AL DÍA SIGUIENTE
Jesús estaba ya en la puerta con un terno negro impecable y una camisa blanca, una sonrisa engreída y Elías a su lado algo divertido porque él no sabe dónde se ha metido.
-. Planea llegar tarde – Elías se encoje de hombros – es típico de las mujeres.
-. Así es – Elías sabía que su sobrina estaba ya dentro del registro civil.
-. Oye – Luz la amiga de Cristina lo llama detrás de él – mi amiga te está esperando adentro si te demoras unos diez minutos más… esto – señala todo – se cancela.
Elías suelta una sonora carcajada, mientras Jesús apresura el paso hacia el interior del edificio y la ve hermosa a pesar de llevar un vestido sencillo.
-. Vaya creí que no llegarías – ella lo recibe con molestia y sarcasmo, y una gran sonrisa triunfal ya que logró que él quedara en ridículo.
-. Debemos empezar – él estaba molesto porque ella lograba sacarlo rápidamente de sus casillas, realizaron la ceremonia y firmaron los papeles, al salir ella le entrega su ramo a Luz.
-. Aquí están las llaves de mi casa – Cristina las recibe sin emoción alguna – o si deseas puedo llevarte…
-. No es necesario – ella lo corta toma las llaves y se sube a su auto.
Cristina llega a casa y la recibe una ama de llaves muy atenta y cariñosa, que le muestra que debe estar en la misma habitación que su esposo, a ella le pareció tan tierna la mujer que no le pareció justo romper su ilusión por lo que dejo ahí su maleta y tomó una ducha.
Al salir se colocó un polo que le quedaba grande, un pequeño short que no se veía debido al polo y bajo a la cocina.
-. Señora se puede resfriar – ella le sonría por la preocupación de aquella amable señora.
-. No hay problema – ella saco algunas cosas del refrigerador y empezó a preparar un postre.
-. Yo puedo hacerlo – se ofreció la ama de llaves.
-. No te preocupes, yo puedo hacer todo lo que necesito – le dio una sonrisa y el ama de llaves acepto.
-. Lo entiendo señora – Cristina la miro con los ojos muy abiertos.
-. Solo Cristina, por favor.
-. Pero – ella la miro de manera algo dura – Cristina, usted es la esposa del señor.
-. Eso no interesa, soy una persona como tú o cualquier otra persona que trabaje aquí – tomo las manos de la ama de llaves – a menos que este enferma dejare que tú o alguien más haga las cosas por mí.
-. Esta bien… - Cristina la miro para recordarle – Cristina.
-. Bien – ella sonrió y siguió con su postre.
EN LA OFICINA
-. Es una niña malcriada – se quejaba Jesús y Elías ya no podía aguantar más la risa – no entiendo que te parece divertido.
-. Ella simplemente llegó temprano – Elías sabía que Cristina sería una piedra en el zapato de su amigo y socio, aunque en realidad se sentía como el padre de ambos.
-. Lo hizo para dejarme mal parado – se dejó caer en su silla con la mirada fija en el techo – pero no puedo negar que se veía hermosa.
-. Cualquiera dirá que estas enamorado de ella – Jesús se rio con desgana.
-. Te recuerdo que no tengo corazón y ella es solo un capricho que quiero darme y ver hasta cuándo puede durar – Elías sabía que él sentía algo por su sobrina, pero era demasiado testarudo para aceptarlo, sin mencionar lo que había dicho el día anterior.
-. Bien solo procura, creértelo – Elías salió sin darle tiempo a que él pudiera refutarlo
“Ya parece que a mí me va a llegar a gustar una mujer y es más dejarme dominar por ella, ja”
Eran ya casi las 6 hora que él saliera de la oficina cuando le llegó una invitación a la boda de su primo, que sería justo ese fin de semana en una finca a las afueras de la ciudad.
Llegó a casa y la vio en la sala con su laptop en sus piernas muy concentrada, con un chupete en su boca, que le hacía tener ciertas fantasías no muy sanas.
-. Buenas tardes – ella lo miró y movió la cabeza volviendo su atención a su laptop. Lo cual lo hizo sentir molesto, salió a su habitación, se ducho y cambio un buzo y un polo, cuando bajó de nuevo ella seguía en la misma posición – deberíamos ir a cenar.
-. No tengo hambre – ella le respondió sin siquiera mirarlo.
-. Bien – no podía evitar estar irritado – el fin de semana debemos salir de la ciudad – antes que ella pudiera decir algo le entrega la invitación.
-. De acuerdo – ella tomó su laptop y fue a la habitación para llamar a Luz y contarle lo que debía hacer este fin de semana a parte que debía buscar un vestido.