¿una o mil vidas a tu lado?

Capitulo 6

Como todas las relaciones pasan por circunstancias difíciles y esta no fue la excepción. Al culminar Valentina la escuela busco opciones para tratar de estudiar medicina pero ni con media beca podrían sus padres ayudarla. La carrera era demasiado costosa y luego de unos meses con ventas bajas en el negocio además su hermano estaba a mitad de sus estudios universitarios, era muy complejo. Nicolás y sus padres quisieron ayudarla pero ella se negó rotundamente, y sobre todo porque lo amaba por quien era y no por su dinero. El amaba cada centímetro de su novia, y estaba supremamente orgulloso de ella. Por lo cual para su cuarto aniversario ahorro y trabajo en sus tiempos libres como nunca y sin pedir un solo centavo a sus padres la llevó a españa para que pudiera ver a su mejor amiga. Nada podría compararse a la felicidad en sus ojos al abrazar a Ashlye nuevamente. Era el hombre más dichoso del mundo al poder llenarla de felicidad cuando solo hacía trabajar para ahorrar para sus estudios y aunque él estaba haciendo un fondo de ahorro para ayudarle, sabia seria difícil que aceptara, sin embargo encontraría la forma que entendiera que no era una obligación o un deber. Simplemente era amor. A el le costaba entender lo reacia en aceptar un apoyo, algún día se convertiría en su esposa y por ende no estaba mal en desde ya darle un incentivo para su futuro.

Al volver a casa luego de su viaje, iniciaron los conflictos en su relación por el mismo tema desde hacía casi dos años.

-¡Por amor a Dios, deja de ser tan cabeza dura una vez!- vociferó molesto, llevando sus manos a su cabeza.

-No es ser cabeza dura. Entiende que no te aceptare el dinero, es demasiado y fue lo que tu trabajas y tus padres han trabajado estos años. No fui capaz ni que mis padres hipotecarán la casa- soltó agotada.

-Llevamos cuatros años Valentina, cual es el problema en ayudarte. Llevas un anillo en tu mano izquierda, tarde que temprano nos casaremos y tampoco siendo tu esposo aceptarás mi ayuda- volvió a refutar su decisión.

-Es diferente, seriamos esposos- le dijo sentada frente a el, acunando su rostro con sus manos.

Nicolás se soltó y se fue al otro extremo de la habitación.

-Si para que te dejes ayudar debemos ser esposos. Casemonos, yo te amo lo suficiente para luchar por esto, estoy a un año de acabar la universidad y con los ahorros más el negocio que inicie hace unos meses podemos vivir cómodamente y podrás iniciar la universidad- dijo emocionado.

-No- respondió seca- Soy cabeza dura, pero jamás una mantenida. No.

-Ya no doy más en definitiva, hasta cuando estaremos en esta lucha, no entiendes que lo único que quiero es que logres tus sueños- gritó exasperado, agotado y frustrado por esa situación.

-Tu no pareces entender mi punto. Lo mejor es terminar.




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