Una Obra Sin Título

¿Por Qué?

Dos palabras que forman una sola pregunta seca y directa.

El día de hoy, veintisiete de diciembre del dos mil veintiuno, mientras esperaba a que fuera mi turno en la peluquería de un amigo, pensé en esta simple pregunta: “¿Por qué?”

Todo el mundo tiene esta pregunta presente en gran parte de su vida. Tú que estás leyendo esto tienes tus propios “por qué” diferentes de los míos.

Es cierto. Esta pregunta tiene un significado diferente para cada persona y dependiendo del contexto puede ser positiva o negativa.

En mi caso, desafortunadamente, no tengo un solo “por qué” positivo.

Sentado en esa silla rígida a más o menos las diez de la mañana, viendo a mi amigo cortar el pelo de un joven que ni siquiera conozco, o mirándome ocasionalmente en uno de los grandes espejos del local, pensaba profundamente en esas dos palabras: ¿Por qué?

En cada “por qué”, había una pregunta completa y diferente. Puede que las respuestas a mis “por qué” sean más simples y fáciles de lo que en mi mente en realidad aparentan ser. Y puede que hasta sea estúpido e ilógico plantearme estas preguntas.

 Aun así, ¿por qué…?

¿Por qué ese chico me mira así, si ni lo conozco? ¿Por qué esas chicas se ríen entre dientes al mirarme? ¿Por qué cuando conseguí el dinero para comprar las flores para mi papá, la vendedora no estaba, si un día antes estaba allí? ¿Por qué cuando tengo algo planeado no me sale como quiero? ¿Por qué cada vez que estoy cerca de alcanzar algo, se aleja de mí sin remedio? ¿Por qué tengo tantas dificultades?

¿Por qué no pude cumplir mis sueños y metas? ¿Por qué mi papá, un hombre tan bueno y con más salud que yo, tuvo que morirse? ¿Por qué mis pantorrillas se doblan cada día más mientras otros están normales? ¿Por qué me estoy quedando calvo con tan solo veinticuatro años, si mi papá no es calvo ni mis hermanos lo son? ¿Por qué debo padecer de un problema progresivo de memoria; por qué lo padezco? ¿Por qué mis dientes son débiles y frágiles? ¿Por qué mi cuerpo es débil y frágil en muchos aspectos? ¿Por qué?

¿Por qué si soy tan bueno con los demás, soy tan poco valorado por otros? ¿Por qué se aprovechan de mí, si solo me gusta ayudar? ¿Por qué la gente que me trata bien en mi trabajo o me pide favores, no suele saludarme cuando me ven en la calle; y por qué los sigo ayudando en primer lugar? ¿Por qué, si me esfuerzo tanto por los demás, nadie se esfuerza por mí? ¿Por qué?

¿Por qué la chica que amo no puede estar conmigo? ¿Por qué se fijó en otro y no en mí? ¿Por qué tuve que enamorarme de ella, si sé perfectamente que no podemos ser nada más que amigos por más de una razón concreta? ¿Por qué no me puedo enamorar de alguien más?

¿Por qué los demás me miran de esa forma? ¿Por qué hay gente que se burla de mí o habla cosas a mis espaldas cuando yo no he hecho mal a nadie; solo porque tengo gustos y pasatiempos diferentes a los de la “gente normal”? ¿Por qué algunos en mi familia piensan de mí como un fracasado cuando en realidad hago mi mayor esfuerzo por ayudar a mi mamá con lo que puedo?

¿Por qué soy diferente? ¿Por qué soy así? ¿Por qué debo sufrir de esta manera solo por ser yo? ¿Por qué yo?

¿Por qué?

Sentado en esa silla tan poco cómoda por casi una hora, tuve tiempo más que suficiente para pensar en ellas, y de igual manera de camino a casa, y de igual manera mientras escribo esto.

Aunque tengo un montón de “por qué” a cuestas, estoy casi completamente seguro que la respuesta la mayoría de ellos es: “Por mi culpa. Porque solo yo soy el único culpable y causante.”

Pero, ¿por qué me hice esas preguntas a mí mismo en primer lugar? ¿Curiosidad? ¿Una manera de distraerme mientras esperaba pacientemente mi turno a ser atendido? ¿Un momento de pesimismo y melancolía a causa de dejar a mi mente divagar? ¿Depresión tal vez? Al momento de escribir estas líneas y párrafos, me sigo preguntando el “por qué” de ello.

Así mismo, ¿por qué escribo esto ahora? ¿Por qué debo compartir esta clase de cosas aquí cuando posiblemente los que lo leen ni les importa mis problemas?

Hmph. Sonará estúpido, pero pienso que esto es algo que vale la pena compartir porque estoy casi seguro que todos tenemos esa pregunta en común; por qué. ¿Acaso tú no? Pues te invito a hacerte tus propios “por qué”. Quizás a diferencia de mí, puedas conseguirles significado y respuesta. Yo todavía no lo he hecho con los míos.

 

Nota personal: Seguramente he sido algo estúpido y tonto. Quizás te hice sentir incómodo o incómoda, o pensar algo que no es. Por ese mismo motivo te pido disculpas. Y te doy gracias por tomarte tu tiempo en leer. Me siento mucho mejor al compartirlo, es verdad.

Gracias.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.