda, pero antes de que pueda decir algo el hombre toma su mano y en ella deja el sobre.

 

–Disfruta el tiempo que tengas con tu hija, es una de las mejores cosas que puedas hacer –dicho eso Evan inicia a caminar dejando a Javier sin palabras.

 

Miro él sobre un momento y siguió su camino en busca de un teléfono y un lugar tranquilo para llamar a su familia.



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En el texto hay: escape, ficcion, dinosaurios

Editado: 11.01.2021

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