Una Nueva Princesa

Capítulo 7. Un Día Con Papá

Al día siguiente de perderme y caer en el palacio de Aruon desperté agotada, a veces olvido que estoy atrapada en este cuerpo tan pequeño y por lo tanto mi resistencia y fuerza son un asco.

Después de conocer a mi padre solo podía pensar en mil y un formas de escapar de aquí pero ninguna parece ser un plan viable, gracias a eso no pude pegar mis ojos toda la noche y ahora estoy sufriendo las consecuencias.

Me duele todo mi cuerpo, estuve caminando por lo menos durante medio día, mis pies arden, mis piernas se sienten débiles y estoy exhausta tanto física como mentalmente.

Si hubiera sabido que esto pasaría no hubiera salido del castillo. Cada que pienso en Aruon algo en mí me hace sentir un temor indescriptible, si bien no tuve la mejor primera impresión de él, el tenerle tanto miedo es ridículo y lo sé, más no lo puedo evitar. 

Alguien toca la puerta de manera gentil, seguramente es Helena, ella nunca me regaña pero después de lo acontecido ayer hasta yo sé que me lo merezco.

—Buenos días princesa. ​​​​​

—¿Nella? Pensé que eras Hena— Así suelo llamar a Helena de cariño.

—La hermana Helena no se encuentra en el castillo— me explica Nella mientras entra la habitación y abre las cortinas dejando entrar la luz del sol

—¿Eh? ¿A dónde fue?— preguntó y sigo con la mirada a Nella, quien se pasea por mí habitación preparando mi ropa para vestirme. 

—El rey la convocó al palacio Real— responde despreocupada y sin detenerse en sus tareas. 

Mi pecho se contrajo al pensar en el porqué mi hermana fue convocada. 

—No se preocupe princesa, el rey no la va a reprender— dijo Nella calmada.

Mi hermana terminó de arreglar mi vestido y lo cargó hasta mi lugar para comenzar a ponermelo. 

—Entonces ¿por qué la mandó a llamar?— digo levantando los brazos para que Nella me ponga el vestido. 

—No lo sé, tendremos que esperar a que Helena misma nos lo cuente— Me voltea para ajustar mi vestimenta. 

—¿Estas segura que Hena estará bien?— no confío para nada en el rey.

No– la respuesta de mi hermana me dejó inquieta, traté de voltearme pero ella no me dejó y me mantuvo de espaldas a la fuerza. 

—El rey nunca hace daño a sus súbditos a menos que lo merezcan y Helena no ha hecho nada que lo amerite— Nella seguía atando mi vestido mientras me explicaba despreocupada. 

—Pero... 

—El rey no dejará sus principios de lado sólo por usted, no se de tanto crédito princesa— dijo mientras me volteaba. 

—Tienes razón, lo siento.

Nella es la única que me habla así, me he acostumbrado a su forma directa de expresarse así que no me molesta.

—Princesa no se preocupe, Helena volverá sana y salva y ella será quien nos cuente todo lo que sucedió en su encuentro con el rey. 

—Está bien— digo confiando en lo que ella me dice —¿Nella?—

—¿Qué sucede?—

—¿Me podrías traer leche caliente?— A pesar de la forma en que me llega a hablar, Nella nunca me niega ninguna petición.

—Enseguida mi princesa— Nella terminó de arreglarme y se retiró después de regalarme una dulce sonrisa. A pesar del pasar de los años la forma en que ella me mira sigue siendo la misma, observa cada uno de mis movimientos como si estuviera tomando nota de ellos, al principio me molestaba, ahora ya me he acostumbrado.

Solo me queda esperar, quiero saber porque mi padre llamó a Helena, esto nunca había pasado, cada que reportaba algo al palacio real lo hacía por medio de cartas, nunca en persona.

Solo quiero que Hena regrese a salvo. 


No pude estar tranquila durante todo el día y el que Helena se esté tardando tanto en regresar no me lo está poniendo fácil.

Princesa, ¿se encuentra bien? 

Si es verdad lo que me dijo Nella, Hena no debería correr peligro.

Ehm, ¿princesa? 

¿Pero enserio piensa que puedo confiar en un tipo como el? ¡El poco tiempo que pude conocerlo se la paso viéndome como un escarabajo! 

–Princesa, por favor responda. 

¿Que tal si en realidad está negociando con Hena para obtenerme y luego venderme o pero tenerme como su esclava? No, eso muy estúpido.

–¡PRINCESA, POR FAVOR HÁGAME CASO! 

—¿Eh? Seema ¿Desde cuándo estás aquí?— digo dándome cuenta que tengo compañía. 

—Princesa ha estado distraída todo el día, si quiere puede contarme que es lo que la tiene tan preocupada. 

—No es nada. 

—Princesa no soy tonta— ¿Ah no?

—Ya sé, ¿que le parece hacer una fiesta de té en el jardín? De esa manera puede distraerse—

Las ideas para distraerme de Seema usualmente son tan infantiles como éstas, pero pensado mi humor actual tal vez no sea precisamente mala idea. 

—Creo que me vendría bien poder distraerme— decido darle una oportunidad a una buena distracción—Bufón, digo Seema, prepara todo—

—Si mi princesa— mi hermana se levantó y corrió por las cosas necesarias. Ella fue quien preparo todo para poder tener una fiesta de té entre mis hermanas y yo, no era nada grandioso solo nos sentamos todas alrededor de esta mesa hecha de mármol con un diseño bastante de "princesa", unos cuantos pastelillos y un poco de té de manzana y canela  para cada una de nosotras.

Es un horario poco convencional para llevar a cabo una fiesta de té, pero si sigo pensando en Helena y mi padre siento que podría volverme loca.

—Así que una fiesta de té, ¿tan estresada se encuentra nuestra princesa?— Dijo Nella de manera burlona.

Será que te quiero mucho pero no tientes tanto tu fortuna mi querida Nella.

—Nella deja a la princesa en paz, cualquier momento es perfecto para una taza de té, ella no necesita estar estresada para pasar tiempo con nosotras—Extrañamente agradecí que Seema interviniera. 




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