Una nueva vida en un mundo desconocido

Blanco: parte 3

"Uaaaaaa"

Con un gran bostezo y con el abrir lento de sus ojos soñolientos alguien despertaba lentamente.

"Mmmm ... ese idiota se levantó como siempre primero".

Susurro esas palabras para que nadie más la escuchara, eran palabras que se le salieron inconscientemente como si siempre lo dijera al despertar.

La persona que se despertaba lentamente era Emma, ​​ella era una niña normal que vivía un orfanato, eso es lo que ella sigue creyendo.

(Ya no tengo que seguir durmiendo, tengo que hacer muchas cosas.)

Emma pensaba esas palabras mientras seguía acurrucada y envuelta en las sabanas como un cigarrillo.

Emma era una persona que le gustaba hacer las cosas rápidamente para poder descansar todo el día como durmiendo o contemplando el paso del día, pero muchas veces se tardaba en hacer sus tareas porque Emma quería que todas las cosas salgan bien y estén cerca de la perfección y si no salía como era planeado lo volvería hacer hasta lograrlo.

Se levantó e hizo lo normal como en cualquier día.

Emma bajaba por la escalera y se estaba dirigiendo hacia el comedor para poder desayunar, pero algo estaba distinto para Emma.

"¿Dónde están las hermanas?"

Se preguntó eso porque cada vez que caminaba por el pasillo se encontró con una hermana, pero esta vez que caminaba por el pasillo no había nadie, todo el corredor era para ella misma. Eso no era lo único que estaba vacío, una vez que llego al comedor se dio con la sorpresa que no había nadie.

Desde que Emma se despertó no había encontrado a nadie, ella estaba sola en la habitación donde dormía junto a los demás.

"¿Dónde están todos?" - Susurro esas palabras para ella misma.

De alguna manera sintió como "algo" crecía desde su interior, pero escucho una voz que venía desde afuera y ese "algo" se esfumó.

"¿Están afuera?"

Emma apresuró su paso y sin darse cuenta ya había a la puerta y la abrió rápidamente.

"Fuuuuu" - Soltó un suspiro.

Podía ver desde a lo lejos como muchos de sus compañeros de cuarto jugaban corriendo de un lado a otro y sus amigas estaban sentadas alrededor del árbol platicando o jugando un juego que ellas mismas fueron creadas. La preocupación que tenía hace unos instantes se había ido y un aire de tranquilidad entro en su cuerpo.

Todo parecía normal como cualquier día, pero al ver al árbol donde se encontraban sus amigas jugando, se le vino la imagen de un niño descansando en su sombra, pero una vez que parpadeo esa imagen desapareció.

Emma se quedó mirando ese árbol y una pregunta surgía en su cabeza.

(¿Él no está aquí? ¿Dónde está? No creo que esté jugando con los demás porque parecía no gustarle hacer muchos movimientos y menos correr)

"¿Sucede algo Emma?"

Una de las amigas de Emma que estaba alrededor del árbol se había dado cuenta del comportamiento de Emma y fue a preguntar por preocupación de que le estaba pasando algo.

"Ah, no es nada, no es nada, creo que es porque todavía no he comido." - Una sonrisa había mostrado en su rostro.

"Oh ... pero si no te encuentras bien, puedes decírmelo".

"Claro, no te preocupes".

Emma estaba a punto de entrar, pero la voz de su amiga la detuvo.

"Ah, eh, Emma, ​​te guardé un plato de comida esta al final de la mesa, lo siento por no haberte dado mucho, pero las hermanas no están en algún lado y los niños empezaron a comer cada cosa que buscan- Dio un vistazo rápido hacia los que estaban corriendo por ahí- Pero suerte que una de nosotras les dio golpes con la cuchara y ellos salieron corriendo, solo pude guardarte esa porción, lo siento ... "

"N-no te preocupes me hace feliz que pienses en mí y haberme guardado un poco de comida."

Emma seguía con una sonrisa en su rostro y se alejaba poco a poco, pero la pregunta de su amiga le hizo detener repentinamente.

"Y ... e-esto ... sabes ... donde se encuentra Abel ..." - Su voz se hacía más débil con cada palabra que decía y era difícil saber lo que había dicho mientras su rostro se teñía de rojo cada segundo.

Emma sabia lo que estaba pasando, pero por alguna razón sintió algo desde su interior que brotaba.

"Lo siento, pero no le he visto desde la mañana".

Esta vez Emma forzó una sonrisa.

"Oh ... y-ya veo" - Miró hacia abajo como si estaba triste.- Si logras verlo le podrías decir que también guarde un poco para él y se encuentra al lado de tu plato. "

Si una persona adulta estaba viendo esta escena, rápidamente se hubiera pensado que se trataba de una doncella enamorada, pero para Emma esta escena no era más que extraña y no sabía como describirlo porque para ella no había conocido el amor y tal vez sea para la niña que esta enamorada y preocupándose por Abel.

"Está bien, no te preocupes si lo veo se lo diré".

Emma avanzó y su amiga con la que estaba hablando se fue con las demás que estaban alrededor del árbol.

Emma llegó al comedor y como su amiga le había dicho se encontraban dos platos al final de la mesa y comió felizmente mientras pensaba donde estaba Abel y su relación con su amiga que se llamaba Lia. Lia tenia el cabello celeste y una piel blanca con unos ojos celestes del mismo color que su cabello cabello.



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En el texto hay: accion, magia

Editado: 11.05.2021

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