Valentina salió de la casa de Nicolás molesta hasta el carajo, quería que comprendiera su posición, sobre todo lo útil que deseaba sentirse en ella misma pagarse sus estudios y la presión de Nicolas en que aceptara ese dinero solo la hacía sentir una buena para nada.
Apagó su celular, y se encerró en la habitación a llorar deseando todo fuera más sencillo. Se dedicó simplemente a ir al trabajo, volver a casa y evitar las preguntas de sus padres sobre lo sucedido entre ellos.
Nicolás por otro lado había hablado con su madre la cual le aconsejo le diera espacio y tiempo para que acomodara sus ideas. Su suegra la quería demasiado y sabía lo buena mujer que era para su hijo, entendía sus motivos más que nadie y por eso mismo le sugirió a su único hijo le diera un par de días para que ella se calmara y quizás pudieran hablar con más calma.
Él era consciente de la sabiduría de su mamá y tomó su consejo al pie de la letra al igual busco otras alternativas en internet para ayudarla. Investigo busco y como el que busca encuentra se topó con unas opciones de estudio que estaba seguro podía adaptarse a ella e incluso ir fuera del país si lograba pasar un riguroso examen.
Se bañó, arreglo e incluso acomodó su barba la cual se mantuvo en crecimiento desde el momento en que Valentina salió hecha una furia de su habitación. Se mantuvo impaciente fuera del trabajo de ella y cuando salió la abordó al igual que en la primera cita, sin decir ni una sola palabra le entregó las hojas que había impreso con las diferentes opciones incluyendo cuba y ecuador.
Valentina sentía la necesidad de abalanzarse sobre él y besarlo luego de tantos días, era consciente que no era la manera más racional de reaccionar pero le sirvió para pensar con claridad en que Nico tenía razón, su único deseo era ayudarla a cumplir sus sueños y ella solo actuaba como una feminazi demente. Ahora comprendía que uno puede ser independiente y empoderada pero de vez en cuando no está mal un empujoncito. Sus ojos brillaron con tal felicidad cuando en aquel silencio fuera del centro comercial en esas hojas estaba lo que podría ser la solución a sus problemas. Termino de leer lo que en ellas se plasmaba y sin poder evitarlo se lanzó a sus brazos envolviendo sus manos en su cuello y besando sus labios, ni corto ni perezoso Nicolás le siguió y la apretó contra su pecho. Fue un beso apasionado con sabor a "Te extrañe como si mil vidas hubieran pasado" la falta de aire los hizo separarse pero su abrazo no se rompió. Fue la última vez que por decisiones de ellos se alejaron.
Conseguir la beca no fue sencillo, tuvo que estudiar muchísimas horas y dormir muy poco. Luego viajó a la capital del país para presentar el examen. En la primera ocasión le faltó un par de puntos para pasar. En la segunda ocasión Nicolás había enfermedado y no fue capaz de dejarlo solo en el hospital y en la tercera ocasión y con un 95 de 100 pasó con honores recibiendo una beca completa para una de las mejores universidades en la hermosa cuba.